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Hebreos 6 DHH94I

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1. Así que sigamos adelante hasta llegar a ser adultos, dejando a un lado las primeras enseñanzas acerca de Cristo. No volvamos otra vez a las cosas básicas,#6.1-2 El autor cita seis ejemplos de las primeras enseñanzas cristianas. como la conversión y el abandono de las obras que llevan a la muerte, o como la fe en Dios,

2. las enseñanzas sobre el bautismo,#6.2 Las enseñanzas sobre el bautismo: traducción probable; Lit. las enseñanzas sobre los bautismos, expresión que puede incluir los lavamientos ceremoniales judíos, considerados ya superados por el bautismo cristiano. el imponer las manos#6.2 Imponer las manos: en la comunicación del Espíritu Santo; cf. Hch 8.17; 19.6. a los creyentes, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.

3. Es lo que haremos, si Dios lo permite.

4. Porque a los que una vez recibieron la luz,#6.4 Recibieron la luz: probable alusión a la fe que el creyente profesa en el bautismo. y saborearon el don de Dios, y tuvieron parte en el Espíritu Santo,

5. y saborearon el buen mensaje de Dios y el poder del mundo venidero,

6. si caen de nuevo, ya no se les puede hacer volver a Dios, porque ellos mismos están crucificando otra vez al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla de todos.#6.4-6 Están crucificando: es decir, repudian completa y deliberadamente al Hijo de Dios. El autor considera que en realidad sus lectores no han llegado a tal extremo (v. 9). Cf. Heb 10.26-31.

7. Son como la tierra que bebe la lluvia que cae en abundancia sobre ella: si da una cosecha útil a los que la trabajan, recibe la bendición de Dios;

8. pero si da espinos y cardos, no vale nada; cae bajo la maldición de Dios, y finalmente será quemada.#6.8 Cf. Gn 3.17-18.

9. Pero aunque hablamos así, queridos hermanos, estamos seguros de que ustedes se encuentran en el primer caso, es decir, en camino de salvación.

10. Porque Dios es justo, y no olvidará lo que ustedes han hecho y el amor que le han mostrado al ayudar a los del pueblo santo, como aún lo están haciendo.

11. Pero deseamos que cada uno de ustedes siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente su esperanza.

Promesa y juramento

12. No queremos que se vuelvan perezosos, sino que sigan el ejemplo de quienes por medio de la fe y la constancia están recibiendo la herencia que Dios les ha prometido.

13. Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, juró por sí mismo, porque no había otro superior a él por quien jurar;

14. y dijo: «Sí, yo te bendeciré mucho y haré que tu descendencia sea numerosa.»

15. Abraham esperó con paciencia, y recibió lo que Dios le había prometido.

16. Cuando los hombres juran, lo hacen por alguien superior a ellos mismos; y cuando garantizan algo mediante un juramento, ya no hay más que discutir.

17. Pues bien, Dios quiso mostrar claramente a quienes habían de recibir la herencia que él les prometía, que estaba dispuesto a cumplir la promesa sin cambiar nada de ella. Por eso garantizó su promesa mediante el juramento.

18. De estas dos cosas#6.18 Estas dos cosas: la promesa de Dios y su juramento (v. 17; Heb 7.20-21,28). que no pueden cambiarse y en las que Dios no puede mentir,#6.18 Nm 23.19; 1 S 15.29. recibimos un firme consuelo los que hemos buscado la protección de Dios y hemos confiado en la esperanza que él nos ha dado.

19. Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco. Es una esperanza que ha penetrado hasta detrás del velo#6.19 Detrás del velo: en el Lugar Santísimo de la Tienda del Encuentro (Lv 16.2), vista aquí como figura del templo celestial, donde Jesús ha entrado como sacerdote para permitirnos el libre acceso a Dios (v. 20; Heb 9.7 n.). Véase también Mt 27.51 n. en el templo celestial,

20. donde antes entró Jesús para abrirnos camino, llegando así a ser Sumo sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.#6.20 Sumo Sacerdote... de la misma clase que Melquisedec: Sal 110.4; véase Heb 5.6 n.

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