Isaías 58 DHH94I
1. El Señor me dijo: «Grita fuertemente, sin miedo, alza la voz como una trompeta; reprende a mi pueblo por sus culpas, al pueblo de Jacob por sus pecados.
2. Diariamente me buscan y están felices de conocer mis caminos, como si fueran un pueblo que hace el bien y que no descuida mis leyes; me piden leyes justas y se muestran felices de acercarse a mí,
3. y, sin embargo, dicen: “¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos, si él no se da cuenta?” El día de ayuno#58.3 En los primeros tiempos, la proclamación de un día de ayuno estaba reservada para los tiempos de calamidad nacional (cf. Jer 36.9; Jl 1.14; 2.12,15); pero después de la destrucción de Jerusalén en el 587 a.C., se establecieron días fijos para dicha práctica (Zac 7.1-7; 8.19). Cf. Lv 23.27. lo dedican ustedes a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores;
4. el día de ayuno lo pasan en disputas y peleas y dando golpes criminales con los puños. Un día de ayuno así, no puede lograr que yo escuche sus oraciones.
5. ¿Creen que el ayuno que me agrada consiste en afligirse, en agachar la cabeza como un junco y en acostarse con ásperas ropas sobre la ceniza? ¿Eso es lo que ustedes llaman “ayuno”, y “día agradable al Señor”?
6. Pues no lo es. El ayuno que a mí me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tiranía;
7. en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes.
8. Entonces brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto. Tu rectitud irá delante de ti y mi gloria te seguirá.
9. Entonces, si me llamas, yo te responderé; si gritas pidiendo ayuda, yo te diré: “Aquí estoy.” Si haces desaparecer toda opresión, si no insultas a otros ni les levantas calumnias,
10. si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía.
11. Yo te guiaré continuamente, te daré comida abundante en el desierto, daré fuerza a tu cuerpo y serás como un jardín bien regado, como un manantial al que no le falta el agua.
Sobre el sábado12. Tu pueblo reconstruirá las viejas ruinas y afianzará los cimientos puestos hace siglos. Llamarán a tu pueblo: “reparador de muros caídos”, “reconstructor de casa en ruinas”.
13. «Respeta el sábado;#58.13-14 Respeta el sábado: Cf. Ex 20.8-11; Is 56.2; Jer 17.19-27. no te dediques a tus negocios en mi día santo. Considera este día como día de alegría, como día santo del Señor y digno de honor; hónralo no dedicándote a tus asuntos, ni buscando tus intereses y haciendo negocios.
14. Si haces esto, encontrarás tu alegría en mí, y yo te llevaré en triunfo sobre las alturas del país y te haré gozar de la herencia de tu padre Jacob.» El Señor mismo lo ha dicho.