Santiago 4 DHH94I
1. ¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior.
2. Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios;
3. y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres.
4. ¡Oh gente infiel!#4.4 Gente infiel: Lit. adúlteras; en los libros proféticos del AT, la infidelidad matrimonial simboliza la infidelidad a Dios por parte de la nación de Israel, vista como esposa del Señor (Is 1.21; Jer 3.6-10,20; Ez 16; Os 2.2 [4]; 9.1). ¿No saben ustedes que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.#4.4 Amigo del mundo: Véase Jn 1.10 n.; cf. Ro 8.7; 1 Jn 2.15-16.
5. Por algo dice la Escritura: «Dios ama celosamente el espíritu que ha puesto dentro de nosotros.»#4.5 Referencia a un texto desconocido. El sentido más probable es que Dios tiene amor celoso por el hombre (cf. Ex 20.5; Dt 4.24; Zac 8.2). Otras traducciones menos probables son: «El Espíritu (Santo) que Dios hizo habitar dentro de nosotros ama celosamente», o «El espíritu (humano) que Dios puso dentro de nosotros tiene deseos envidiosos.»
6. Pero Dios nos ayuda más con su bondad, pues la Escritura dice: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con bondad a los humildes.»#4.6 Pr 3.34 (gr.); citado también en 1 P 5.5 (cf. Stg 4.10; Mt 23.12).
7. Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y este huirá de ustedes.
8. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! ¡Purifiquen sus corazones, ustedes que quieren amar a Dios y al mundo a la vez!#4.8 Ustedes que... a la vez: Lit. ustedes los de doble ánimo. Véase Stg 1.8 n.
9. ¡Aflíjanse, lloren y laméntense! ¡Que su risa se cambie en lágrimas y su alegría en tristeza!
10. Humíllense delante del Señor, y él los enaltecerá.#4.10 Véanse referencias en 4.6 n.
11. Hermanos, no hablen mal unos de otros.#4.11 Probable alusión a Lv 19.16. El que habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas a la ley, te haces juez de ella en vez de obedecerla.
No hacer planes con orgullo12. Solamente hay uno que ha dado la ley y al mismo tiempo es Juez, y es aquel que puede salvar o condenar; tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?#4.11-12 Cf. Mt 7.1-2; Lc 6.37-38; Ro 14.4.
13. Ahora oigan esto, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y allí pasaremos un año haciendo negocios y ganando dinero»,
14. ¡y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida!#4.13-14 ¡Y ni siquiera... de su vida!: otra posible traducción: ¡y ni siquiera saben qué pasará mañana ni qué será de su vida! (Cf. Pr 27.1.) Ustedes son como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece.#4.14 Cf. Job 7.7; Sal 39.5 (6); 102.3 (4); 144.4; Sab 2.4; 5.9-13.
15. Lo que deben decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.»
16. En cambio, ustedes insisten en hablar orgullosamente; y todo orgullo de esa clase es malo.
17. El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.#4.17 Cf. Lc 12.47.