2 Samuel 15 DHH94I
1. Pasado algún tiempo, Absalón#15.1 En estos relatos, Absalón aparece como una figura arrogante (cf. 2 S 14.26; 16.22), pero sin las dotes personales de su padre en el manejo de los asuntos políticos. consiguió un carro de combate y caballos, y formó una guardia personal de cincuenta hombres.#15.1 Carro de combate... hombres: De este modo, el joven príncipe ponía de manifiesto sus aspiraciones a la realeza (cf. 1 R 1.5).
2. Se levantaba temprano y se ponía a la orilla del camino, a la entrada de la ciudad, y a todo el que llegaba para que el rey le hiciera justicia en algún pleito, lo llamaba y le preguntaba de qué ciudad venía. Si aquella persona respondía que era de alguna de las tribus de Israel,
3. Absalón le decía: «Realmente tu demanda es justa y razonable, pero no hay quien te atienda por parte del rey.»
4. Y añadía: «¡Ojalá yo fuera el juez de este país, para que vinieran a verme todos los que tienen pleitos legales y yo les hiciera justicia!»#15.4 La palabra juez podría tener en este contexto un matiz particular. Al emplear ese término, Absalón evocaba probablemente a los antiguos jueces o caudillos de Israel, que habían salvado al pueblo en tiempos de grave peligro. Véanse Rt 1.1-2 nota e Introducción a Jueces.
5. Además, cuando alguien se acercaba a saludarlo, Absalón le tendía la mano, y lo abrazaba y lo besaba.
6. Esto lo hacía con todo israelita que iba a ver al rey para que le hiciera justicia, y así les robaba el corazón#15.6 Corazón: En el lenguaje del AT, robar el corazón no es sólo ganarse el afecto, sino convencer intelectualmente y hacer que se tome una decisión. Véase Corazón en el Índice Temático. a los israelitas.#15.2-6 De las tribus de Israel: Absalón explotaba hábilmente el antagonismo entre Judá y las tribus del Norte (Israel).
7. Al cabo de cuatro#15.7 Cuatro: según varias versiones antiguas. Heb. cuarenta. años, Absalón le dijo al rey: —Ruego a Su Majestad que me permita ir a Hebrón,#15.7 Hebrón era la ciudad donde la gente de Judá había proclamado rey a David (2 S 2.1-4; cf. 3.2-4). Véase Índice de mapas. a cumplir la promesa que hice al Señor.
8. Cuando este servidor de Su Majestad vivía en Guesur,#15.8 Guesur: Cf. 2 S 3.3; 13.37-38. en Siria, prometí al Señor que si él me concedía volver a Jerusalén, yo le rendiría culto.
9. —Puedes ir tranquilo —le respondió el rey. Entonces Absalón se fue a Hebrón.
10. Pero al mismo tiempo envió unos mensajeros a todas las tribus de Israel para decirles que, en cuanto escucharan el toque de trompeta,#15.10 El toque de trompeta no sólo llamaba a la guerra (Jue 3.27; 1 S 13.3); también era una parte importante en las ceremonias de entronización real (1 R 1.34; 2 R 9.13; Sal 47.5). anunciaran que Absalón había sido proclamado rey en Hebrón.
11. Invitó además a doscientas personas de Jerusalén, las cuales fueron con él de buena fe y sin saber nada del asunto.
12. Así mismo, Absalón mandó llamar a uno de los consejeros de David, llamado Ahitófel,#15.12 Ahitófel: Cf. 2 S 16.23; 23.34. el cual vivía en Guiló,#15.12 Guiló:: poblado muy cercano a Hebrón, en el territorio de Judá. su ciudad, para que lo acompañara mientras él ofrecía los sacrificios. De modo que la conspiración iba tomando fuerza y seguían aumentando los seguidores de Absalón.
13. Un mensajero fue a decirle a David que los israelitas estaban haciéndose partidarios de Absalón.
14. Entonces David ordenó a todos los oficiales que estaban con él en Jerusalén: —¡Huyamos ahora mismo o no podremos escapar de Absalón! ¡Vamos, dense prisa, no sea que nos alcance y nos cause mucho daño y mate a filo de espada a todos en la ciudad!
15. Y ellos respondieron al rey: —Nosotros estamos dispuestos a hacer lo que Su Majestad ordene.
16. Así pues, el rey salió acompañado de toda la casa real, dejando solo a diez de sus concubinas para que cuidaran del palacio.#15.16 Cf. 2 S 16.22-23; 20.3.
17. Y después de haber salido el rey con todos sus acompañantes, se detuvieron en la última casa de la ciudad.
18. A su lado se pusieron todos sus oficiales, mientras que todos los quereteos y peleteos#15.18 Cereteos y peleteos: Véase 2 S 8.18 nota. de la guardia real, y los seiscientos geteos que lo habían seguido desde Gat, desfilaban ante él.
