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Génesis 45 DHH94I

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1. José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: «¡Salgan todos de aquí!» Así que ninguno de sus siervos estaba allí con José cuando él se dio a conocer a sus hermanos.

2. Entonces se puso a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron, y la noticia llegó hasta el palacio del faraón.

3. José les dijo a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía? Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle.

4. Pero José les dijo: —Por favor, acérquense a mí. Cuando ellos se acercaron, él les dijo: —Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a Egipto;

5. pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas.#45.5 Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas: Esta frase revela el sentido profundo de toda la historia de José. El desenlace final muestra, por una parte, que cada acontecimiento formaba parte de un plan providencial de Dios, y, por otra, que Dios puede valerse hasta de los pecados de los seres humanos para llevar a cabo sus designios de salvación (cf. v. 8).

6. Ya van dos años de hambre en el país, y todavía durante cinco años más no se cosechará nada, aunque se siembre.

7. Pero Dios me envió antes que a ustedes para hacer que les queden descendientes sobre la tierra, y para salvarles la vida de una manera extraordinaria.

8. Así que fue Dios quien me mandó a este lugar, y no ustedes; él me ha puesto como consejero del faraón#45.8 Consejero del faraón: Lit. padre del faraón, uno de los títulos del visir o primer ministro de Egipto. y amo de toda su casa, y como gobernador de todo Egipto.

9. Vayan pronto a donde está mi padre, y díganle: “Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto como señor de todo Egipto. Ven a verme. No tardes.

10. Vivirás en la región de Gosen,#45.10 La región de Gosen, al oriente del delta del Nilo, era una de las regiones más fértiles de Egipto. junto con tus hijos y nietos, y con todos tus animales y todo lo que tienes. Así estarás cerca de mí.

11. Aquí les daré alimentos a ti y a tu familia, y a todos los que están contigo, para que no les falte nada; pues todavía habrá hambre durante cinco años más.”

12. Mi hermano Benjamín y ustedes son testigos de que yo mismo he dicho esto.

13. Cuéntenle a mi padre acerca de toda mi autoridad en Egipto, y de todo lo que han visto aquí. ¡Pronto, vayan a traer a mi padre!

14. José abrazó a su hermano Benjamín, y comenzó a llorar. También Benjamín lloró abrazado a José.

15. Luego José besó a todos sus hermanos, y lloró al abrazarlos. Después de esto, sus hermanos se atrevieron a hablarle.

16. Por el palacio del faraón corrió la noticia de que los hermanos de José habían llegado, y el faraón se alegró junto con sus funcionarios.

17. Y le dijo el faraón a José: —Di a tus hermanos que carguen sus animales y regresen a Canaán,

18. y que me traigan a su padre y a sus familias. Yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comerán de lo mejor que el país produce.#45.18 En algunos textos del antiguo Egipto se mencionan concesiones parecidas a éstas, hechas a inmigrantes semitas o asiáticos en general.

19. Ordénales que de aquí, de Egipto, lleven carretas para traer a sus mujeres y niños, y también al padre de ustedes. Que vengan

20. y que no se preocupen por lo que tienen ahora, porque lo mejor de todo Egipto será de ellos.

21. Los hijos de Israel lo hicieron así. José les dio las carretas que el faraón había ordenado, y alimentos para el camino;

22. también les dio ropa nueva para cambiarse, pero a Benjamín le dio trescientas monedas de plata y cinco mudas de ropa.

23. A su padre le mandó diez asnos cargados con lo mejor que había en Egipto, otros diez asnos cargados de trigo, y pan y comida para que su padre comiera en el camino.

24. Cuando José se despidió de sus hermanos, les dijo: —No vayan peleando por el camino. Ellos se fueron.

25. Salieron de Egipto y llegaron a Canaán, donde vivía su padre Jacob.

26. Cuando le contaron a Jacob que José vivía todavía, y que él era el que gobernaba en todo Egipto, no supo qué hacer o qué decir, pues no podía creer lo que le estaban diciendo.

27. Pero cuando ellos le contaron todo lo que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había mandado para llevarlo, se entusiasmó muchísimo.

28. Entonces dijo: «¡Me basta saber que mi hijo José vive todavía! Iré a verlo antes de morir.»

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