Génesis 40 DHH94I
1. Después de esto, el copero, o sea el encargado de servirle vino al rey, y también el panadero, ofendieron a su amo, el rey de Egipto.
2. El faraón,#40.2 Faraón era el título del rey de Egipto. Véase Ex 1.11 nota. o sea el rey, se enojó contra estos dos funcionarios, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos,
3. y los mandó presos a la casa del capitán de la guardia, donde estaba la cárcel. Era el mismo lugar donde José estaba preso.
4. El capitán de la guardia encargó a José que atendiera a estos funcionarios, y ellos pasaron mucho tiempo en la cárcel.
5. Una noche los dos presos, el copero y el panadero, tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado.#40.5 Los egipcios, como en general todos los pueblos del antiguo Oriente, daban gran importancia a los sueños y habían desarrollado distintos procedimientos para interpretar su sentido. Un antiguo documento egipcio contiene más de doscientos modelos de sueños, con sus respectivos significados de «buenos» o «malos». Véase Dn 1.17 n.
6. Por la mañana, cuando José vino a verlos, los encontró muy preocupados;
7. así que les preguntó: —¿Por qué tienen hoy tan mala cara?
8. —Tuvimos un sueño y no hay quien nos explique lo que quiere decir —contestaron ellos. —¿Y acaso no es Dios quien da las interpretaciones?#40.8 ¿Y acaso no es Dios... interpretaciones?: Cf. Dn 2.27-28. Los sueños de José (Gn 37.7,9) no necesitaban ser interpretados, porque eran fácilmente comprensibles (cf. Gn 37.8,10). Los sueños del copero y del panadero (lo mismo que los del faraón en Gn 41.17-24) presentan un simbolismo más complejo, que hace necesaria la interpretación. —preguntó José—. Vamos, cuéntenme lo que soñaron.
9. Entonces el jefe de los coperos le contó su sueño a José con estas palabras: —En mi sueño veía una vid,
10. que tenía tres ramas. Y la vid retoñaba y echaba flores, y las flores se convertían en racimos de uvas maduras.
11. Yo tenía la copa del faraón en la mano, y tomaba las uvas y las exprimía en la copa. Luego, yo mismo ponía la copa en manos del faraón.
12. Y José le dijo: —El sueño de usted quiere decir esto: las tres ramas son tres días,
13. y dentro de tres días el faraón revisará el caso de usted#40.13 Revisará el caso de usted: Lit. le levantará la cabeza. Este modismo hebreo, que vuelve a aparecer en los vv. 19-20, ha sido entendido de diversas maneras. Algunos lo traducen por prestar atención o tomar en cuenta; otros, por citar o convocar (a una audiencia). La expresión parece indicar que el faraón hará comparecer personalmente a ambos prisioneros, aunque la sentencia va a ser distinta en uno y otro caso: liberación del copero (cf. v. 21) y condena a muerte del panadero (cf. v. 22). y lo pondrá de nuevo en su trabajo, y usted volverá a darle la copa al faraón, tal como antes lo hacía.
14. Cuando esto suceda, acuérdese usted de mí, y por favor háblele de mí al faraón para que me saque de este lugar. ¡Compadézcase de mí!
15. A mí me robaron de la tierra de los hebreos, y no merezco estar en la cárcel porque no he hecho nada malo.
16. Cuando el jefe de los panaderos vio que José había dado una interpretación favorable, le dijo: —Por mi parte, yo soñé que tenía tres canastillos de pan blanco sobre mi cabeza.
17. El canastillo de arriba tenía un gran surtido de pasteles para el faraón, pero las aves venían a comer del canastillo que estaba sobre mi cabeza.
18. Entonces José le contestó: —El sueño de usted quiere decir esto: los tres canastillos son tres días,
19. y dentro de tres días el faraón revisará el caso de usted y hará que lo cuelguen de un árbol, y las aves se comerán su carne.
20. Al tercer día era el cumpleaños del faraón, y él hizo una gran fiesta para todos sus funcionarios. Delante de sus invitados, el faraón mandó sacar de la cárcel#40.20 Mandó sacar de la cárcel: Lit. levantó la cabeza. Véase Gn 40.13 n. al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos.
21. Al copero lo puso de nuevo en su trabajo, y él volvió a darle la copa al faraón, como antes;
22. pero al panadero lo mandó ahorcar, tal como José lo había interpretado.
23. Sin embargo, el copero no volvió a acordarse de José.