Oseas 2 DHH94I
1. 1 (3) Entonces dirán ustedes a sus hermanos: «Pueblo de Dios», y a sus hermanas: «Compadecidas».#2.1(3) «Pueblo de Dios»… «Compadecidas»: Estos dos nombres se contraponen a Lo-amí y Lo-ruhama, respectivamente (véanse Os 1.6 nota y 1.9 n.)
2. 2 (4) El Señor dice: «¡Acusen ustedes a su madre,#2.2(4) La figura de la madre representa simbólicamente a todo el pueblo de Israel (cf. Os 4.5); los hijos (2.4[6]) representan a los israelitas: así se destacan a un mismo tiempo el aspecto personal y el comunitario. acúsenla, porque ella no es ya mi esposa ni yo soy su marido! ¡Que deje de mostrarse como prostituta!#2.2(4) Mostrarse como prostituta: cf. Gn 38.15: Pr 7.10. ¡Que aparte de sus pechos a sus amantes!#2.2—3.5(4—3.5) Cf. Ez 16.8-63.
3. 3 (5) Si no lo hace, la dejaré desnuda#2.3(5) La dejaré desnuda: Cf. Is 47.1-3; Jer 13.22; Ez 16.36-39; Nah 3.5; Ap 17.16. por completo: la pondré como el día en que nació, la convertiré en un desierto, en pura tierra seca, y la haré morir de sed.
4. 4 (6) No me compadeceré de sus hijos, pues son fruto de su prostitución.#2.4(6) Son fruto de prostitución: otra posible traducción: son como su madre, que es una prostituta.
5. 5 (7) Su madre se prostituyó; perdió el honor, cuando dijo: “Iré en busca de mis amantes,#2.5(7) Estos amantes son los ídolos o imágenes de Baal y lo que ellos representaban: el trigo, el vino y el aceite, es decir, el bienestar y la seguridad que llevaban a olvidarse del Señor (cf. Jer 2.23-25; 3.1-2; Os 4.12-14; 9.1). Los israelitas, sin dejar de adorar al Señor, también rendían culto a Baal, porque pensaban que de él provenían las lluvias, la fertilidad del suelo y la fecundidad del ganado (cf. v. 12[14]). Cf. vv. 7[9],10(12),13(15). Contra esta falsa creencia, Oseas insiste en señalar que el Señor es el único dispensador de todos esos bienes. los que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas.”
6. 6 (8) »Por eso cerraré con espinos su camino y pondré una cerca a su alrededor, para que no encuentre sus senderos.
7. 7 (9) Seguirá a sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los encontrará. Dirá entonces: “Volveré a mi primer marido, pues con él me iba mejor que ahora.”
8. 8 (10) »Pero ella no reconoció que yo era quien le daba el trigo, el vino y el aceite; que yo era quien le aumentaba la plata y el oro con que fabricó sus ídolos.
9. 9 (11) Por lo tanto, volveré y tomaré mi trigo y mi vino en el tiempo de su cosecha, y recogeré mi lana y mi lino, que le había dado para cubrirse.#2.8-9(2.10-11) Aquí se alude probablemente a la prosperidad que alcanzó el reino de Israel en tiempos de Jeroboam II (véase Am 1.1 nota). El pueblo entendió, equivocadamente, que esa prosperidad era un don de los dioses de la fertilidad.
10. 10 (12) A la vista de sus amantes pondré su desnudez al descubierto. ¡Nadie la librará de mi mano!
11. 11 (13) Pondré fin a su alegría, a sus fiestas y lunas nuevas, a sus sábados y a todas sus festividades.#2.11(13) Las fiestas anuales (Ex 23.14-19; 34.18-23), las lunas nuevas o fiestas del principio de mes (Nm 28.11-15) y la celebración de los sábados (Ex 20.8-11; 23.12) se habían contaminado con ritos característicos del culto a Baal y por eso eran inaceptables para el Señor. Cf. Is 1.12-15; Am 5.21-23; 8.5.
12. 12 (14) Destruiré sus viñas y sus higueras, de las que ella decía: “Esta es la paga que me dieron mis amantes.” Las convertiré en un matorral, y se las comerán los animales salvajes.
