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Job 21 DHH94I

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1 2. El mejor consuelo que ustedes pueden darme es escuchar mis palabras.

3. Tengan paciencia mientras hablo, y después, ríanse si quieren.

4. Mi pleito no es con ningún hombre; por eso estoy tan impaciente.

5. Si me ponen atención, se quedarán mudos de miedo.

6. Si yo mismo pienso en ello, me espanto; mi cuerpo se estremece.

7. ¿Por qué siguen con vida los malvados, y llegan a viejos, llenos de poder?

8. Ven crecer a sus hijos y a sus nietos, que a su lado gozan de seguridad.

9. Nada amenaza la paz de sus hogares; Dios no los castiga.#21.7-9 Cf. Sal 73.4; Mal 3.15.

10. Su ganado es siempre fecundo; las crías nunca se malogran.

11. Sus hijos corretean y juegan como corderitos,

12. y alegres bailan y saltan al son del arpa, los tambores y las flautas.

13. Terminan su vida en la prosperidad; bajan tranquilos a la tumba.

14. A Dios le dicen: «¡Déjanos en paz, no queremos conocer tus leyes!

15. ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Qué ganamos con orar ante él?»#21.14-15 Cf. Mal 3.14.

16. (Pero los malvados no son dueños de su bienestar. ¡Lejos de mí pensar como ellos!)#21.16 (Pero los malvados... como ellos!): Este v. interrumpe las palabras de Job, y puede entenderse como objeción de los amigos de Job o como paréntesis destinado al lector.

17. ¿Cuándo se ha apagado la luz de los malvados? ¿Cuándo han caído en la desgracia? ¿Cuándo se ha enojado Dios con ellos y los ha hecho sufrir?

18. ¿Cuándo han sido dispersados como paja que arrastra el viento en sus torbellinos?#21.18 Cf. Sal 1.4.

19. Se dice que Dios hace pagar a los hijos por las faltas de sus padres.#21.19 Cf. Ex 20.5; 34.7; Nm 14.18; Dt 5.9; Jer 31.29; Ez 18.2. Pero es el propio malvado quien debe pagar y escarmentar.#21.19 Cf. Dt 24.16; Jer 31.30; Ez 18.20.

20. Él debe recibir el castigo de la ira del Todopoderoso.

21. ¿Qué le importa lo que pueda pasarle a su familia una vez que él haya muerto?

22. (Pero, ¿quién puede dar lecciones a Dios, que juzga aun a los habitantes del cielo?)#21.22 Véase 21.16 n.

23. Hay quienes llegan a la muerte llenos de vigor, felices y tranquilos,

24. llenos de prosperidad y de salud.

25. Otros, en cambio, viven amargados y mueren sin haber probado la felicidad.

26. Sin embargo, todos en la tumba son iguales;#21.26 Cf. Ec 2.14; 9.2-3. a unos y a otros se los comen los gusanos.

27. Yo sé lo que ustedes piensan de mí y las ideas perversas que tienen.

28. Se preguntan: «¿Dónde ha quedado la casa de aquel malvado tirano?»

29. ¿No han hablado ustedes con la gente que viaja? ¿No han oído las cosas que ellos cuentan:

30. que cuando Dios se enoja, manda una desgracia y al malvado no le pasa nada?

31. Nadie le echa en cara su conducta, nadie le da su merecido.

32 . Y cuando al fin lo llevan a enterrar, todos en cortejo lo acompañan, unos delante y otros detrás, y hacen guardia en el sepulcro, y hasta la tierra es suave para él.

34. ¡Es absurdo que ustedes quieran consolarme! ¡Es mentira todo lo que dicen!

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