Jeremías 31 DHH94I
1. El Señor afirma: «En ese tiempo yo seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo.»#31.1 Yo seré el Dios... mi pueblo: Véanse las referencias en Jer 7.23 n.
2. El Señor dice: «En el desierto me mostré bondadoso#31.2 Acerca del desierto como lugar del encuentro y del reencuentro con Dios, cf. Jer 2.1-3; Os 2.14(16). con el pueblo que escapó de la muerte. Cuando Israel buscaba un lugar de descanso,
3. yo me aparecí a él#31.3 Yo me aparecí a él: según la versión griega (LXX). Heb. el Señor se me apareció. de lejos. Yo te he amado con amor eterno;#31.3 Yo te he amado con amor eterno: Esta frase explica toda la historia del pueblo de Dios: la elección de que fue objeto por parte del Señor (cf. Dt 7.7-8), los repetidos llamados a la conversión (cf. Jer 4.1-4), el perdón de sus infidelidades y pecados (cf. Jer 31.34) y las promesas de su futura restauración (cf. Jer 30.10). Cf. Os 11.1,3-4,8-9. por eso te sigo tratando con bondad.
4. Te reconstruiré, Israel. De nuevo vendrás con panderetas a bailar alegremente.
5. Volverás a plantar viñedos#31.5 La viña tarda varios años en dar frutos; por lo tanto, la promesa de volver a plantar viñedos sugiere la idea de un largo período de paz y seguridad. Cf. Is 65.21; Am 9.14. en las colinas de Samaria,#31.5 Samaria, capital del reino del norte (véase 1 R 16.16 n.), destruida por los asirios en el año 721 a.C. (cf. 2 R 17.3-6). Las promesas contenidas en este «Libro de la Consolación» (véase Jer 30.1-9 n.) se refieren no sólo al reino de Judá sino también al de Israel (cf. Jer 30.4). y los que planten viñas gozarán de sus frutos.
6. Porque vendrá un día en que los centinelas gritarán en las colinas de Efraín:#31.6 Efraín era la más importante entre las tribus del norte, y su nombre se utiliza con frecuencia para designar a todo el reino de Israel. Cf. Os 4.17-18; 5.3; 7.8; 11.3,8. “Vengan ustedes, vamos a Sión, al Señor nuestro Dios.”»#31.6 La decisión de subir al monte Sión (véase Sal 2.6 n.), para rendir culto al Señor en el templo de Jerusalén, es la señal de la reunificación de las doce tribus después de haber estado separadas durante siglos (véase 1 R 12.1-24 n.).
7. El Señor dice: «Canten de gozo y alegría por el pueblo de Jacob, la principal entre todas las naciones. Hagan oír sus alabanzas y digan: “El Señor salvó a su pueblo,#31.7 El Señor salvó a su pueblo: según algunas traducciones antiguas. Heb. Salva, Señor, a tu pueblo. lo que quedaba de Israel.”
8. Voy a hacerlos volver del país del norte, y a reunirlos del último rincón del mundo. Con ellos vendrán los ciegos y los cojos, las mujeres embarazadas y las que ya dieron a luz; ¡volverá una enorme multitud!
9. Vendrán orando y llorando. Yo los llevaré a corrientes de agua, por un camino llano, donde no tropiecen. Pues soy el padre de Israel, y Efraín#31.9 Nótese el paralelismo entre Israel y Efraín, utilizados aquí como términos sinónimos (véase Introducción a los Salmos [2] [a]). es mi hijo mayor.#31.9 Hijo mayor: En la familia israelita, el primogénito gozaba de numerosos privilegios y era objeto de consideración especial. Cf. Gn 27; Ex 4.22; 13.11-16; Lc 2.22-23.
10. »Naciones, escuchen la palabra del Señor y anuncien en las costas lejanas: “El Señor dispersó a Israel, pero lo reunirá y lo cuidará como cuida el pastor a sus ovejas.”
11. Porque el Señor rescató al pueblo de Jacob, lo libró de una nación más poderosa.#31.11 Cf. Is 49.25-26.
12. »Vendrán y cantarán de alegría en lo alto de Sión, se deleitarán con los beneficios del Señor: el trigo, el vino y el aceite, las ovejas y las reses. Serán como una huerta bien regada, y no volverán a perder las fuerzas.
13. Las muchachas bailarán alegremente, lo mismo que los jóvenes y los viejos. Yo les daré consuelo: convertiré su llanto en alegría, y les daré una alegría mayor que su dolor.
