Oseas 2 BLPH
1. Los israelitas serán tantos como la arena del mar que no se cuenta ni se mide. Y en aquel lugar no se los llamará más No-Mi-Pueblo, sino Hijos del Dios vivo.
2. Los hijos de Judá y los hijos de Israel se reunirán, tendrán un solo jefe y desbordarán de la tierra porque será grande el día de Jezrael.
El pueblo rompe la alianza3. Llamen a sus hermanos: «Ammí» —pueblo mío—, y a sus hermanas: «Rujama» —amada mía.
4. Acusen, juzguen a su madre, porque ella no es mi mujer y yo no soy su marido; que aparte de su persona los signos de su prostitución y, de entre sus senos, las marcas de su adulterio.
5. Si no lo hace así, la despojaré y la dejaré desnuda, como en el día de su nacimiento; la dejaré como un desierto, la convertiré en tierra reseca y la haré morir de sed.
6. Y no amaré a sus hijos, porque son hijos de prostitución.
7. Se ha prostituido su madre, está cubierta de vergüenza la que los concibió. Decía: «Me iré detrás de mis amantes, los que me dan pan y agua, lana y lino, aceite y bebidas».
8. Pues bien, voy a cerrar con espinos su camino y a ponerle una valla para que no encuentre el sendero.
9. Perseguirá a sus amantes, pero no los encontrará; los buscará y no los hallará. Entonces dirá: «Volveré a mi primer marido, pues me iba mejor antes que ahora».
10. Ella no comprendía que era yo quien le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite; y quien le facilitaba la plata y el oro que utilizaba para hacer baales.
11. Por eso, volveré a recoger mi trigo a su tiempo, mi vino nuevo en su sazón, y le quitaré mi lana y mi lino que le di para cubrir su desnudez.
12. Entonces descubriré su infamia delante de sus amantes y nadie la librará de mi mano.
13. Haré cesar toda su alegría, sus fiestas, novilunios y sábados, y todas sus solemnidades.
14. Devastaré su viña y su higuera de las que decía: «Son la paga que me dieron mis amantes». Las convertiré en matorral y las devorarán las bestias del campo.
Inicio de un cambio: hacia la restauración de la unión15. Le pediré cuentas por los días dedicados a los baales, a los que quemaba incienso. Luego se adornaba de sortijas y collares, corría detrás de sus amantes y se olvidaba de mí —oráculo del Señor.
16. Pero he aquí que voy a seducirla: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón.
17. Le devolveré sus viñas y haré del valle de Acor una puerta de esperanza; y ella me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que salió de Egipto.
18. Y ese día —oráculo del Señor— me llamarás «marido mío» y nunca más «baal mío».
19. Quitaré de su boca los nombres de los baales y no los recordará más.
20. En aquel día estableceré a favor de ellos un pacto con las bestias del campo, con las aves que surcan el cielo y los reptiles que se arrastran por la tierra; en el país quebraré el arco, la espada y la guerra para que puedan descansar seguros.
21. Te desposaré para siempre; te desposaré en justicia y en derecho, con amor y con ternura.
22. Te desposaré en fidelidad y me reconocerás como Señor.
23. Aquel día —oráculo del Señor— me dirigiré a los cielos que darán su respuesta a la tierra;
24. y la tierra dará el trigo, el vino nuevo y el aceite que serán para Jezrael.
25. Estableceré a mi pueblo en la tierra. Amaré a Lo-Rujama —No-Amada—, y a Lo-Ammí —No-Mi Pueblo— le diré: «Tú eres mi pueblo» y él responderá: «Y tú mi Dios».