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2 Samuel 3 DHH94I

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1. La guerra entre la casa de Saúl y la casa de David fue larga, pero mientras que la de David iba haciéndose más y más fuerte,#3.1 2 S 5.10; véase 1 S 18.12 n. la de Saúl se iba debilitando.

2. Los hijos que le nacieron a David cuando estaba en Hebrón, fueron: el mayor, Amnón, hijo de Ahinóam, la de Jezreel;

3. el segundo, Quilab,#3.3 Del segundo hijo de David, Quilab, no se sabe nada, pues no vuelve a mencionarse. hijo de Abigail, la viuda de Nabal, el de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Maacá, la hija de Talmai, rey de Guesur;

4. el cuarto, Adonías, hijo de Haguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital;

Abner se alía con David

5. el sexto, Itream, hijo de Eglá, otra mujer de David. Estos nacieron cuando David estaba en Hebrón.

6. Mientras continuaba la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner adquiría cada vez más poder sobre la casa de Saúl.

7. Saúl había tenido una concubina llamada Rispá, hija de Aiá, con la que Abner tuvo relaciones. Por lo tanto, Is-bóset le reclamó a Abner: —¿Por qué te acostaste con la concubina de mi padre?#3.7 Te acostaste con la concubina de mi padre: Con esa acción, Abner estaba pretendiendo abiertamente el trono de Saúl (cf. 2 S 16.21-22; 1 R 2.22).

8. Abner se enojó mucho por la reclamación de Is-bóset, y le contestó: —¿Acaso soy un perro al servicio de Judá? Yo he sido fiel a la casa de Saúl, tu padre, y a sus parientes y amigos, y no te he entregado en manos de David. ¿Y tú me acusas ahora de haber pecado con una mujer?

9. ¡Que el Señor me castigue duramente si no hago con David lo que el Señor le ha prometido,#3.9 Cf. 1 S 3.17.

10. quitando del trono a la dinastía de Saúl, y estableciendo a David en el trono de Israel y de Judá, desde Dan hasta Beerseba!#3.10 1 S 13.13-14; 15.26-28. Véase también 1 S 3.20 n.

11. Is-bóset no pudo responderle a Abner una sola palabra, porque le tenía miedo.

12. Abner, por su parte, envió mensajeros a decirle a David: «¿De quién es el país? Hagamos un trato: yo haré cuanto esté a mi alcance para que todo Israel se ponga de tu parte.»

13. David le contestó: «Estoy de acuerdo en hacer un pacto contigo, pero con una condición: que no te presentes ante mí sin traer contigo, cuando vengas a verme, a Mical, la hija de Saúl.»

14. Además, David envió mensajeros a Is-bóset, diciéndole: «Entrégame a Mical, mi mujer, con la que me casé a cambio de cien prepucios de filisteos.»#3.14 Cf. 1 S 18.27. Es probable que David no haya hecho este pedido por razones puramente personales. Como Mical era hija de Saúl, el hecho de estar unido a ella podía favorecer notablemente su relación con las tribus del Norte. Sin embargo, el matrimonio de David con Mical permaneció infecundo (2 S 6.23).

15. Entonces Is-bóset mandó que se la quitaran a Paltiel, hijo de Lais, que era su marido;

16. pero Paltiel se fue detrás de ella, llorando,#3.16 Detrás de ella, llorando: Este detalle, que podría considerarse secundario, confiere al relato un profundo calor humano. y la siguió hasta Bahurim.#3.16 Bahurim: población benjaminita, al nordeste del Monte de los Olivos y al borde del territorio de Benjamín (2 S 16.5; 17.18.) Allí Abner le ordenó que regresara, y Paltiel regresó.

17. Más tarde Abner habló con los ancianos de Israel, y les dijo: «Ya hace tiempo que ustedes andan buscando que David sea su rey.

18. Pues bien, ha llegado el momento de actuar, porque el Señor ha prometido a David, su siervo, que por medio de él librará a Israel, su nación, del dominio de los filisteos y del poder de todos sus enemigos.»

19. Abner habló también con la gente de Benjamín, y después fue a Hebrón para comunicarle a David el parecer de Israel y de toda la tribu de Benjamín.

