Éxodo 21 DHH94I
1. »Estas son las leyes que les darás:
2. »Si compras un esclavo hebreo, trabajará durante seis años, pero al séptimo año quedará libre, sin que tenga que pagar nada por su libertad.
3. Si llegó solo, se irá solo; si tenía mujer, su mujer se irá con él;
4. si su amo le da una mujer, y ella le da hijos o hijas, la mujer y los hijos serán de su amo y el esclavo se irá solo.
5. Pero si el esclavo no acepta su libertad porque ama a su mujer, a sus hijos y a su amo,
6. entonces el amo lo llevará ante Dios, lo arrimará a la puerta o al marco de la puerta, y con un punzón le atravesará la oreja. Así será esclavo suyo para siempre.#21.2-6 Cf. Lv 25.39-43; Dt 15.12-18. Acerca de la esclavitud, véanse Col 3.22 n. y la Introducción a la carta de Pablo a Filemón.,#21.6 La incorporación definitiva del esclavo a la casa de su dueño se realiza simbólicamente en la puerta, es decir, en el lugar de entrada. Según unos, la expresión ante Dios caracteriza a la puerta como un sitio de la casa particularmente sagrado. Otros piensan que ante Dios significa ante el santuario, o ante el altar, o bien, recogiendo otro posible sentido del heb. elohim, traducen ante los jueces. Tales interpretaciones, sin embargo, diluyen el simbolismo de la ceremonia.
7. »Si alguien vende a su hija como esclava, ella no saldrá libre como los esclavos varones.
8. Si el amo decide no tomarla por esposa, porque la muchacha no le gusta, deberá permitir que paguen su rescate; pero aunque la rechace, no podrá venderla a ningún extranjero.#21.8 Aunque la rechace... extranjero: otra posible traducción: no podrá venderla a ningún extranjero, porque eso es cometer con ella un fraude.
9. Si la da por esposa a su hijo, deberá tratarla como a una hija.
10. Si toma otra esposa, no deberá reducirle a la primera ni la comida, ni la ropa, ni sus derechos de esposa.
Leyes contra acciones violentas11. Pero si no le da ninguna de estas tres cosas, ella quedará libre, sin tener que pagar nada por su libertad.
12. »El que hiera a alguien, y lo mate, será condenado a muerte.#21.12 Cf. Lv 24.17.
13. Pero si no lo hizo a propósito, sino que de Dios estaba que muriera, yo te diré después a qué lugar podrá ir a refugiarse.#21.13 Alusión al establecimiento de las ciudades de refugio para los que han cometido un homicidio no intencional. Cf. Nm 35.10-29; Dt 19.1-13; Jos 20.1-9.
14. Pero al que se enoje con su prójimo y lo mate a sangre fría, lo buscarás aunque se refugie en mi altar, y lo condenarás a muerte.
15. »El que hiera a su padre o a su madre, será condenado a muerte.
16. »El que secuestre a una persona, ya sea que la haya vendido o que aún la tenga en su poder, será condenado a muerte.#21.16 Cf. Dt 24.7.
17. »El que insulte a su padre o a su madre, será condenado a muerte.#21.17 Cf. Lv 20.9; Mt 15.4; Mc 7.10.
18. »En casos de peleas, si un hombre hiere a otro de una pedrada o de un puñetazo, y lo hace caer en cama, pero no lo mata,
19. el que hirió será declarado inocente solo si el herido se levanta y puede salir a la calle con ayuda de un bastón, pero tendrá que pagarle las curaciones y el tiempo perdido.
20. »Si alguien golpea con un palo a su esclavo o esclava, y lo mata, deberá hacérsele pagar su crimen.
21. Pero si vive un día o más, ya no se le castigará, pues el esclavo es de su propiedad.
22. »Si dos hombres se pelean y llegan a lastimar a una mujer embarazada, haciéndola abortar, pero sin poner en peligro su vida, el culpable deberá pagar de multa lo que el marido de la mujer exija, según la decisión de los jueces.
23. Pero si la vida de la mujer es puesta en peligro, se exigirá vida por vida,
24. ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25. quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.#21.23-25 Esta ley, que se repite en Lv 24.19-20 y Dt 19.21, fue llamada posteriormente «ley del talión». Entre los antiguos pueblos semitas, las lesiones o la muerte que alguien sufría a manos de otro debían ser vengadas por el pariente más próximo de la víctima. A dicho pariente lo llamaban «vengador (heb. goel) de la sangre» (cf. Nm 35.19-27). Esos vengadores practicaban, con frecuencia, una venganza desproporcionada al daño inicial. Por eso la ley del talión vino a poner límite a tales excesos, estableciendo que la venganza no sobrepasara la gravedad del daño sino que se ajustara a ella. Su finalidad no es, como suele entenderse a menudo, fomentar la venganza, sino ponerle freno: sólo una vida por una vida, y no siete o setenta y siete, como en el canto de Lámec (Gn 4.23-24). Con respecto a la interpretación que hace Jesús de la ley del talión, véase Mt 5.38 n.
26. »Si alguien golpea en el ojo a su esclavo o esclava, y lo deja tuerto, tendrá que darle la libertad a cambio de su ojo.
Leyes en caso de accidentes27. Si le tumba un diente, también tendrá que darle la libertad a cambio de su diente.
28. »Si un buey embiste a un hombre o a una mujer, y lo mata, se matará al buey a pedradas y no se comerá su carne, pero no se castigará al dueño del buey.
29. Pero si el buey tenía ya la costumbre de embestir, y llega a matar a alguien, se le matará a pedradas, lo mismo que al dueño, si es que el dueño lo sabía pero no hacía caso.
30. Si en vez de la pena de muerte le imponen una multa, tendrá que pagar la multa que le impongan a cambio de su vida.
31. Esta misma ley vale en caso de que el embestido sea un muchacho o una muchacha.
32. Y si el buey embiste a un esclavo o a una esclava, se matará al buey a pedradas, y al amo del esclavo o de la esclava se le darán como pago treinta monedas de plata.
33. »Si alguien deja abierto un pozo, o hace un pozo y no lo tapa, y en él se cae un buey o un asno,
34. el dueño del pozo tendrá que compensar al dueño del animal por esa pérdida, pero podrá quedarse con el animal muerto.
35. »Si el buey de alguien embiste y mata al buey de otro hombre, venderán el buey vivo y se repartirán por mitad el dinero y la carne del buey muerto.
36. Pero si se sabe que el buey ha tenido la costumbre de embestir y su dueño no hacía caso, tendrá que compensar al otro dueño con un buey vivo a cambio del muerto, y el buey muerto será para él.