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Amós 7 DHHS94

« Visión de las langostas

1. Esto me mostró el Señor: Cuando apenas comenzaba a brotar la siembra tardía, la que se hace después de la cosecha del rey, vi al Señor creando langostas.

2. Y cuando las langostas ya estaban comiéndose hasta la última hierba, dije: —¡Señor, perdónanos! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño?

Visión del fuego

3. Entonces el Señor desistió de su propósito, y dijo: —¡Eso no va a suceder!

4. Esto me mostró el Señor: Le vi enviar como castigo un fuego abrasador, que secó por completo el gran mar profundo y que estaba acabando también con los campos.

5. Yo dije: —¡Deténte, Señor, por favor! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño?

Visión de la plomada

6. Entonces el Señor desistió de su propósito, y dijo: —¡Tampoco esto va a suceder!

7. El Señor me mostró también esto: Estaba él junto a un muro, y tenía en la mano una plomada de albañil.

8. Y me preguntó: —¿Qué ves, Amós? —Una plomada de albañil —respondí. Entonces me dijo: —Pues con esta plomada de albañil voy a ver cómo es de recta la conducta de mi pueblo Israel. No le voy a perdonar ni una vez más.

Amós se enfrenta a Amasías

9. Los santuarios de Isaac serán destruidos, y los templos de Israel quedarán en ruinas. ¡Alzaré la espada contra la familia de Jeroboam!

10. Amasías, sacerdote de Betel, mandó decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós anda entre la gente de Israel, conspirando contra Su Majestad. El país ya no puede soportar que siga hablando.

11. Porque anda por ahí diciendo: “Jeroboam morirá a filo de espada, y todo el pueblo de Israel será llevado al destierro.”»

12. Luego, Amasías le ordenó a Amós: —¡Largo de aquí, profeta! Si quieres ganarte la vida profetizando, vete a Judá;

13. pero no profetices más en Betel, porque es santuario del rey y templo principal del reino.

14. Pero Amós le contestó: —Yo no soy profeta, ni pretendo serlo. Me gano la vida cuidando ovejas y recogiendo higos silvestres,

15. pero el Señor me quitó de andar cuidando ovejas, y me dijo: “Ve y habla en mi nombre a mi pueblo Israel.”

16. Por lo tanto, oye la palabra del Señor. Esto es lo que tú dices: “No hables nada en nombre de Dios contra Israel, ni digas nada contra los descendientes de Isaac.”

17. Pero esto es lo que dice el Señor: “Tu mujer se prostituirá en plena ciudad, y tus hijos e hijas morirán a filo de espada; tus tierras serán repartidas en sorteo; tú mismo morirás en tierra de paganos, y los israelitas serán llevados cautivos, lejos de su tierra.”

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