Santiago 5 DHH94I

1. ¡Oigan esto, ustedes los ricos! ¡Lloren y griten por las desgracias que van a sufrir!

2. Sus riquezas están podridas; sus ropas, comidas por la polilla.

3. Su oro y su plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra ustedes y los destruirá como fuego.#5.3 Se refiere al día del juicio final, cuando de nada habrán de servir las posesiones materiales. Han amontonado riquezas en estos días, que son los últimos.

4. El pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores.#5.4 Alusión a Lv 19.13. Cf. Dt 24.14-15; Jer 22.13; Eclo 4.2-6; 35.17.

5. Aquí en la tierra se han dado ustedes una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza!#5.5 Cf. Jer 12.3; 25.34.

6. Ustedes han condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia.#5.6 Pr 1.11-13; Sab 2.10-20.

7. Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia.#5.7 Las temporadas de lluvia: Lit. las lluvias tempranas y las tardías, o sea, las de otoño y primavera respectivamente (Dt 11.14; Jer 5.24).

8. Ustedes también tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor.#5.8 Alusión a la venida gloriosa del Señor: Mt 24.30; 1 Ts 4.13-17.

9. Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el Juez está ya a la puerta.#5.9 El Juez puede ser Cristo (v. 8; cf. Mt 25.31; Hch 10.42) o Dios mismo (4.12; cf. Ro 2.16; Heb 12.23).

10. Hermanos míos, tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

11. Pues nosotros consideramos felices a los que soportan con fortaleza el sufrimiento. Ustedes han oído cómo soportó Job sus sufrimientos, y saben de qué modo lo trató al fin el Señor,#5.11 Job 1.21-22; 2.10; 42.10-17. porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.#5.11 Ex 34.6; Sal 103.8; 111.4; Eclo 2.11.

12. Sobre todo, hermanos míos, no juren: ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Cuando digan «sí», que sea sí; y cuando digan «no», que sea no, para que Dios no los condene.#5.12 Cf. Eclo 23.9; Mt 5.34-37.

13. Si alguno de ustedes está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas.

14. Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos#5.14 Ancianos: es decir, los que presiden la comunidad; véase Hch 11.30 n. de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite.#5.14 El aceite de oliva se usaba como medicina (cf. Lc 10.34); aquí se trata de un rito religioso, en el nombre del Señor, acompañado de la oración, para obtener del Señor la curación del enfermo (cf. Mc 6.13) y el perdón de los pecados (cf. Mt 9.1-8).

15. Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.#5.15 Cf. Mc 16.18.

16. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados.#5.16 Cf. Pr 28.13; Eclo 4.25-26. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder.

17. El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera, dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio.#5.17 1 R 17.1; 18.1; Eclo 48.2-3; Lc 4.25.

18. Después, cuando oró otra vez, volvió a llover, y la tierra dio su cosecha.

19. Hermanos míos, si alguno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver,

20. sepan ustedes que cualquiera que hace volver al pecador de su mal camino, lo salva#5.20 Lo salva: otra posible traducción: se salva (Lit. salvará su alma o su vida). de la muerte y hace que muchos pecados sean perdonados.#5.20 Muchos pecados: Probablemente debe entenderse en sentido general, sin especificar de quién son. Cf. Pr 10.12; 1 P 4.8.