19. En ese momento el rey dijo a Itai,#15.19 Itai procedía de la ciudad filistea de Gat y llegó a ser comandante del ejército de David (2 S 18.2-12). el de Gat: —¿Por qué has venido tú también con nosotros? Es mejor que te vuelvas y te quedes con el nuevo rey, pues al fin y al cabo tú eres un extranjero desterrado de tu país.
20. Apenas ayer llegaste, ¿y cómo voy a pedirte hoy que vengas con nosotros, si ni yo mismo sé a dónde voy? Es mejor que te vuelvas y te lleves contigo a tus paisanos. ¡Que el Señor te bendiga y te acompañe siempre!
21. Itai respondió al rey: —Juro por el Señor y por Su Majestad, que dondequiera que Su Majestad se encuentre, sea para vida o para muerte, allí también estará este servidor suyo.
22. —Entonces ven con nosotros —le contestó David. De esa manera se fue Itai con David, junto con todos sus hombres y la gente que lo acompañaba.
23. Todo el mundo lloraba amargamente. Pasaron todos el arroyo Cedrón;#15.23 El arroyo Cedrón se encuentra entre Jerusalén y el Monte de los Olivos. Cf. Jn 18.1. Véase Índice de mapas. luego pasó el rey, y toda la gente siguió delante de él por el camino del desierto.
24. También iba Sadoc con todos los levitas que llevaban el arca de la alianza#15.24 Arca de la alianza: Véase Ex 25.10-22 n. de Dios, el cual dejaron junto a Abiatar#15.24 Sadoc... Abiatar: Cf. 2 S 8.17. Sadoc llegó a ser el antepasado de una importante estirpe sacerdotal (cf. Ez 40.46; 44.15; 1 Cr 6.3-8[5.29-34]). Acerca del fin de Abiatar, cf. 1 R 2.26. hasta que toda la gente salió de la ciudad.
25. Pero el rey le dijo a Sadoc: —Lleva el arca de Dios de vuelta a la ciudad, pues si el Señor me favorece, hará que yo regrese y vea el arca y el lugar donde este se halla.
26. Pero si me dice que no le agrado, aquí me tiene; que haga conmigo lo que mejor le parezca.
27. Dijo también el rey a Sadoc, el sacerdote: —Mira, tú y Abiatar regresen tranquilamente a la ciudad con sus dos hijos. Tú con tu hijo Ahimaas, y Abiatar con su hijo Jonatán.#15.27 La razón de esta orden se explica en 2 S 17.15,17.
28. Mientras tanto, yo me quedaré en los llanos del desierto,#15.28 Llanos del desierto: en el valle del río Jordán, al norte del Mar Muerto. hasta que me lleguen noticias de ustedes.
29. Sadoc y Abiatar llevaron el arca de Dios de vuelta a Jerusalén, y se quedaron allí.
30. David subió la cuesta de los Olivos; iba descalzo y llorando, y con la cabeza cubierta en señal de dolor. Toda la gente que lo acompañaba llevaba también cubierta la cabeza y subía llorando.
31. Y cuando le contaron a David que Ahitófel era uno de los que conspiraban con Absalón, David rogó al Señor que hiciera fracasar los planes de Ahitófel.#15.31 Cf. 2 S 17.14.
32. Al llegar David a la cumbre del monte, donde se rendía culto a Dios, le salió al encuentro Husai, de la tribu de los arquitas,#15.32 Husai: 2 S 16.16-19; 17.5-23; 1 Cr 27.33. Según Jos 16.2, el clan de los arquitas habitaba en las cercanías de Betel. con la ropa rasgada y la cabeza cubierta de tierra.
33. David le dijo: —Si te vienes conmigo, me serás una carga;
34. pero si vuelves a Jerusalén y le dices a Absalón: “Majestad, este siervo suyo estará a su servicio igual que antes estuvo al servicio de su padre”, me ayudarás a deshacer los planes de Ahitófel,
35. pues allí cuentas con los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Por tanto, comunícales siempre todo lo que escuches en palacio.
36. Sus hijos Ahimaas y Jonatán también están allí, así que háganme saber por medio de ellos todo lo que sepan.
37. Y Husai, el amigo de David,#15.37 Amigo de David: El término hebreo correspondiente se usa sólo para hablar de los oficiales importantes del rey (2 S 16.16; véanse 1 R 1.8 n.; 4.5 n.). Es un título honorífico, equivalente más o menos al de «consejero real». llegó a Jerusalén en el momento en que Absalón hacía su entrada en la ciudad.