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Génesis 20 DHH94I

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1. Abraham salió del lugar donde estaba y se fue a la región del Négueb, y se quedó a vivir en la ciudad de Guerar,#20.1 Guerar: región al sudeste de Gaza. Cadés: Cf. Gn 14.7; 16.14. Sur: Cf. Gn 16.7. entre Cadés y Sur.

2. Estando allí, decía que Sara, su esposa, era su hermana. Entonces Abimélec, el rey de Guerar, mandó traer a Sara para hacerla su mujer;

3. pero aquella noche Abimélec tuvo un sueño, en el que Dios le dijo: «Vas a morir, porque la mujer que has tomado es casada.»

4. Sin embargo, como él no la había tocado, le contestó: «Mi Señor, ¿acaso piensas matar a quien no ha hecho nada malo?

5. Abraham mismo me dijo que la mujer es su hermana, y ella también afirmó que él es su hermano, así que yo hice todo esto de buena fe. No he hecho nada malo.»

6. Y Dios le contestó en el sueño: «Yo sé muy bien que lo hiciste de buena fe. Por eso no te dejé tocarla, para que no pecaras contra mí.#20.3-6 El relato pone de relieve la inocencia de Abimélec, haciendo notar que él no había tocado a Sara.

7. Pero ahora, devuélvele su esposa a ese hombre, porque él es profeta y rogará por ti para que vivas;#20.7 Por su especial relación con Dios, el profeta no sólo anuncia la palabra del Señor, sino que también intercede ante él en los momentos críticos (1 S 7.8; 12.19; Jer 37.3; 42.1-4; Am 7.2,5). En este segundo sentido recibe aquí Abraham el título de profeta. Cf. Gn 18.22-32. pero si no se la devuelves, tú y los tuyos ciertamente morirán.»

8. Al día siguiente por la mañana, Abimélec se levantó y llamó a sus siervos, y les contó todo lo que había soñado. Al oírlo, ellos tuvieron mucho miedo.

9. Después Abimélec llamó a Abraham y le dijo: —¡Mira lo que nos has hecho! ¿En qué te he ofendido, para que hayas traído un pecado tan grande sobre mí y sobre mi gente? Esas cosas no se hacen.

10. ¿Qué estabas pensando cuando hiciste todo esto? Así le habló Abimélec a Abraham,

11. y Abraham contestó: —Yo pensé que en este lugar no tenían ningún respeto a Dios, y que me matarían por causa de mi esposa.

12. Pero es cierto que ella es mi hermana: es hija de mi padre, aunque no de mi madre; por eso pude casarme con ella.#20.12 Los matrimonios en este grado de parentesco estaban permitidos en tiempos antiguos (cf. 2 S 13.13), pero luego fueron prohibidos por la ley (Lv 18.9,11; 20.17).

13. Cuando Dios me dio la orden de salir de la casa de mi padre, le pedí a ella que, en cada lugar a donde llegáramos, dijera que yo era su hermano.

14. Entonces Abimélec le devolvió a Abraham su esposa Sara. Además le regaló ovejas, vacas, esclavos y esclavas,

15. y le dijo: —Mira, ahí tienes mi país; escoge el lugar que más te guste para vivir.

16. A Sara le dijo: —Lo que le he dado a tu hermano vale mil monedas de plata, y eso va a servir para defender tu buena fama delante de todos los que están contigo. Nadie podrá hablar mal de ti.#20.16 Mal de ti: traducción probable. Heb. oscuro.

17. Entonces Abraham oró a Dios, y Dios les devolvió la salud a Abimélec y a su esposa. También sanó a sus siervas, para que pudieran tener hijos,

18. pues por causa de Sara, el Señor había hecho que ninguna mujer de la casa de Abimélec pudiera tener hijos.

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