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Éxodo 20 DHH94I

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1. Dios habló, y dijo todas estas palabras:#20.1 Éstas son las únicas palabras pronunciadas directamente por Dios, sin la mediación de Moisés. Cf. Ex 21.1; 25.1.

2. «Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo.#20.2 El Señor se presenta a sí mismo como el Dios salvador y libertador. El recuerdo de los beneficios concedidos a Israel confirma su autoridad para darle a conocer sus mandamientos. Cf. Ex 19.4-6.

3. »No tengas otros dioses aparte de mí.#20.3 Aparte de mí: o bien, delante de mí, frente a mí, en mi presencia. Cf. Dt 6.4-5; Mt 22.37.

4. »No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra.

5. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto,#20.4-5 Ex 34.17; Lv 19.4; Dt 4.15-18; 27.15. porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso#20.5 Dios celoso: El amor del Señor hacia su pueblo no tolera una lealtad a medias, ni la rivalidad de otros dioses u objetos de culto. Cf. Ex 34.14. que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos;

6. pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.#20.5-6 Cf. Ex 34.6-7; Nm 14.18; Dt 7.9-10.,#20.6 La repercusión del amor es más amplia que la del castigo (mil generaciones, a diferencia de las tres o cuatro del v. anterior).

7. »No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios,#20.7 Mal uso del nombre: Este mandamiento prohibe utilizar el nombre de Dios sin razón alguna, en vano, ya sea como fórmula mágica o con algún fin perverso, como engañar, defraudar o jurar en falso. Cf. Lv 19.12. pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre.

8. »Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor.#20.8 Cf. Ex 16.23-30; 31.12-14.

9. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer,

10. pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día,#20.9-10 Cf. Ex 23.12; 31.15; 34.21; 35.2; Lv 23.3. ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo.

11. Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado.#20.11 Cf. Gn 2.1-3; Ex 31.17.

12. »Honra a tu padre y a tu madre,#20.12 Cf. Dt 27.16; Mt 15.4; 19.19; Mc 7.10; 10.19; Lc 18.20; Ef 6.2. para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.#20.12 Cf. Eclo 3.1-16; Ef 6.3.

13. »No mates.#20.13 Cf. Gn 9.6; Lv 24.17; Mt 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9; Stg 2.11. El verbo hebreo traducido por matar se usa en el AT para designar el asesinato cometido con premeditación (cf. Sal 94.6) y, a veces, también el homicidio involuntario, por negligencia o imprudencia (Dt 19.5). Por lo tanto, lo que prohibe este mandamiento es el asesinato, es decir, el hecho de atentar contra la vida del prójimo en forma ilegal, derramando sangre inocente. El sermón de la montaña lo interpretará en un sentido más radical (Mt 5.21-22).

14. »No cometas adulterio.#20.14 Cf. Lv 20.10; Mt 5.27; 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9; Stg 2.11.

15. »No robes.#20.15 Cf. Lv 9.11; Mt 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9.

16. »No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo.#20.16 Cf. Ex 23.1; Mt 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20.

17. »No codicies#20.17 El verbo hebreo traducido por codiciar no designa solamente el mal deseo, sino el impulso interior que lleva a la acción de apropiarse en forma indebida de lo ajeno. Cf. Ro 7.7; 13.9. la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.»

18. Todos los israelitas fueron testigos de los truenos y relámpagos, del sonido de trompetas y del monte envuelto en humo; pero tenían miedo#20.18 Tenían miedo: según versiones antiguas; heb. veían y temblaban. y se mantenían alejados.

19. Así que le dijeron a Moisés: —Háblanos tú, y obedeceremos; pero que no nos hable Dios, no sea que muramos.#20.18-19 Cf. Dt 5.23-31; Heb 12.18-19.

20. Y Moisés les contestó: —No tengan miedo. Dios ha venido para ponerlos a prueba y para que siempre sientan temor de él, a fin de que no pequen.

21. Y mientras el pueblo se mantenía alejado, Moisés se acercó a la nube oscura en la que estaba Dios.

22. El Señor le dijo a Moisés: «Di lo siguiente a los israelitas: “Ya ustedes han visto que he hablado desde el cielo con ustedes.

23. No hagan ídolos de oro o plata para adorarlos como a mí.

24. Háganme un altar de tierra, y ofrézcanme en él los animales de sus rebaños y ganados como holocaustos y sacrificios de reconciliación. Yo vendré y los bendeciré en cada lugar en el que yo quiera que se recuerde mi nombre.

25. Y si me hacen un altar de piedras, que no sea de piedras labradas,#20.25 Cf. Dt 27.5-7; Jos 8.31. porque al labrar la piedra con herramientas se la hace indigna de un altar.

26. Y mi altar no debe tener escalones, para que al subir ustedes no muestren la parte desnuda del cuerpo.”

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