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1 Samuel 3 DHH94I

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1. El joven Samuel seguía sirviendo al Señor bajo las órdenes de Elí. En aquella época era muy raro que el Señor comunicara a alguien un mensaje; no era frecuente que alguien tuviera una visión.#3.1 La palabra visión, en este contexto, no se refiere exclusivamente a las visiones proféticas en sentido estricto (cf. 1 R 22.17,19; Is 6.1,5), sino a la revelación de Dios en general, cualquiera que sea el medio a través del cual el Señor comunica su mensaje (cf. Sal 89.19[20]). La poca frecuencia de las revelaciones era una señal de desaprobación por parte del Señor (Sal 74.9; Lm 2.9; Ez 7.26; Am 8.11-12), así como sus reiteradas manifestaciones eran consideradas una señal de favor y aprobación (Os 12.10[11]).

2. Pero un día Elí, que había comenzado a quedarse ciego y no podía ver bien, estaba durmiendo en su habitación.

3. Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde se encontraba el arca de Dios.#3.3 Arca de Dios: expresión equivalente a arca de la alianza. Véase Ex 25.10-22 n. La lámpara del santuario seguía encendida.#3.3 El hecho de que la lámpara del santuario todavía estaba encendida indica que aún no había amanecido (cf. Ex 27.20-21; Lv 24.1-4). Sin embargo, no hay que descartar un posible sentido simbólico: la luz de la lámpara da a entender que el Señor está presente en medio de su pueblo y que va a actuar en favor de él.

4. Entonces el Señor lo llamó: —¡Samuel!#3.4 El Señor lo llamó: —¡Samuel!: según la versión griega (LXX). Heb. el Señor llamó a Samuel. —¡Aquí estoy! —contestó él.

5. Luego corrió adonde estaba Elí, y le dijo: —Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería? —Yo no te he llamado —contestó Elí—. Vuelve a acostarte. Entonces Samuel fue y se acostó.

6. Pero el Señor llamó otra vez: —¡Samuel! Y Samuel se levantó y fue junto a Elí, diciendo: —Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería? —Yo no te he llamado, hijo mío —respondió Elí—. Vuelve a acostarte.

7. Samuel no conocía al Señor todavía,#3.7 Samuel no conocía al Señor todavía: es decir, aún no poseía ese conocimiento íntimo y personal que le permitiría reconocer de manera inmediata la voz del Señor. pues él aún no le había manifestado nada.

8. Pero por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y este se levantó y fue a decirle a Elí: —Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería? Elí, comprendiendo entonces que era el Señor quien llamaba al joven,

9. dijo a este: —Ve a acostarte; y si el Señor te llama, respóndele: “Habla, que tu siervo escucha.” Entonces Samuel se fue y se acostó en su sitio.

10. Después llegó el Señor, se detuvo y lo llamó igual que antes: —¡Samuel! ¡Samuel! —Habla, que tu siervo escucha —contestó Samuel.

11. Y el Señor le dijo: —Voy a hacer algo en Israel que hasta los oídos le dolerán a todo el que lo oiga.

12. Ese día, sin falta, cumpliré a Elí todo lo que le he dicho respecto a su familia.

13. Le he anunciado#3.13 Le he anunciado: según la versión griega (LXX). Heb. le anunciaré. Cf. 1 S 2.27-36. que voy a castigar a los suyos para siempre, por la maldad que él ya sabe; pues sus hijos me han maldecido#3.13 Me han maldecido: según la versión griega (LXX). Heb. los han maldecido. Esta última es una corrección introducida en el texto por los copistas de los mss. con el fin de evitar la expresión maldecir a Dios, que les parecía una intolerable blasfemia. y él no los ha reprendido.

14. Por tanto, he jurado contra la familia de Elí que su maldad no se borrará jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

15. Después de esto, Samuel se acostó hasta la mañana siguiente, y entonces abrió las puertas del templo del Señor. Samuel tenía miedo de contarle a Elí la visión que había tenido,

16. pero Elí lo llamó y le dijo: —¡Samuel, hijo mío! —Aquí estoy —respondió él.

17. Y Elí le preguntó: —¿Qué es lo que te ha dicho el Señor? Te ruego que no me ocultes nada. ¡Que Dios te castigue duramente#3.17 Que Dios te castigue duramente: Lit. que Dios te haga así y añada todavía más. Se trata de una fórmula de imprecación, que solía pronunciarse cuando se hacía un juramento o una promesa, y que aparece con frecuencia en los libros de Samuel y Reyes (1 S 14.44; 25.22; 2 S 3.9,35; 19.13[14]; 1 R 2.23; 2 R 6.31). si me ocultas algo de todo lo que él te ha dicho!

18. Samuel le declaró todo el asunto, sin ocultarle nada, y Elí exclamó: —¡Él es el Señor! ¡Hágase lo que a él le parezca mejor!

19. Samuel creció, y el Señor lo ayudó y no dejó de cumplir ninguna de sus promesas.

20. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba,#3.20 Desde Dan hasta Beerseba: Con esta expresión se suele designar la totalidad del territorio israelita, desde el extremo norte hasta el extremo sur. Véanse Jue 20.1 nota e Índice de mapas. reconoció que Samuel era un verdadero profeta del Señor.

21. Y el Señor volvió a revelarse en Siló,#3.21 El Señor volvió a revelarse en Siló: otra posible traducción: El Señor continuó revelándose en Siló. pues allí era donde él daba a conocer a Samuel su mensaje;

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