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1 Corintios 4 DHH94I

« El trabajo de los apóstoles

1. Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios.#4.1 1 Co 3.5. Designios secretos: Véase Índice temático.

2. Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza.

3. En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo.

4. Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor.

5. Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca.

6. Hermanos, les hablo de estas cosas por su propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a mí mismo. Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito,#4.6 No ir más allá de lo que está escrito: otras posibles traducciones: no pasar por encima de las Escrituras, o mantenerse dentro de las reglas; el texto griego no es claro. y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro.#4.6 Cf. Ro 12.3.

7. Pues, ¿quién te da privilegios sobre los demás? ¿Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?#4.7 Pablo se dirige especialmente a los que crean partidos en la iglesia.

8. Al parecer, ustedes ya son ricos, y tienen todo lo que pueden desear, y se sienten como reyes que nada necesitan de nosotros. ¡Ojalá fueran reyes de verdad, para que nosotros tuviéramos parte en su reino!#4.8 Cf. Ap 3.17. Pablo escribe con punzante ironía, para poner en vergüenza tanto a los jefes partidistas como a sus seguidores.

9. Pues me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como si fuéramos condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo#4.9 Espectáculo: o teatro, alusión a los lugares donde los condenados eran entregados a las fieras. para el mundo, para los ángeles y para los hombres.

10. Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos; mientras que ustedes, gracias a Cristo, pasan por inteligentes. Nosotros somos débiles, mientras que ustedes son fuertes. A nosotros se nos desprecia, y a ustedes se les respeta.#4.10 Cf. Mc 6.4. Pablo sigue hablando con ironía (1 Co 4.8 n.).

11. Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio

12. y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos.#4.12 Hch 18.2-3; 20.34; 2 Co 11.7. A las maldiciones respondemos con bendiciones; somos perseguidos, y lo soportamos.

13. Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.

14. No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo.

15. Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores,#4.15 Instructores: alusión al esclavo que acompañaba a un niño a la escuela y lo vigilaba con especial cuidado (véase Gl 3.25 n.). padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anuncié el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús.

16. Así pues, les ruego que sigan mi ejemplo.#4.16 1 Co 11.1; Flp 3.17.

17. Por esto les envié a Timoteo,#4.17 Timoteo: Véase Hch 16.1 nota; cf. 1 Co 16.10; Flp 2.19-22. La carta llegaría antes que Timoteo, quien probablemente se encontraba de viaje por Macedonia (Hch 19.22 n.). Pablo considera a Timoteo como su hijo en la fe; cf. Flp 2.22; 1 Ti 1.2. mi querido y fiel hijo en el Señor. Él los hará recordar mi conducta como creyente en Cristo Jesús, conforme a lo que enseño en todas las iglesias por donde paso.

18. Algunos de ustedes ya se sienten muy confiados pensando que no iré a verlos;#4.18-19 Pablo anuncia su deseo de ir a Corinto (cf. 1 Co 16.2-8), previendo que algunos pensarían que había enviado a Timoteo (v. 17) por no tener el valor de visitarlos él mismo.

19. pero, si el Señor quiere, espero visitarlos pronto. Entonces veré lo que son capaces de hacer esos que se hinchan de orgullo, y no solamente lo que son capaces de decir.

20. Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder.#4.19-20 El valor de las palabras de Pablo había sido comprobado por el poder del Espíritu (1 Co 2.4); ahora se someterían a la misma prueba las palabras de los presumidos maestros de Corinto.

21. ¿Qué prefieren ustedes: que vaya dispuesto a castigarlos,#4.21 Pablo, como apóstol, tenía autoridad para imponer disciplina. o que vaya a verlos con amor y ternura?

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