20. Llegó con veinte hombres a Hebrón, donde estaba David, y David hizo un banquete para él y los que le acompañaban.

Joab mata a Abner

21. Luego Abner le dijo a David: —Ahora debo irme para reunir a todo Israel, para que hagan un pacto con Su Majestad, y que así Su Majestad reine conforme a sus deseos. Y David despidió a Abner, el cual se fue tranquilamente.

22. Joab y los seguidores de David llegaron en ese momento de una de sus correrías, trayendo consigo gran cantidad de cosas que le habían quitado al enemigo. Abner no estaba ya con David en Hebrón, pues se había ido tranquilamente después que David lo despidió.

23. Al llegar Joab con todo el ejército que le acompañaba, le contaron que Abner, hijo de Ner, había estado antes con el rey, y que se había ido después que el rey lo despidió.

24. Entonces Joab fue a ver al rey, y le dijo: —¿Qué es lo que ha hecho Su Majestad? Abner ha venido a ver a Su Majestad, y Su Majestad ha dejado que se vaya.

25. ¿Acaso no sabe Su Majestad que Abner, hijo de Ner, ha venido sólo a engañarle, y a espiar sus movimientos, y a enterarse de todo lo que Su Majestad hace?

26. En cuanto Joab salió de hablar con David, envió mensajeros en busca de Abner, sin que David lo supiera, y estos lo hicieron volver desde el pozo de Sirá.#3.26 Pozo de Sira: probablemente a unos 4 km. al norte de Hebrón.

27. Cuando Abner llegó a Hebrón, Joab lo llevó a un lado de la puerta de la ciudad, para hablar con él a solas, y allí lo hirió de muerte en el vientre, para vengar la muerte de su hermano Asael.#3.27 Cf. 2 S 2.23.

28. Más tarde, cuando David lo supo, dijo: «Ante el Señor, yo y mi reino somos completamente inocentes del asesinato de Abner, hijo de Ner.

29. ¡Que caiga la culpa sobre la cabeza de Joab y sobre toda su familia, y que nunca falte en su casa quien sufra de flujo, lepra o cojera, ni quien sea asesinado o padezca hambre!»

30. Joab y Abisai mataron a Abner porque en la batalla de Gabaón Abner había matado al hermano de ellos.

31. Después David ordenó a Joab y a todo el grupo que le acompañaba: «Rásguense la ropa y vístanse con ropas ásperas, y guarden luto por la muerte de Abner.» El rey David marchó detrás de la camilla,

32. y enterraron a Abner en Hebrón. Allí el rey se puso a llorar a voz en cuello junto al sepulcro de Abner, y lo mismo hizo toda la gente.

33. Entonces el rey entonó este lamento por Abner: «¿Por qué tenías que morir, Abner, de manera tan absurda,

34. si no tenías atadas las manos ni encadenados los pies? ¡Has muerto como quien muere a manos de gente malvada!» También la gente siguió llorando por él.

35. Luego fueron a rogarle a David que comiera algo antes de que terminara el día, pero David juró, diciendo: —¡Que Dios me castigue duramente, si pruebo pan o alguna otra cosa antes de que se ponga el sol!

36. Todos comprendieron esto y les pareció bien, pues todo lo que el rey hacía agradaba a la gente.#3.36 Véase 1 S 16.22 n.

37. Aquel día todos los israelitas quedaron convencidos de que el rey no había tenido nada que ver con la muerte de Abner, hijo de Ner.

38. Luego el rey dijo a sus oficiales: —Como ustedes saben, hoy ha caído en Israel un jefe principal, una gran personalidad.

39. Por eso yo, a pesar de ser el rey que Dios ha escogido, me siento débil ante la extremada violencia de los hijos de Seruiá. ¡Que el Señor le dé su merecido a quien cometió esta maldad!#3.38-39 Como Joab, el asesino de Abner (cf. v. 27), era pariente y oficial de David, las tribus del norte tenían buenos motivos para sospechar que éste había sido el instigador y el verdadero responsable del crimen. Por eso, David trató de eliminar toda sospecha, sepultando con toda solemnidad el cadáver de Abner y declarando públicamente su inocencia. Así procuraba mantener intacto su prestigio entre la gente del norte, mientras aguardaba el momento oportuno para acceder al trono de Israel como sucesor de Saúl.

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