Isaías 43 DHH94I
1. Pero ahora, Israel, pueblo de Jacob, el Señor que te creó te dice: «No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío.
2. Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti.#43.2 El agua y el fuego representan simbólicamente los peligros que deberán afrontar los exiliados al regresar a Jerusalén (cf. Sal 66.12). La mención de estos dos elementos evoca probablemente el paso de los israelitas a través del Mar Rojo (Ex 14.22) y a través de los ardores del desierto (Dt 32.10).
3. Pues yo soy tu Señor, tu salvador, el Dios Santo de Israel. Yo te he adquirido; he dado como precio de rescate a Egipto, a Etiopía y a Sabá,#43.3 He dado como precio de rescate a Egipto, a Etiopía y a Sabá: Esta frase se refiere a los cambios históricos que hicieron posible la liberación de los israelitas cautivos en Babilonia y su retorno a la tierra prometida. No solamente Babilonia, sino también Egipto y la región del alto Nilo cayeron bajo la dominación del Imperio persa, que fue el instrumento utilizado por el Señor para devolver la libertad a su pueblo. Véanse Is 41.2 n. e Índice de mapas.
4. porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo. Para tenerte a ti y para salvar tu vida entrego hombres y naciones.
5. No tengas miedo, pues yo estoy contigo.#43.5 Yo estoy contigo: Véanse las referencias en Ex 3.12 nota. Desde oriente y occidente haré volver a tu gente para reunirla.
6. Diré al norte: “Devuélvelos”, y al sur: “No te quedes con ellos. Trae a mis hijos y mis hijas desde lejos, desde el extremo del mundo,
7. a todos los que llevan mi nombre, a los que yo creé y formé, a los que hice para gloria mía.”
8. »Hagan venir a mi pueblo, que tiene ojos pero está ciego, y tiene oídos pero está sordo.#43.8 El pueblo no tiene ojos ni oídos suficientemente agudos para percibir todo lo que el Señor ha hecho y sigue haciendo en favor de él. Véase Is 42.18 n.
9. Reúnanse todos los pueblos, júntense las naciones. ¿Quién entre ellas había predicho esto, o había anunciado los sucesos pasados? Que presenten testigos#43.9 Que presenten testigos: Esta invitación está dirigida a los falsos dioses de las religiones paganas. El Señor ha entablado un proceso contra ellos (véase Is 41.4 nota) y los desafía a que presenten testigos que puedan darles la razón. Cf. Jer 10.1-11. y prueben tener razón, para que se oiga y se diga que es la verdad.»
10. El Señor afirma: «Ustedes son mis testigos,#43.10 Ustedes son mis testigos: En el proceso contra los falsos dioses, el Señor aduce como testimonio de su poder la obra que realizó en el pasado en favor de Israel y la que está a punto de realizar en favor de los exiliados. Cf. Is 41.17-20; 42.16. mis siervos,#43.10 Mis siervos: Véase Is 42.1 nota. que yo elegí para que me conozcan y confíen en mí y entiendan quién soy. Antes de mí no ha existido ningún dios, ni habrá ninguno después de mí.
11. Solo yo soy el Señor; fuera de mí nadie puede salvar.»
12. El Señor afirma: «Yo lo anuncié y lo proclamé: yo los he salvado; no lo hizo un dios extraño, y ustedes son mis testigos.
13. Desde siempre, yo soy Dios. Nadie puede librar de mi poder. Nadie puede deshacer lo que yo hago.»#43.10-13 Cf. Dt 4.35.
14. El Señor, el Dios Santo de Israel, el que les dio la libertad, dice: «Para salvarlos a ustedes mandaré gente a Babilonia y haré abrir todas las puertas, y la alegría de los caldeos se convertirá en dolor.#43.14 Y haré abrir... en dolor: traducción probable. Heb. oscuro.
15. Yo soy el Señor, el creador de Israel, el Dios Santo y rey de ustedes.»
16. El Señor abrió un camino a través del mar, un sendero por entre las aguas impetuosas;
17. hizo salir todo un poderoso ejército, con sus carros y caballos, para destruirlo. Quedaron derribados y no pudieron levantarse; se acabaron como mecha que se apaga.#43.16-17 Cf. Ex 14.13-31.
18. Ahora dice el Señor a su pueblo: «Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado.
19. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer.#43.18-19 Nótese la contraposición entre las cosas del pasado y lo nuevo que está a punto de aparecer. Las cosas del pasado son las acciones que el Señor realizó antiguamente, especialmente el éxodo, que hizo posible la liberación de los israelitas esclavizados en Egipto. Lo nuevo es la liberación prometida a los cautivos en Babilonia, que el profeta describe como un nuevo éxodo, más espectacular y glorioso que el antiguo. Cf. Is 52.11-12. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril.
20. Me honrarán los animales salvajes, los chacales y los avestruces, porque hago brotar agua en el desierto, ríos en la tierra estéril, para dar de beber a mi pueblo elegido,#43.19-20 Cf. Ex 17.1-7; Is 35.6-8; 41.18; 44.3-4.
21. el pueblo que he formado para que proclame mi alabanza.#43.16-21 Cf. Jer 16.14-15; 23.7-8.
22. »Pero tú, Israel, pueblo de Jacob, no me invocaste, sino que te cansaste de mí.
23. No me ofreciste holocaustos de ovejas ni me honraste con sacrificios. Yo no te cansé pidiéndote ofrendas, ni te molesté exigiéndote incienso.
24. No has tenido que comprar caña aromática para traérmela como ofrenda, ni has tenido que complacerme con la grasa de animales sacrificados. Por el contrario, me cansaste con tus pecados; me molestaste con tus maldades.
25. »Pero yo, por ser tu Dios, borro tus crímenes y no me acordaré más de tus pecados.
26. Si tienes algo contra mí, sometámoslo a juicio. Trae tus argumentos, a ver si sales inocente.
27. Tu primer antepasado pecó,#43.27 Tu primer antepasado pecó: alusión a Jacob, el antepasado de las doce tribus de Israel. Para dejar fuera de duda que el exilio fue un castigo merecido (cf. v. 26), el Señor recuerda que la propensión de Israel al pecado se puso de manifiesto desde los comienzos de su historia. Al pecado de Jacob se hace referencia también en Jer 9.4(3); Os 12.3(4). Cf. Gn 25.26; 27.36. tus maestros se rebelaron contra mí,
28. tus gobernantes profanaron mi templo;#43.28 Tus gobernantes profanaron mi templo: según versiones antiguas. Heb. yo profané a los gobernantes del templo. por eso dejé que Israel, el pueblo de Jacob, fuera destruido e insultado.