1 Timoteo 3 DHHS94
1. Esto es muy cierto. Si alguien aspira al cargo de presidir la comunidad, a un buen trabajo aspira.
2. Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible. Debe ser esposo de una sola mujer y llevar una vida seria, juiciosa y respetable. Debe estar siempre dispuesto a hospedar gente en su casa; debe ser apto para enseñar;
3. no debe ser borracho ni amigo de peleas, sino bondadoso, pacífico y desinteresado en cuanto al dinero.
4. Debe saber gobernar bien su casa y hacer que sus hijos sean obedientes y de conducta digna;
5. porque si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?
6. Por lo tanto, el dirigente no debe ser un recién convertido, no sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo.
Cómo deben ser los diáconos7. También debe ser respetado entre los no creyentes, para que no caiga en deshonra y en alguna trampa del diablo.
8. Asimismo, los diáconos deben ser hombres respetables, que nunca falten a su palabra ni sean dados a emborracharse ni a desear ganancias mal habidas.
9. Deben apegarse a la verdad revelada en la cual creemos, y vivir con conciencia limpia.
10. Primero deben pasar un período de prueba, y después, si no hay nada en contra de ellos, podrán servir como diáconos.
11. Igualmente, las mujeres deben ser respetables, no chismosas, serias y fieles en todo.
12. Un diácono debe ser esposo de una sola mujer, y saber gobernar bien a sus hijos y su propia casa.
La verdad revelada de nuestra religión13. Porque los diáconos que realizan bien su trabajo, se hacen dignos de un lugar de honor, y podrán gozar de gran tranquilidad gracias a su fe en Cristo Jesús.
14. Espero ir pronto a verte; pero te escribo esto
15. para que, si me retraso, sepas cómo debe portarse uno en la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad.
16. No hay duda de que la verdad revelada de nuestra religión es algo muy grande: Cristo se manifestó en su condición de hombre, triunfó en su condición de espíritu y fue visto por los ángeles. Fue anunciado a las naciones, creído en el mundo y recibido en la gloria.