Isaías 26 DHH94I
1. En ese día se cantará este canto en la tierra de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte; para salvarnos, el Señor levantó murallas y fortificaciones.
2. Abran las puertas#26.2 Abran las puertas: las de la ciudad; cf. Sal 24.7-10; 118.19-20. para que pase una nación justa que se mantiene fiel.
3. Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti.
4. Confíen siempre en el Señor, porque él es refugio eterno.
5. Él hace caer a los orgullosos, y humilla a la ciudad soberbia derribándola hasta el suelo,
6. para que los humildes y los pobres la pisoteen con sus pies.»
7. El camino de los justos es recto; tú, Señor, haces llano su camino.#26.7 Cf. Sal 37.23-24; Pr 20.24.
8. Nosotros también nos sentimos seguros en el camino señalado por tus leyes, Señor. Lo que nuestro corazón desea es pensar en ti.
9. De todo corazón suspiro por ti en la noche; desde lo profundo de mi ser te busco. Cuando tú juzgues la tierra, los hombres aprenderán lo que es justicia.
10. Aunque tengas compasión de los malos, ellos no aprenderán a ser rectos; son perversos en tierra de gente honrada y no tienen en cuenta la grandeza del Señor.
11. Señor, tienes el castigo preparado, pero ellos no quieren darse cuenta; cuando vean tu ardiente amor por tu pueblo, quedarán en ridículo. ¡Ojalá que el fuego de tu ira los devore!#26.11 Cf. Heb 10.27.
12. Señor, tú nos concedes bienestar; eres tú, en verdad, quien realizas todas nuestras obras.#26.12 Eres tú... nuestras obras: otra posible traducción: tú, en verdad, nos tratas conforme a nuestras obras.
13. Señor y Dios nuestro, otros señores han sido nuestros amos, pero solo a ti te reconocemos por Señor.
14. Ellos están muertos, no volverán a vivir; no son más que sombras, y no volverán a levantarse; pues los has castigado, los has destruido, has acabado con todo recuerdo de ellos.#26.14 Nótese el contraste con el v. 19.
15. Tú hiciste crecer la nación, Señor; la hiciste crecer para gloria tuya, extendiste todas las fronteras del país.
16. En la aflicción te buscamos, Señor, cuando nos corriges con un simple murmullo.#26.16 En la aflicción... simple murmullo: traducción probable. Otra posible traducción: Señor, en la angustia causada por tu castigo murmuramos una oración. Heb. oscuro.
17. Delante de ti estábamos, Señor, como cuando a una mujer encinta se le acerca el momento del parto y se retuerce y grita de dolor.
18. Concebimos, sentimos los dolores del parto y dimos a luz, pero no era más que viento. No hemos traído la salvación al país, ni va a nacer gente que pueble el mundo.#26.18 El heb. de la última parte del v. es oscuro.
19. Pero tus muertos sí volverán a vivir, sus cadáveres resucitarán. Los que duermen en la tierra se despertarán y darán gritos de alegría. Porque tú envías tu luz como rocío y los muertos volverán a nacer de la tierra.#26.19 Algunos intérpretes ven en este pasaje la más antigua alusión a la resurrección de los muertos, referida específicamente a los justos (cf. Dn 12.2, que también habla de la resurrección de los malos). Sin embargo, algunos comentaristas opinan que aquí se trata, en sentido figurado, de la restauración de la nación de Israel, como en Ez 37.
20. Ve, pueblo mío, entra en tu casa y cierra las puertas detrás de ti. Escóndete un poco, hasta que pase la ira del Señor.
21. Porque el Señor va a salir de su palacio para castigar por sus pecados a los habitantes de la tierra, y la tierra no ocultará más sus víctimas sino que dejará ver los crímenes cometidos en ella.#26.20-21 Véase vv. 1-21 n. Antes que Dios pueda bendecir a su pueblo, tendrán que recibir su castigo los malvados, ya que la sangre de los asesinados clama desde la tierra (cf. Gn 4.10).