14. Haré que los sacerdotes coman los mejores alimentos y que mi pueblo disfrute en abundancia de mis bienes. Yo, el Señor, lo afirmo.»
15. El Señor dice: «Se oye una voz en Ramá,#31.15 Ramá: población situada a unos 8 km. al norte de Jerusalén, en el territorio de la tribu de Benjamín. Véase 1 S 1.1 nota. de alguien que llora amargamente. Es Raquel,#31.15 Raquel era la esposa preferida de Jacob (cf. Gn 29.15-30), madre de José y de Benjamín (Gn 30.22-24; 35.16-18). que llora por sus hijos, y no quiere ser consolada porque ya están muertos.»#31.15 Texto citado en Mt 2.18.
16. Pero el Señor le dice: «Raquel, no llores más; ya no derrames tus lágrimas, pues tus penas tendrán su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo. Yo, el Señor, lo afirmo.
17. Hay una esperanza para tu futuro: tus hijos volverán a su patria. Yo, el Señor, lo afirmo.
18. He oído al pueblo de Efraín quejarse amargamente: “Yo era como un novillo sin domar, pero tú me has domado; hazme volver a ti, pues tú eres el Señor, mi Dios.
19. Yo me aparté de ti, pero estoy arrepentido; he reconocido mi pecado y me doy golpes en el muslo;#31.19 Los golpes en el muslo (o golpes en la ingle) eran una señal de duelo y de pesar. me siento avergonzado y humillado por los pecados de mi juventud.”
20. »El pueblo de Efraín#31.20 Efraín: Véase Jer 31.6 nota. es para mí un hijo amado; es el hijo que más quiero. Aun cuando lo reprendo, no dejo de acordarme de él; mi corazón se conmueve y siento por él gran compasión. Yo, el Señor, lo afirmo.#31.20 Cf. Os 11.8-9.
21. »Israel, marca con señales el camino, para que vuelvas a encontrarlo fácilmente; fíjate bien en el camino que anduviste. ¡Vuelve, pueblo de Israel, vuelve a tus ciudades!
Prosperidad futura de Israel22. ¿Hasta cuándo vas a ir de un lado a otro, como una hija descarriada? Yo, el Señor, he creado algo nuevo en este mundo: una mujer que corteja a un hombre.»#31.22 Una mujer que corteja a un hombre: traducción poco segura de un texto oscuro, que se ha interpretado de diversas maneras. Probablemente se refiere a una realidad sorprendente y difícil de creer: lo nuevo creado por Dios podría ser una intervención divina que supera la imaginación humana.
23. El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: «Cuando yo cambie la suerte de la gente de Judá,#31.23 Respecto de la expresión cambié la suerte, véanse las referencias en Jer 29.14 n. y ellos estén de nuevo en su tierra y en sus ciudades, dirán otra vez: “¡Que el Señor bendiga este monte santo#31.23 Monte santo: es decir, el monte Sión, donde había sido erigido el templo de Jerusalén. Véase Sal 2.6 n. donde habita la justicia!”
24. La gente de Judá y de sus ciudades, los agricultores y los pastores de rebaños vivirán ahí.
25. Pues daré de comer y de beber en abundancia a los que estén cansados y sin fuerzas.»
26. En esto me desperté y abrí los ojos. Mi sueño me agradó.#31.26 Acerca de los sueños como uno de los medios utilizados por Dios para comunicar su palabra, véase 1 R 3.5 n.; cf. también Jer 23.25. En el caso presente, el sueño resulta agradable porque transmite un mensaje de esperanza para el pueblo de Dios.
27. El Señor afirma: «Vendrá un día en que haré que hombres y animales abunden en Israel y en Judá.
28. Y así como estuve atento para arrancar, derribar, echar abajo, destruir y causar daños, así también estaré vigilante#31.28 Estaré vigilante: Véase Jer 1.11-12 n. para construir y plantar.#31.28 Arrancar... y plantar: Véase Jer 1.10 n. Yo, el Señor, lo afirmo.
29. »En aquel tiempo no volverá a decirse: “Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes.”
30. Porque será que a quien coma uvas agrias, a ese se le destemplarán los dientes. Cada cual morirá por su propio pecado.»#31.29-30 El principio expuesto en estos vv. será objeto de amplio desarrollo en Ez 18.1-20. Véase Dt 24.16 n.; cf. 2 R 14.6.
