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Génesis 28 DHH94I

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1. Entonces Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: «No te cases con ninguna mujer de esta tierra de Canaán.

2. Vete a Padán-aram,#28.2 Padán-aram: Véase Gn 25.20 n. a la casa de tu abuelo Betuel, y cásate allá con una de las hijas de tu tío Labán.

3. Que el Dios todopoderoso#28.3 Dios todopoderoso: heb. El Shadai; véase Gn 17.1 n. te bendiga y te dé muchos descendientes, para que de ti salgan muchas naciones.

4. Que te dé a ti, y también a tus descendientes, la bendición que le prometió a Abraham,#28.4 Prometió a Abraham: Gn 17.4-8. para que sean dueños de esta tierra donde ahora vivimos como extranjeros, pues él se la prometió a Abraham.»

Esaú se casa

5. Así fue como Isaac envió a Jacob a Padán-aram. Jacob llegó a casa de Labán, que era hijo de Betuel el arameo y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y Esaú.

6. Esaú había visto cuando Isaac le dio su bendición a Jacob y lo envió a Padán-aram para casarse allá. También se fijó en que su padre, al bendecirlo, le encargó que no se casara con ninguna mujer de Canaán,

7. y que Jacob se fue a Padán-aram como su padre y su madre le habían dicho.

8. De esa manera Esaú se dio cuenta de que a su padre no le agradaban las mujeres de Canaán;

Dios se aparece a Jacob en Betel

9. por eso fue a ver a Ismael, hijo de Abraham, y tomó por esposa a su hija Mahalat, que era hermana de Nebaiot, además de las esposas cananeas que ya tenía.

10. Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán.

11. Llegó a cierto lugar y allí se quedó a pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir.

12. Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban.#28.12 Cf. Jn 1.51. La palabra hebrea traducida por escalera puede designar tanto una rampa como una escalinata de piedra semejante a las que tenían algunos templos de la antigua Mesopotamia (véase Gn 11.4 nota). Se consideraba que estas grandes escalinatas eran un lazo de unión entre el cielo y la tierra.

13. También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado.

14. Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes.#28.13-14 Serán bendecidas: Véase Gn 12.2-3 n. La promesa hecha a Abraham (Gn 12.1-3; 13.14-15; 15.18-21; 22.16-18) y a Isaac (Gn 26.3-5) es ahora renovada a Jacob (cf. Gn 46.3).

15. Yo estoy contigo;#28.15 Yo estoy contigo: Véase Gn 26.3 n. voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido.»

16. Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: «En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.»

17. Tuvo mucho miedo, y pensó: «Este lugar es muy sagrado. Aquí está la casa de Dios;#28.17 Casa de Dios es la traducción del nombre hebreo Betel. Éste era el nombre de una antigua población cananea, que más tarde cayó en poder de los israelitas (cf. Jue 1.22-26) y en la que había un antiguo e importante santuario (cf. Gn 12.8; 13.3; 1 R 12.29; Am 7.13). ¡es la puerta del cielo!»

18. Al día siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella.#28.18 La costumbre de erigir pilares o piedras conmemorativas estaba muy difundida en el antiguo Oriente. Tales pilares solían recordar algún hecho importante, como una victoria militar, un pacto o una manifestación divina (cf. Gn 31.45-54; véanse también Ex 23.24 n.; 24.4 n). Más tarde, la legislación deuteronómica ordenó destruir las piedras conmemorativas que estaban vinculadas con las prácticas religiosas cananeas (cf. Dt 7.5; 12.3; 16.22).

19. En ese lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz,#28.19 Luz es una palabra hebrea que significa almendro. pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.#28.19 Betel: Véase Gn 28.17 n.

20. Allí Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme,

21. y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.

22. Esta piedra que he puesto como pilar, será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des.»#28.22 La décima parte de todo lo que tú me des: El pago del diezmo como ofrenda a la divinidad ya se practicaba en Canaán antes de la llegada de los israelitas (cf. Gn 14.20). Más tarde, la legislación mosaica introdujo esta costumbre en Israel, como medio de satisfacer las necesidades del culto divino (Dt 12.6,17-18; 26.12).

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