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Deuteronomio 11 DHH94I

« La grandeza del Señor

1. »Amen ustedes al Señor su Dios, y cumplan sus preceptos, leyes, decretos y mandamientos.#11.1 Amen... cumplan: Véase Dt 6.5 nota.

2. Reconozcan hoy la corrección del Señor su Dios, que los hijos de ustedes no conocen ni han visto. Reconozcan su grandeza y su gran despliegue de poder,#11.2 El siguiente resumen de las grandes obras del Señor evoca, en particular, cuatro acontecimientos: las plagas de Egipto (v. 3), el milagro del Mar Rojo (v. 4), las etapas de la marcha por el desierto (v. 5) y el castigo de los rebeldes (v. 6). En estos acontecimientos, el Señor se manifestó a Israel como su Salvador y Libertador, pero también como un Dios que no tolera ningún compromiso con el pecado. El recuerdo del pasado debe servir de lección para el presente. Cf. Dt 8.2-6.

3. y las señales y grandes hechos que realizó en Egipto contra el faraón y todo su país,#11.3 Ex 7.8—12.30.

4. lo que hizo con el ejército egipcio, con sus caballos y carros de guerra, y cómo los hundió en las aguas del Mar Rojo cuando ellos los perseguían a ustedes. El Señor los destruyó para siempre.

5. Acuérdense también de todo lo que hizo por ustedes en el desierto, hasta que llegaron aquí;

6. y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab y descendientes de Rubén, y cómo la tierra se abrió y se los tragó junto con sus familias y tiendas de campaña, y con todo cuanto tenían, a la vista de todo Israel.

Bendiciones de la tierra prometida

7. Ustedes mismos son testigos de las grandes cosas que ha hecho el Señor.

8. »Cumplan ustedes todos los mandamientos que hoy les he dado, para que se hagan fuertes y tomen posesión del país que van a conquistar,

9. y para que vivan muchos años en esta tierra que el Señor prometió dar a los antepasados de ustedes y a sus descendientes; tierra donde la leche y la miel corren como el agua.

10. La tierra que van a conquistar no es como Egipto,#11.10 Aquí se establece una contraposición entre el suelo de la tierra prometida y el de Egipto. El primero es fecundado por las lluvias que el Señor envía (cf. vv. 11-12,14); el segundo, en cambio, recibe su fecundidad de las inundaciones periódicas del Nilo (cf. Is 23.3; Am 8.8) y exige un esfuerzo constante para distribuir el agua en las zonas de cultivo. de donde ustedes salieron; allí sembraban ustedes la semilla y regaban con los pies,#11.10 Regaban con los pies: El significado exacto de esta expresión es dudoso. Podría tratarse de una alusión a los surcos para el riego, abiertos con los pies en la tierra blanda, o bien a las ruedas con que se hacía subir el agua del río a los terrenos altos y que eran movidas con los pies. como se hace en las huertas,

11. pero el país del que van a tomar posesión es un país de montes y valles, regado por la lluvia del cielo.

12. Es una tierra que el Señor mismo cuida; en ella tiene puestos los ojos todo el año.

13. »Si ustedes cumplen los mandamientos que les he dado en este día, y aman al Señor su Dios, y lo adoran con todo su corazón y con toda su alma,#11.13 Para los varios aspectos de esta devoción a Dios, véase Dt 6.5 nota.

14. él hará#11.14 Él hará: según la versión griega (LXX). Heb. Yo haré. que vengan a su tiempo las lluvias de otoño y las de primavera,#11.14 Estas lluvias marcan el comienzo y el fin de la estación lluviosa. La de otoño, en octubre-noviembre, facilita el arado de la tierra y las tareas preparatorias para la siembra; la de primavera, en marzo-abril, asegura la cantidad y calidad de la cosecha. Cf. Jer 5.24; Jl 2.23. para que ustedes cosechen su trigo y tengan vino y aceite.

15. También hará que crezca hierba en el campo para el ganado de ustedes, y que ustedes tengan comida en abundancia.#11.13-15 Lv 26.3-5; Dt 7.12-16; 28.1-14.

16. Pero tengan cuidado de no dejarse engañar; no se aparten del Señor por rendir culto a otros dioses; no se inclinen ante ellos,

17. porque el Señor se enojará contra ustedes y no les enviará lluvia; entonces la tierra no dará sus frutos, y muy pronto ustedes morirán en esa buena tierra que el Señor les va a dar.#11.16-17 Cf. Dt 29.24-28(23-27).

18. »Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente.

19. Instruyan a sus hijos hablándoles de ellas tanto en la casa como en el camino, y cuando se acuesten y cuando se levanten.

20. Escríbanlas en los postes y en las puertas de su casa,

21. para que su vida y la de sus hijos en la tierra que el Señor prometió dar a sus antepasados sea tan larga como la existencia del cielo sobre la tierra.#11.18-21 Cf. Dt 6.6-9.

22. »Si cumplen fielmente todos estos mandamientos que hoy les ordeno poner en práctica, y si aman al Señor su Dios y lo siguen fielmente en todos sus caminos,

23. el Señor arrojará de la presencia de ustedes a todas esas naciones, y ustedes conquistarán a pueblos más numerosos y fuertes.

24. Donde ustedes planten el pie, allí se quedarán. Sus fronteras se extenderán desde el desierto hasta el Líbano,#11.24 Desde el desierto hasta el Líbano: traducción probable (cf. Jos 1.4); heb. desde el desierto y el Líbano. y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo.#11.24 Desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo: Véase Gn 15.18 n.

25. Nadie podrá hacerles frente. El Señor su Dios hará cundir el pánico y el terror por dondequiera que ustedes pasen, tal como se lo ha prometido.

26. »En este día les doy a elegir entre bendición y maldición.

27. Bendición, si obedecen los mandamientos del Señor su Dios, que hoy les he ordenado.

28. Maldición, si por seguir a dioses desconocidos, desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les he ordenado.#11.27-28 Dt 28.

29. »Cuando el Señor su Dios los haya hecho entrar en el país que van a conquistar, pondrán la bendición en el monte Guerizim, y la maldición en el monte Ebal.

30. Estos montes están al otro lado del Jordán, en dirección de la ruta occidental, en la tierra de los cananeos que viven en la llanura, frente a Guilgal y junto a las encinas de Moré.#11.29-30 El monte Guerizim, al sur, y el Ebal, al norte, son dos montañas de la Palestina central, en las cercanías de la antigua ciudad de Siquem. La ruta occidental unía a Siria con Egipto, atravesando todo el país de Canaán. Guilgal significa, en hebreo, círculo de piedras y había varios sitios con ese nombre; por eso, aquí podría tratarse de un sitio cercano a Siquem, y no del Guilgal que se encontraba entre el río Jordán y Jericó (Jos 4.19-24). Siquem y las encinas de Moré: Véase Gn 12.6 n.

31. Ustedes están a punto de cruzar el Jordán y conquistar el país que el Señor su Dios les va a dar. Cuando ya lo hayan conquistado y vivan en él,

32. pongan en práctica todas las leyes y decretos que hoy les he entregado.

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