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Isaías 38 DHH94I

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1. Por aquel tiempo Ezequías cayó gravemente enfermo, y el profeta Isaías, hijo de Amós, fue a verlo y le dijo: —El Señor dice: “Da tus últimas instrucciones a tu familia, porque vas a morir. No te curarás.”

2. Ezequías volvió la cara hacia la pared y oró así al Señor:

3. «Yo te suplico, Señor, que te acuerdes de cómo te he servido fiel y sinceramente, haciendo lo que te agrada.» Y lloró amargamente.

4. El Señor ordenó a Isaías

5. que fuera y le dijera a Ezequías: «El Señor, Dios de tu antepasado David, dice: “Yo he escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a darte quince años más de vida.

6. A ti y a Jerusalén los libraré del rey de Asiria. Yo protegeré esta ciudad.”»

7. Isaías respondió: —Esta es la señal que el Señor te dará en prueba de que te cumplirá su promesa:

8. En el reloj de sol#38.8 El reloj de sol: Podría tratarse de gradas dispuestas en tal forma que la sombra de algún objeto, al dar sobre ellas, marcaba la hora. Véase 2 R 20.11 n. de Ahaz voy a hacer que la sombra del sol retroceda las diez gradas que ya ha bajado. Y la sombra del sol retrocedió las diez gradas que ya había bajado.

9. Cuando el rey Ezequías de Judá sanó de su enfermedad, compuso este salmo:#38.9 Este salmo: véase vv. 1-20 n.

10. Yo había pensado: En lo mejor de mi vida tendré que irme; se me ordena ir al reino de la muerte#38.10 Reino de la muerte: Véanse Sal 6.5(6) n. y el Índice Temático. por el resto de mis días.

11. Yo pensé: Ya no veré más al Señor en esta tierra, no volveré a mirar a nadie de los que viven en el mundo.

12. Deshacen mi habitación, me la quitan, como tienda de pastores. Mi vida era cual la tela de un tejedor, que es cortada del telar. De día y de noche me haces sufrir.

13. Grito de dolor toda la noche, como si un león estuviera quebrándome los huesos. De día y de noche me haces sufrir.#38.12-13 Traducción probable del v. 13 y del final del v. 12; el heb. es oscuro.

14. Me quejo suavemente como las golondrinas, gimo como las palomas. Mis ojos se cansan de mirar al cielo. ¡Señor, estoy oprimido, responde tú por mí!

15. ¿Pero qué podré yo decirle, si él fue quien lo hizo? El sueño se me ha ido por la amargura de mi alma.

16. Aquellos a quienes el Señor protege, vivirán, y con todos ellos viviré yo. Tú me has dado la salud, me has devuelto la vida.#38.15-16 ¿Pero qué podré yo decirle... viviré yo: traducción probable; heb. oscuro.

17. Mira, en vez de amargura, ahora tengo paz. Tú has preservado#38.17 Has preservado: según versiones antiguas; heb. has amado. mi vida de la fosa destructora, porque has perdonado todos mis pecados.

18. Quienes están en el sepulcro no pueden alabarte, los muertos no pueden darte gloria, los que bajan a la fosa no pueden esperar tu fidelidad.#38.18-19 Sal 88.10-12; Eclo 17.27-28; Bar 2.17-18.

19. Solo los que viven pueden alabarte, como hoy lo hago yo. Los padres hablan a sus hijos de tu fidelidad.

20. El Señor está aquí para salvarme. Toquemos nuestras arpas y cantemos todos los días de nuestra vida en el templo del Señor.#38.20 Los vv. 21-22 se han colocado entre los vv. 6 y 7; véase v. 6 n.

21. # 38.21 Los vv. 21-22 se han colocado entre los vv. 6 y 7 (cf. 2 R 20.7-8). Véase Is 38.20 n. Isaías mandó hacer una pasta de higos para que se la aplicaran al rey en la parte enferma, y el rey se curó.

22. Entonces Ezequías preguntó a Isaías: —¿Por medio de qué señal voy a darme cuenta de que puedo ir al templo del Señor?

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