31. El Señor afirma: «Vendrá un día en que haré una nueva alianza#31.31 Nueva alianza: El mensaje de esperanza contenido en el «Libro de la consolación» (véase Jer 30.1-9 n.) llega a su punto culminante con este anuncio de un nuevo pacto o alianza del Señor con Israel. La antigua alianza se había roto a causa de los pecados e infidelidades del pueblo. Pero ahora el Señor anuncia un nuevo comienzo: él no sólo va a sustituir la alianza sellada en el Sinaí por una nueva, sino que va a transformar el interior de cada uno, a fin de hacerlo dócil a la voluntad de Dios e infundirle el deseo de no apartarse nunca más de él. Esta inquebrantable fidelidad al Señor hará que el nuevo pacto sea también una alianza eterna (Jer 32.40). con Israel y con Judá.#31.31 Cf. Mc 14.24; 1 Co 11.25; 2 Co 3.6.
32. Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza,#31.32 Quebrantaron mi alianza: La alianza del Sinaí imponía a Israel la obligación de cumplir fielmente la voluntad de Dios, expresada de modo especial en los mandamientos y prescripciones de la ley mosaica. Al no cumplir con esta obligación, Israel había hecho que la alianza quedara reducida a letra muerta. a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo.
33. Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente.#31.33 Citado en Heb 10.16. Este v. especifica la auténtica novedad de la alianza prometida para el futuro: la ley del Señor ya no estará escrita en tablas de piedra (cf. Ex 24.12; 31.18; 34.1; Dt 4.13) sino en corazones humanos (2 Co 3.3). Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.#31.33 Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo: Véanse las referencias en Jer 7.23 n. Yo, el Señor, lo afirmo.
34. Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan,#31.34 Me conozcan: Acerca del significado bíblico del verbo conocer, véanse Gn 2.9 nota; Jer 1.5 nota. porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados.#31.34 El perdón de los pecados hará que el nuevo pacto sea una alianza de reconciliación. Cf. Is 43.25; 44.22; Jer 50.20; Ez 36.29; Zac 13.1. Yo, el Señor, lo afirmo.»#31.31-34 Este pasaje se cita entero en Heb 8.8-12, y parcialmente en Ro 11.27. Cf. Jer 32.38-40; Heb 10.16-17.
35. El Señor, que puso el sol para alumbrar de día y la luna y las estrellas para alumbrar de noche,#31.35 Cf. Gn 1.16. que hace que el mar se agite y rujan sus olas, que tiene por nombre el Señor todopoderoso, dice:#31.35 Cf. Am 5.8-9.
36. «Si un día llegaran a fallar estas leyes que he establecido, ese día Israel dejaría de ser mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo.
37. Si un día se llegara a medir el cielo y a explorar la tierra hasta sus cimientos, ese día yo rechazaría a Israel por todo lo que ha hecho.#31.36-37 Cf. Jer 33.19-26. Yo, el Señor, lo afirmo.»#31.35-37 Estos vv. confirman la promesa divina de la nueva alianza. El Creador y Señor del universo tiene poder para dar pleno cumplimiento a su palabra, y esto debe ser una fuente de esperanza para su pueblo. Cf. Is 55.10-11.
38. El Señor afirma: «Vendrá un día en que mi ciudad será reconstruida, desde la torre de Hananel hasta la Puerta del Ángulo.
39. Los límites irán, en línea recta, desde allí hasta la colina de Gareb, y luego torcerán hacia Goá.
40. Todo el valle donde se entierra a los muertos y se tira la ceniza, y todos los campos que están encima del arroyo Cedrón hasta el ángulo de la Puerta de los Caballos, al oriente, me estarán consagrados, y todo esto no volverá jamás a ser derribado ni destruido.»#31.38-40 Este oráculo profético señala expresamente los límites de Jerusalén para indicar que toda la ciudad sería reconstruida después de su destrucción en el año 586 a.C. La torre de Hananel se encontraba en el extremo nordeste (Neh 3.1; 12.39; Zac 14.10); la Puerta del Ángulo (llamada también Puerta de la Esquina; cf. 2 R 14.13; 2 Cr 26.9), en el extremo noroeste; el valle de Ben-hinom, al sur (Jer 7.31-32); y el arroyo Cedrón, al este. La Puerta de los Caballos estaba probablemente cerca del sudeste de la ciudad (2 R 11.16; Neh 3.28), y la colina de Gareb y Goá, al sudeste y sudoeste, respectivamente.