Logo
🔍

Santiago 5 NBLA

«

1. ¡Oigan ahora, ricos! Lloren y aúllen por las miserias que vienen sobre ustedes.

2. Sus riquezas se han podrido y sus ropas están comidas de polilla.

3. Su oro y su plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra ustedes y consumirá su carne como fuego. Es en los últimos días que han acumulado tesoros.

4. Miren, el jornal de los obreros que han segado sus campos y que ha sido retenido por ustedes, clama contra ustedes. El clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.

5. Han vivido lujosamente sobre la tierra, y han llevado una vida de placer desenfrenado. Han engordado sus corazones en el día de la matanza.

6. Han condenado y dado muerte al justo. Él no les hace resistencia.

7. Por tanto, hermanos, sean pacientes hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.

8. Sean también ustedes pacientes. Fortalezcan sus corazones, porque la venida del Señor está cerca.

9. Hermanos, no se quejen unos contra otros, para que no sean juzgados. Ya el Juez está a las puertas.

10. Hermanos, tomen como ejemplo de paciencia y aflicción a los profetas que hablaron en el nombre del Señor.

11. Miren que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Han oído de la paciencia de Job, y han visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo y misericordioso.

12. Y sobre todo, hermanos míos, no juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento. Antes bien, sea el sí de ustedes, sí, y su no, no, para que no caigan bajo juicio.

13. ¿Sufre alguien entre ustedes? Que haga oración. ¿Está alguien alegre? Que cante alabanzas.

14. ¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor.

15. La oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados.

16. Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.

17. Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.

18. Oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

19. Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver,

20. sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.