Isaías 29 DHH94I
1. ¡Ay de Ariel, Ariel,#29.1 Este segundo anuncio de desastre, en los vv. 1-14 (véase Is 28.1-6 n.), señala el terrible ataque contra Jerusalén, aunque lleva consigo un mensaje de esperanza (vv. 5-8). Ariel: como nombre propio, sirve aquí para designar Jerusalén. La palabra heb., que también puede significar monte de Dios, aparece en Ez 43.15-16, donde se refiere al altar. la ciudad donde acampó David!#29.1 Donde acampó David: alusión a la conquista de Jerusalén, la antigua ciudad jebusea (2 S 5.6-7). Que pasen unos cuantos años con sus series de fiestas,
2. y yo pondré a Ariel en apuros, y habrá llanto y gemidos. La ciudad será para mí realmente como Ariel.#29.2 Como Ariel: otra posible traducción: como un brasero del altar, haciendo así un juego de palabras (véase v. 1 nota).
3. Enviaré mi ejército para que te rodee, pondré un cerco de fortalezas en tu derredor y levantaré trincheras para atacarte.
4. Quedarás humillada, tendida en el suelo; tu voz parecerá la de un fantasma; tus palabras sonarán como un susurro.
5 6. Pero de repente, en un instante, el Señor todopoderoso castigará a tus enemigos con truenos, terremotos, gran estruendo, tormenta, tempestad e incendios destructores. Tus innumerables enemigos quedarán hechos polvo fino, tus muchos perseguidores serán arrastrados como paja.
7. Todos esos pueblos incontables que hacen la guerra a Ariel, todos los que lo combaten y atacan sus fortificaciones, los mismos que lo oprimen, serán como un sueño o una visión nocturna.
8. Será como cuando un hambriento sueña y cree que está comiendo, pero luego se despierta con el estómago vacío; o como cuando un sediento sueña y cree que está bebiendo, pero luego se despierta con sed y con la garganta reseca. Así sucederá con todos esos innumerables pueblos que atacan el monte Sión.
9. ¡Sigan ustedes siendo estúpidos!#29.9-12 El profeta alaba sarcásticamente la terquedad demostrada por los que saben leer (v. 11) y por los que no saben (v. 12). Cf. Is 6.9-10. ¡Sigan siendo ciegos, sin ver nada! ¡Sigan tambaleándose como borrachos, aunque no hayan tomado bebidas embriagantes!
10. Pues el Señor ha enviado sobre ustedes un sueño profundo. Los profetas son los ojos del pueblo, pero el Señor los ha cubierto con un velo.
11. Toda visión se ha convertido para ustedes en algo así como lo escrito en un pliego enrollado y sellado. Si alguien se lo da a uno que sabe leer y le dice: «Lee esto», él responderá: «No puedo, porque está sellado.»
12. Y si se lo da a uno que no sabe leer y le dice: «Lee esto», él responderá: «No sé leer.»
13. El Señor me dijo: «Este pueblo me sirve de palabra y me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí, y el culto que me rinde son cosas inventadas por los hombres#29.13 Cf. Mt 15.8-9; Mc 7.6-7. y aprendidas de memoria.
14. Por eso, con prodigios y milagros dejaré otra vez maravillado a este pueblo. La sabiduría de sus sabios y la inteligencia de sus inteligentes desaparecerán.»#29.14 Citado en parte en 1 Co 1.19.
15. ¡Ay de aquellos que se esconden del Señor para ocultar sus planes,#29.15 El tercer anuncio de desastre (vv. 15-16; véase Is 28.1-6 n.) parece referirse a los planes de los dirigentes de Judá para sublevarse contra Asiria con la ayuda de Egipto (cf. Is 30.1-2; 31.1-3). Tales planes habrían de fracasar ante la justicia y santidad de Dios (vv. 17-24). que hacen sus maldades en la sombra y dicen: «Nadie nos ve. Nadie se da cuenta»!
16. ¡Qué modo de pervertir las cosas! Como si el barro fuera igual a aquel que lo trabaja. Un objeto no va a decir al que lo hizo: «Tú no me hiciste», ni una pieza de barro al que la fabrica: «No sabes lo que estás haciendo.»#29.16 En su arrogancia, los dirigentes olvidaban que ante Dios son como barro en manos del alfarero (cf. Is 45.9). Este texto se cita en Ro 9.20-21. Cf. también Is 64.8; Jer 18.1-6; Eclo 33.13.
17. Dentro de poco tiempo el bosque se convertirá en campos de cultivo y los campos de cultivo parecerán un bosque.
18. En ese día los sordos podrán oír cuando alguien les lea, y los ciegos podrán ver, libres de oscuridad y de tinieblas.
19. Los humildes volverán a alegrarse en el Señor, los más pobres se gozarán en el Dios Santo de Israel.
20. Se acabarán los insolentes, dejarán de existir los arrogantes y desaparecerán los que solo piensan en hacer el mal,#29.18-20 Nótese el cambio de situación con respecto a la terquedad descrita en los vv. 9-12.
21. esos que acusan de crímenes a otros, y ponen trampas al juez, y con engaños niegan justicia al inocente.
22. Por eso, el Señor, el Dios de Israel, el que rescató a Abraham, dice: «De ahora en adelante Jacob no sentirá vergüenza, ni su rostro se enrojecerá,
23. porque cuando sus descendientes vean lo que he hecho en su pueblo, reconocerán mi santidad y me temerán a mí, el Dios Santo de Israel.
24. Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios, y los murmuradores aceptarán las enseñanzas.»#29.22-24 Cf. Ez 36.22-32.