Isaías 54 DHH94I
1. Da gritos de alegría, mujer estéril y sin hijos;#54.1-17 La humillación y restauración de Jerusalén se expresa con una serie de imágenes de una gran fuerza poética: la mujer estéril va a ser madre de una gran multitud (vv. 1-3); la que había quedado viuda va a ser nuevamente desposada por el Señor (vv. 4-5); la que había sido abandonada va a experimentar otra vez la compasión, la bondad y el amor del Señor (vv. 6-10); la que había sido azotada o destruida va a ser reconstruida con magnificencia (vv. 11-12); la que había sido oprimida va a estar protegida de sus agresores y a vivir en paz y sin temor (vv. 13-17). estalla en cantos de gozo, tú que nunca has dado a luz, porque el Señor dice: «La mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo.»#54.1 Cf. Gl 4.27.
2. Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives; alarga las cuerdas, clava bien las estacas,
3. porque te vas a extender a derecha e izquierda; tus descendientes conquistarán muchas naciones y poblarán las ciudades ahora desiertas.
4. No tengas miedo, no quedarás en ridículo; no te insultarán ni tendrás de qué avergonzarte. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no te acordarás más de la deshonra de tu viudez,
5. porque tu creador te tomará por esposa. Su nombre es Señor todopoderoso; tu redentor es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra.
6. Eras como una esposa joven abandonada y afligida, pero tu Dios te ha vuelto a llamar y te dice:#54.5-8 Cf. Ez 16; Os 1—3.
7. «Por un corto instante te abandoné, pero con bondad inmensa te volveré a unir conmigo.#54.7-8 Cf. Sal 30.5(6); Is 60.10; Lm 3.31-33.
8. En un arranque de enojo, por un momento, me oculté de ti, pero con amor eterno te tuve compasión.» Lo dice el Señor, tu redentor.
9. «Así como juré a Noé, cuando el diluvio, no volver a inundar la tierra,#54.9 Cf. Gn 9.8-17. así juro ahora no volver a enojarme contigo ni volver a amenazarte.
La nueva Jerusalén10. Aunque las montañas cambien de lugar y los cerros se vengan abajo, mi amor por ti no cambiará ni se vendrá abajo mi alianza de paz.»#54.10 Cf. Jer 31.35-36; 32.40; Mc 13.31. Lo dice el Señor, que se compadece de ti.
11. «¡Desdichada ciudad, azotada por la tempestad, sin nadie que te consuele! Yo pondré tus piedras sobre azabache y tus cimientos sobre zafiro;#54.11-12 Cf. Ap 21.18-21.
12. de rubíes haré tus torres y de berilo tus puertas, y de piedras preciosas todas tus murallas.
13. Yo instruiré a todos tus hijos;#54.13 Cf. Jn 6.45. todos ellos tendrán gran bienestar.
14. La justicia te hará fuerte, quedarás libre de opresión y miedo, y el terror no volverá a inquietarte.
15. Si alguien te ataca, no será por causa mía, pero tú vencerás al que te ataque.
16. »Mira, yo he creado al herrero que aviva el fuego en las brasas y hace armas para diversos usos; yo también he creado al hombre destructor para que cause ruina;
17. pero nadie ha hecho el arma que pueda destruirte. Dejarás callado a todo el que te acuse. Esto es lo que yo doy a los que me sirven: la victoria.» El Señor es quien lo afirma.