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Isaías 2 DHH94I

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1. Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:#2.1 Este nuevo encabezamiento parece indicar que los caps. 2—5, o parte de ellos, formaban originalmente un documento aparte, incluido más tarde en el libro de Isaías (véase Is 1.1 nota).

2. En los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el templo del Señor. Será el monte más alto, más alto que cualquier otro monte. Todas las naciones vendrán a él;

3. pueblos numerosos llegarán, diciendo: «Vengan, subamos al monte del Señor,#2.3 Monte del Señor: el monte Sión, la colina de Jerusalén donde se encontraba el templo. Véase Sal 2.6 n. al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y podamos andar por sus senderos.»#2.3 Cf. Is 56.6-7; Zac 8.20-22. Porque de Sión saldrá la enseñanza#2.3 La enseñanza: en heb. torá, término que a veces se traduce por ley. Véase Sal 1.2 nota. del Señor, de Jerusalén vendrá su palabra.

4. El Señor juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de pueblos numerosos. Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra.#2.4 Hoces: o podaderas. Esta imagen, que también se encuentra en Miq 4.3, aparece con otro sentido en Jl 3.10.

5. ¡Vamos, pueblo de Jacob, caminemos a la luz del Señor!

6. Señor, has abandonado a tu gente, al pueblo de Jacob; el país está lleno de adivinos venidos del oriente, de magos como entre los filisteos,#2.6 El país... los filisteos: texto probable, heb. oscuro. y se hacen tratos con extranjeros.

7. El país está lleno de oro y plata, de tesoros inmensos; el país está lleno de caballos y de infinidad de carros.

8. ¡Pero también está lleno de ídolos! La gente adora los dioses que ha hecho con sus manos, con sus propios dedos.

9. Se han humillado, se han rebajado. ¡No los perdones!

10. La gente se meterá entre las rocas,#2.10 En Ap 6.15 se alude a este v. y a los vv. 19 y 21. debajo del suelo; se esconderá de la presencia terrible del Señor,#2.10 Presencia... del Señor: Véase 2 Ts 1.9 n. del resplandor de su majestad.

11. Los orgullosos tendrán que bajar la vista; los altaneros se verán humillados. Solo el Señor mostrará su grandeza en aquel día,#2.11 Aquel día: el día del Señor (también en vv. 12,17,20). Según el concepto popular de la época, Dios iba a castigar en ese día a los enemigos de Israel; sin embargo, los profetas del siglo VIII a.C. lo entendieron como el momento en que Dios juzgaría a su propio pueblo (cf. Am 5.18-20).

12. el día en que el Señor todopoderoso actúe contra todo hombre orgulloso y soberbio, contra todo hombre altanero, para humillarlo;

13. contra todos los que se creen cedros del Líbano, altos y elevados, o robles de Basán;#2.13 Líbano: región montañosa de la costa norte de Palestina, famosa por sus cedros. Basán: región situada al nordeste de Palestina, conocida por sus campos fértiles y sus bosques de robles (véase Índice de mapas). Cf. Ez 27.5-6.

14. contra todos los que se creen montes altos o cerros elevados,

15. contra todos los que se creen torres altas o fuertes murallas,

16. contra todos los que se creen naves de Tarsis#2.16 Naves de Tarsis: barcos grandes, de tipo fenicio, usados para el comercio en toda la región del mar Mediterráneo. La expresión se aplicó en sentido general a cualquier nave marítima grande o elegante. Véanse Sal 48.7 n.; Jon 1.3 nota e. o barcos preciosos.

17. Los orgullosos y altaneros serán humillados por completo. Solamente el Señor mostrará su grandeza en aquel día,

18. y acabará con todos los ídolos.

19. Cuando el Señor se levante y llene de terror la tierra, la gente se meterá en las cuevas de las rocas, en los hoyos del suelo; se esconderá de la presencia terrible del Señor, del resplandor de su majestad.#2.19 Véase v. 10 nota. Los lugares rocosos de Palestina tienen muchas cuevas que sirven como refugio.

20. En aquel día el hombre echará sus ídolos a las ratas y a los murciélagos,#2.20 Los ídolos serán abandonados a la compañía de animales que, además de ser impuros (Lv 11.19,29), habitan en sitios oscuros e inaccesibles. esos ídolos de oro y de plata que él mismo se hizo para adorarlos,

21. y se meterá en los huecos de las rocas, en las cuevas de las peñas, para esconderse de la presencia terrible del Señor, del resplandor de su majestad, cuando él se levante y llene de terror la tierra.

22. Dejen de confiar en el hombre, que bien poco es lo que vale. La vida del hombre no es más que un suspiro.

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