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Isaías 22 DHH94I

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1. Profecía acerca del valle de la visión:#22.1 Valle de la visión: frase oscura; posiblemente se refiera al valle de Hinom, al sudoeste de Jerusalén. ¿Qué pasa, que todos suben a las azoteas?

2. Ciudad llena de alboroto y bulla, ciudad amiga de las diversiones, tus muertos no cayeron a filo de espada, no murieron en la guerra;

3. tus jefes salieron todos corriendo, y al huir de los arcos los pusieron presos. Tus hombres más valientes huyeron lejos, pero los pusieron presos.#22.3 Tus hombres más valientes: según una versión antigua; heb. tus hombres que fueron encontrados. Unas inscripciones de Senaquerib atestiguan que algunos soldados de Ezequías desertaron durante el sitio de Jerusalén; quizá el profeta se refiere a esta circunstancia.

4. Por eso dije: Apártense de mí, que quiero llorar con amargura; no traten de consolarme de la catástrofe de mi pueblo.

5. Porque el Señor todopoderoso ha decretado que llegue un día de pánico, de destrucción y aturdimiento en el valle de la visión. Están derribando las murallas; llegan los gritos hasta las montañas.

6. Los elamitas prepararon ya sus flechas, y están montados en sus carros y caballos; los de Quir sacaron sus escudos.#22.6 Acción de los aliados de Asiria en el sitio de Jerusalén. Elamitas: habitantes de Elam (Is 11.11 nota; 21.2 n.). Quir: lugar de ubicación desconocida (no es el de Is 15.1; 16.7).

7. Tus valles más hermosos están llenos de carros, y la caballería ataca la puerta de la ciudad.

8. La defensa de Judá quedó desamparada. En ese día ustedes se fijaron en el depósito de armas de la Casa del Bosque,#22.8 Casa del Bosque: edificio construido por el rey Salomón (1 R 7.2-5; 10.16-17) y usado como arsenal.

9. vieron las muchas grietas que había en la Ciudad de David y llenaron de agua el estanque inferior;

10. inspeccionaron las casas de Jerusalén y derribaron algunas para reforzar la muralla.#22.9-10 La Ciudad de David: la parte fortificada del sudeste de Jerusalén (2 S 5.7).

11. Entre las dos murallas hicieron una cisterna para el agua del estanque viejo.#22.9-11 Los preparativos para abastecer de agua a la ciudad con el fin de resistir el asedio se refieren, probablemente, al canal de Siloé, construido por Ezequías (véase 2 R 20.20 n.). Pero no se fijaron en el que hizo todo aquello, el que desde hace mucho tiempo lo preparó.#22.8-11 La preparación militar no vale nada si no va acompañada de la fe en Dios; los de Jerusalén se fijaron en sus armas, en la fortificación de la ciudad y en el abastecimiento de agua, pero no se fijaron en Dios, el que hizo todo aquello. Véase Is 7.8-9 nota.

12. Ese día el Señor todopoderoso los invitó a ustedes a llorar y a lamentarse, a raparse la cabeza y a ponerse ropas ásperas en señal de dolor.

13. Pero lo que hay es diversión y alegría, matar vacas y ovejas, comer carne y beber vino. «Comamos y bebamos, que mañana moriremos»#22.13 Citado en 1 Co 15.32. —dicen.

14. Y el Señor todopoderoso se me apareció y me aseguró al oído: «No voy a perdonarles este pecado; antes de eso morirán ustedes.» Son palabras del Señor todopoderoso.

15. El Señor todopoderoso me dijo: «Ve a ver a Sebná, mayordomo de palacio, y dile:

16. “¿Qué negocio tienes aquí, o quién te dio el derecho de construirte aquí un sepulcro, de hacerte una tumba en la parte alta y cavarte en la roca un lugar de reposo?#22.16 Los ricos se hacían excavar sepulcros en la roca, para no ser enterrados en el lugar común de los pobres (cf. Jer 26.23).

17. El Señor te va a arrojar muy lejos, como lo hace un hombre robusto. Te agarrará con fuerza,#22.17 El sentido del heb. es dudoso. Otra posible traducción del v. 17: El Señor te va a sacudir, como se sacude una prenda para quitarle los piojos.

18. te hará rodar como una pelota y te arrojará a una tierra inmensa. Allá morirás, allá pararán los carros que eran tu gloria, y serás la vergüenza del palacio de tu señor.

19. Yo te quitaré de tu puesto, te retiraré de tu oficio.

20. »”En ese día llamaré a mi siervo,#22.20 Mi siervo: título honorífico, reservado a los fieles servidores del Señor como Abraham (Gn 26.24), Moisés (Nm 12.7; Jos 1.1), David (2 S 3.18; 7.5) y el mismo Isaías (20.3); también se usa para referirse a aquellos a quienes Dios, como Señor de la historia, ha designado para el cumplimiento de una misión particular (Jer 27.6; 43.10). Cf. Is 42.1. a Eliaquim, hijo de Hilquías;#22.20 Cuando llegó la crisis del año 701 a.C., Eliaquim ya había reemplazado a Sebná, aunque éste continuaba en un puesto inferior (Is 36.3; 37.2).

21. lo vestiré con tu túnica, le pondré tu cinturón de honor y le daré tu autoridad. Será como un padre para los habitantes de Jerusalén y para el pueblo de Judá.

22. En sus hombros le pondré la llave de la casa de David; nadie podrá cerrar lo que él abra ni abrir lo que él cierre.#22.22 Palabras recogidas en Ap 3.7; cf. Mt 16.19. La persona que estaba en posesión de la llave del palacio podía decidir quiénes tenían acceso al rey.

23. Él será como un trono de honor para la familia de su padre. Yo haré que quede firme en su lugar, como si fuera un clavo.

24. En él se podrá colgar todo lo que haya de valioso#22.24-25 Valioso: o pesado. La palabra hebrea tiene ambos significados, y también el de honor. Con este último sentido se encuentra en el v. 23, en un juego de palabras difícil de traducir. Según algunos comentaristas, los vv. 24-25 sugieren que Eliaquim, aprovechándose de su situación, comenzó a beneficiar con cargos y privilegios a sus parientes y amigos. Pero ese favoritismo provocaría su caída, como cae de la pared un clavo cargado con un peso mayor del que puede soportar. En tal caso, los vv. 24-25 habrían sido escritos en fecha posterior a la de los vv. 22-23. en la familia de su padre y de toda su descendencia, toda clase de vajilla pequeña, desde copas hasta jarros.

25. »”En ese día, cederá el clavo que estaba clavado firmemente en su lugar; será arrancado y se caerá, y todas las cosas que de él estaban colgadas, se romperán.”»#22.25 Probable alusión a los funcionarios corruptos, que hundirán a la nación en el caos. Por eso la administración de Eliaquim será, al final, tan desastrosa como la de Sebná (véase Is 22.15-25 n.). Lo afirma el Señor todopoderoso.

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