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Amós 7 DHH94I

« Visión de las langostas

1. Esto me mostró el Señor: Cuando apenas comenzaba a brotar la siembra tardía, la que se hace después de la cosecha del rey,#7.1 El rey tenía derecho a reclamar para sí una parte de las cosechas. La Biblia no menciona ninguna ley específica al respecto, pero esta exigencia está en consonancia con los tributos que él podía imponer, de acuerdo con 1 S 8.14-15. vi al Señor creando langostas.#7.1 La invasión de langostas, que devoraban los sembrados y las plantas frutales, era una de las peores plagas para un pueblo de agricultores. Cf. Ex 10.12-15; Jl 1.4; 2.2-11; véase Jl 1.4 nota.

2. Y cuando las langostas ya estaban comiéndose hasta la última hierba, dije: —¡Señor, perdónanos! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob,#7.2 El nombre de Jacob se emplea aquí para designar a las diez tribus que formaban el pueblo de Israel. si es tan pequeño?#7.2 El profeta no sólo denuncia los pecados en nombre del Señor, sino que también intercede por el pueblo pecador. Acerca del profeta como intercesor, véase Jer 15.1 nota.

Visión del fuego

3. Entonces el Señor desistió de su propósito,#7.3 Desistió de su propósito: Lit. se arrepintió. Este verbo, referido a Dios, no implica remordimiento, versatilidad o vacilación. Lo que sugiere en este contexto es que el Señor ha escuchado la intercesión del profeta y ha respondido favorablemente. Cf. Gn 18.16-33. y dijo: —¡Eso no va a suceder!

4. Esto me mostró el Señor: Le vi enviar como castigo un fuego abrasador,#7.4 Fuego abrasador: Se trata, probablemente, de una fuerte sequía (cf. Jl 1.19-20; véase también Am 1.4 n.). que secó por completo el gran mar profundo#7.4 El gran mar profundo: Según un concepto antiguo, la tierra estaba asentada sobre un enorme mar subterráneo, cuyas aguas brotaban a veces a la superficie. Véase Sal 18.15(16) n. y que estaba acabando también con los campos.

5. Yo dije: —¡Deténte, Señor, por favor! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño?

Visión de la plomada

6. Entonces el Señor desistió de su propósito, y dijo: —¡Tampoco esto va a suceder!

7. El Señor me mostró también esto: Estaba él junto a un muro, y tenía en la mano una plomada de albañil.#7.7 La plomada es una pesa que se cuelga de una cuerda y sirve al albañil para mantener la línea vertical de un muro (cf. Is 28.17). Amós la designa con una palabra hebrea que lit. significa estaño.

8. Y me preguntó: —¿Qué ves, Amós? —Una plomada de albañil —respondí. Entonces me dijo: —Pues con esta plomada de albañil voy a ver cómo es de recta la conducta de mi pueblo Israel. No le voy a perdonar ni una vez más.

9. Los santuarios de Isaac#7.9 Los santuarios de Isaac eran lugares de culto levantados en las colinas, donde los cananeos habían adorado a Baal desde antes de la llegada de los israelitas. Véase 1 R 3.2 n. serán destruidos, y los templos de Israel#7.9 Los templos de Israel: de un modo especial, los santuarios del reino en Betel y Dan (cf. 1 R 12.29). quedarán en ruinas. ¡Alzaré la espada contra la familia de Jeroboam!#7.9 Jeroboam: Véase Am 1.1 nota.

10. Amasías, sacerdote de Betel, mandó decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós anda entre la gente de Israel, conspirando contra Su Majestad. El país ya no puede soportar que siga hablando.

11. Porque anda por ahí diciendo: “Jeroboam morirá a filo de espada, y todo el pueblo de Israel será llevado al destierro.”»

12. Luego, Amasías le ordenó a Amós: —¡Largo de aquí, profeta! Si quieres ganarte la vida profetizando, vete a Judá;

13. pero no profetices más en Betel, porque es santuario del rey y templo principal del reino.

14. Pero Amós le contestó: —Yo no soy profeta, ni pretendo serlo.#7.14 Ni pretendo serlo: Lit. ni hijo de profeta, es decir, miembro de un grupo o corporación de profetas (cf. 1 S 10.5,10; 19.20; 2 R 2.3). Con estas palabras Amós da a entender claramente que su condición de profeta y el lugar donde debía ejercer su misión dependían de un llamamiento divino y no de su pertenencia a un grupo profesional. Me gano la vida cuidando ovejas y recogiendo#7.14 Recogiendo: Lit. picando. A los frutos verdes del sicómoro, que tienen el aspecto de higos silvestres, les hacían un pequeño corte -es decir, los picaban- cuando todavía estaban en el árbol, porque de lo contrario no serían comestibles. higos silvestres,

15. pero el Señor me quitó de andar cuidando ovejas, y me dijo: “Ve y habla en mi nombre a mi pueblo Israel.”

16. Por lo tanto, oye la palabra del Señor. Esto es lo que tú dices: “No hables nada en nombre de Dios contra Israel, ni digas nada contra los descendientes de Isaac.”

17. Pero esto es lo que dice el Señor: “Tu mujer se prostituirá en plena ciudad, y tus hijos e hijas morirán a filo de espada; tus tierras serán repartidas en sorteo; tú mismo morirás en tierra de paganos,#7.17 La tierra de paganos es Asiria, el país adonde los israelitas serían llevados cautivos. Véase Am 3.11 n. y los israelitas serán llevados cautivos, lejos de su tierra.”

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