Isaías 52 DHH94I
1. Despierta, Sión,#52.1 Sión: Véase Sal 2.6 n. despierta, ármate de fuerza;#52.1 Cf. Is 51.17. Jerusalén, ciudad santa,#52.1 Ciudad santa: Véase Is 48.2 n. vístete tu ropa más elegante, porque los paganos, gente impura, no volverán a entrar en ti.#52.1 Los paganos... entrar en ti: alusión a la destrucción de Jerusalén, llevada a cabo por el ejército de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el 587 a.C. Cf. 2 R 25.1-21; véanse también Sal 74 nota; Sal 79 nota.
2. Levántate, Jerusalén, sacúdete el polvo, siéntate en el trono. Sión, joven prisionera, quítate ya el yugo del cuello.#52.2 Quítate ya el yugo del cuello: Jeremías había anunciado que el reino de Judá y los reinos vecinos iban a estar sometidos por un tiempo al yugo del rey de Babilonia (cf. Jer 27.1-8). Aquí, por el contrario, se anuncia que ha llegado el momento de desatar ese yugo.
3. El Señor dice: «Ni un centavo recibí cuando ustedes fueron llevados como esclavos; pues ni un centavo daré ahora que yo los rescate.#52.3 El Señor no vendió a su pueblo como esclavo (véase Is 50.1 n.). Por eso no tiene que pagar nada a nadie para liberarlo.
4. Al principio mi pueblo fue a Egipto y vivió allí como extranjero;#52.4 Cf. Gn 46.1-7; Dt 26.5. después Asiria lo oprimió sin motivo.#52.4 Cf. 2 R 17.3-6; 18.13—19.37; Is 10.5.
5. Y ahora, ¿qué es lo que veo? Sin motivo se han llevado mi pueblo a Babilonia. Quienes lo dominan, gritan orgullosos#52.5 Cf. Sal 137; Ro 2.24. y me ofenden sin cesar.
6. Pero vendrá el día en que mi pueblo reconozca y sepa que yo, que le he hablado, soy el Señor.»
7. ¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas al que trae buenas noticias, al que trae noticias de paz,#52.7 Cf. Nah 1.15(2.1); Ro 10.15; Ef 6.15. al que anuncia la liberación y dice a Sión: «Tu Dios es rey»!#52.7 ¡Tu Dios es rey!: Cf. Sal 47.2(3),7(8); 93.1; 96.10; 97.1; 98.6; 99.1.
8. ¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz y a una dan gritos de triunfo, porque ven con sus propios ojos cómo vuelve el Señor a Sión.#52.8 Cf. Is 40.9-11.
9. ¡Estallen en gritos de triunfo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo, ha liberado a Jerusalén!#52.9 Sobre la promesa de la restauración del pueblo de Israel, véase Is 40.1 n.
10. El Señor ha mostrado su poder a la vista de todas las naciones. Por toda la tierra se sabrá que nuestro Dios nos ha salvado.#52.10 Acerca de la manifestación universal de Dios, véase Is 40.5 n.
11. ¡Salgan, salgan ya de Babilonia, no toquen nada impuro,#52.11 Cf. 2 Co 6.17. salgan ya de Babilonia! ¡Consérvense limpios los que transportan los utensilios del Señor!#52.11 Los que transportan los utensilios del Señor: es decir, los sacerdotes encargados de llevar de nuevo a Jerusalén los objetos sagrados que Nabucodonosor se había llevado a Babilonia como botín de guerra. Cf. Esd 1.7.
12. Pero no tendrán que salir a toda prisa, no tendrán que salir huyendo, porque el Señor, el Dios de Israel, los protegerá por todos lados.#52.12 El éxodo de Egipto se había realizado a toda prisa y en medio del temor (cf. Ex 12.11,33-34; Dt 16.3). La salida de Babilonia, en cambio, no será una fuga precipitada sino un retorno triunfal a la tierra prometida. Cf. Is 41.17-20.
13. Mi siervo tendrá éxito, será levantado y puesto muy alto.
14. Así como muchos se asombraron de él, al ver su semblante, tan desfigurado que había perdido toda apariencia humana,
15. así también muchas naciones se quedarán admiradas; los reyes, al verlo, no podrán decir palabra, porque verán y entenderán algo que nunca habían oído.#52.15 Cf. Ro 15.21.