13. 13 (15) Voy a castigarla por el tiempo que pasó ofreciendo incienso a los ídolos, cuando se adornaba con anillos y collares para seguir a sus amantes olvidándose de mí. Yo, el Señor, lo afirmo.
14. 14 (16) »Yo la voy a enamorar: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón.#2.14(16) La llevaré al desierto: Oseas evoca la marcha por el desierto, después de la salida de Egipto, como un tiempo de amorosa intimidad (véanse Jer 2.2 notas c y d). Le hablaré al corazón: véase Is 40.2 nota. Corazón es un concepto clave en Oseas, pues es la fuente del conocimiento, de la ternura y de la misericordia (cf. 7.14; 11.8).
15. 15 (17) Luego le devolveré sus viñas, y convertiré el valle de Acor#2.15(17) El valle de Acor, situado al sudoeste de Jericó, a la entrada de Canaán, fue escenario del pecado y muerte de Acán (Jos 7.24-26). Su nombre significa desastre o desgracia, pero aquí se presenta como un símbolo de esperanza, porque por allí se producirá el retorno de los israelitas a las tierras fértiles de Palestina central. en puerta de esperanza para ella. Allí me responderá como en su juventud, como en el día en que salió de Egipto.
16. 16 (18) Entonces me llamará “Marido mío”, en vez de llamarme “Baal mío”. Yo, el Señor, lo afirmo.
17. 17 (19) Y quitaré de sus labios los nombres de los baales, y jamás volverán a mencionarse.#2.16-17(18-19) En hebreo, el término baal significa señor, dueño o marido, pero utilizado como nombre propio designa al dios cananeo de la fertilidad (véase Jue 2.13 n.). El profeta quiere eliminar incluso el empleo de la palabra baal como nombre común, para acabar con todos los residuos de ese culto pagano. No se trata solamente de acabar con los baales, sino de entablar una nueva relación con el Señor, fundada en el amor. Cf. la palabra baal, en nombres de personas, en 1 Cr 8.33; 9.39-40; y véase 2 S 2.8 nota.
18. 18 (20) »En aquel tiempo haré en favor de Israel una alianza con los animales salvajes, y con las aves y las serpientes; romperé y quitaré de este país el arco, la espada y la guerra, para que mi pueblo descanse tranquilo.#2.18(20) La restauración de Israel incluirá un pacto con los animales (cf. Is 11.6-9) y una paz definitiva y perfecta (cf. Is 2.4). Estos temas tienen rasgos comunes con los que se refieren al futuro reinado del Mesías. Cf. Is 9.5-6; 65.25; Zac 9.9-10; cf. Mc 1.13.
19. 19 (21) Israel, yo te haré mi esposa para siempre, mi esposa legítima, conforme a la ley, porque te amo entrañablemente.
20. 20 (22) Yo te haré mi esposa y te seré fiel, y tú entonces me conocerás como el Señor.#2.19-20(21-22) Aquí reaparece el tema de la unión matrimonial para anunciar un nuevo comienzo en la relación de Dios con Israel, fundamentada esta vez en un amor inquebrantable (6.6; 10.12; 11.3-4). Jeremías desarrollará más tarde este mismo tema y anunciará el nuevo pacto o alianza de Dios con su pueblo. Véase Jer 31.31 nota.
21. 21 (23) Yo, el Señor, lo afirmo: En aquel tiempo yo responderé al cielo, y el cielo responderá a la tierra;
22. 22 (24) la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.#2.22(24) El nombre Jezreel se emplea aquí para designar a Israel, debido a la semejanza entre los dos nombres (véanse Os 1.4 nota; 1.5 nota; 1.11[2.2] nota).
23. 23 (25) Plantaré a mi pueblo en la tierra exclusivamente para mí; tendré compasión de Lo-ruhama, y a Lo-amí#2.23(25) Lo-ruhama... Lo-amí: Véanse Os 1.6 nota; 1.9 n. Se vuelve a utilizar el simbolismo de los nombres, pero en sentido contrario: Antes representaban la ruptura de la alianza; ahora son signos de restauración. le diré: “Tú eres mi pueblo”,#2.23(25) Tú eres mi pueblo: Zac 13.8-9; Ro 9.25; cf. 1 P 2.10. y él me dirá: “¡Tú eres mi Dios!”»