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San Juan 12 DHH94I

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1. Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, donde vivía Lázaro, a quien él había resucitado.

2. Allí hicieron una cena en honor de Jesús; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa comiendo con él.

3. María trajo unos trescientos gramos#12.3 Unos trescientos gramos: Lit. una libra. Se trata de la libra romana, equivalente a unos 327 g. de perfume de nardo#12.3 Nardo: Mc 14.3. puro, muy caro, y perfumó los pies#12.3 Perfumó los pies: Véase Lc 7.38 n. de Jesús; luego se los secó con sus cabellos. Y toda la casa se llenó del aroma del perfume.

4. Entonces Judas Iscariote, que era aquel de los discípulos que iba a traicionar a Jesús, dijo:

5. —¿Por qué no se ha vendido este perfume por el equivalente al salario de trescientos días,#12.5 Salario de trescientos días: Véase Jn 6.7 n. para ayudar a los pobres?

6. Pero Judas no dijo esto porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa del dinero,#12.6 Cf. Jn 13.29. robaba de lo que echaban en ella.

7. Jesús le dijo: —Déjala, pues lo estaba guardando para el día de mi entierro.#12.7 Cf. Mt 26.8-12. Sobre el uso de perfumes en los entierros, cf. Jn 19.40.

Conspiración contra Lázaro

8. A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

9. Muchos de los judíos se enteraron de que Jesús estaba en Betania, y fueron allá, no solo para ver a Jesús sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado.

10. Entonces los jefes de los sacerdotes decidieron matar también a Lázaro,#12.10 Cf. Jn 11.53.

11. porque por causa suya muchos judíos se estaban separando de ellos para creer en Jesús.

12. Mucha gente había ido a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Al día siguiente, supieron que Jesús iba a llegar a la ciudad.

13. Entonces cortaron hojas de palmera y salieron a recibirlo, gritando: —¡Hosana!#12.13 ¡Hosana!: Véase Mt 21.9 n. ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!#12.13 Sal 118.25-26; 1 Mac 13.51; cf. Lc 19.38.

14. Jesús encontró un burro y montó en él, como se dice en la Escritura:

15. «No tengas miedo, ciudad de Sión; mira, tu Rey viene montado en un burrito.»

16. Al principio, sus discípulos no entendieron estas cosas; pero después, cuando Jesús fue glorificado,#12.16 Glorificado: Véase Jn 7.39 nota. se acordaron de que todo esto que le habían hecho estaba en la Escritura y se refería a él.

17. La gente que estaba con Jesús cuando él llamó a Lázaro de la tumba y lo resucitó, contaba lo que había visto.

18. Por eso, la gente salió al encuentro de Jesús, porque supieron de la señal milagrosa que había hecho.

Unos griegos buscan a Jesús

19. Pero los fariseos se decían unos a otros: —Ya ven ustedes que así no vamos a conseguir nada. Miren, ¡todo el mundo se va con él!

20. Entre la gente que había ido a Jerusalén a adorar durante la fiesta, había algunos griegos.#12.20 Griegos: extranjeros que simpatizaban con la religión judía. Aquí representan a los no judíos que después creerán en Jesús.

21. Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea,#12.21 Cf. Jn 1.44. Por ser Felipe de esa región, probablemente hablaba griego. y le rogaron: —Señor, queremos ver a Jesús.

22. Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los dos fueron a contárselo a Jesús.

23. Jesús les dijo entonces: —Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.#12.23 La hora... glorificado: Véanse Jn 2.4 nota y 7.39 nota.

24. Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha.

25. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna.#12.24-25 Mt 10.38-39; 16.24-25; Mc 8.34-35; Lc 9.23-24; 14.27; 17.33.

Jesús anuncia su muerte

26. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.

27. »¡Siento en este momento una angustia terrible! ¿Y qué voy a decir? ¿Diré: “Padre, líbrame de esta angustia”? ¡Pero precisamente para esto he venido!#12.27 Cf. Mt 26.36-46; Mc 14.32-42; Lc 22.39-46.

28. Padre, glorifica tu nombre.» Entonces se oyó una voz del cielo, que decía: «Ya lo he glorificado, y lo voy a glorificar otra vez.»

29. La gente que estaba allí escuchando, decía que había sido un trueno; pero algunos afirmaban: —Un ángel le ha hablado.

30. Jesús les dijo: —No fue por mí por quien se oyó esta voz, sino por ustedes.

31. Este es el momento en que el mundo va a ser juzgado, y ahora será expulsado el que manda en este mundo.#12.31 El que manda en este mundo: alusión al diablo (Jn 14.30; 16.11; 2 Co 4.4; Ef 2.1-2; 1 Jn 5.19).

32. Pero cuando yo sea levantado de la tierra,#12.32 Sobre la muerte de Jesús como exaltación, véase Jn 3.14 n. atraeré a todos a mí mismo.

33. Con esto daba a entender de qué forma había de morir.

34. La gente le contestó: —Por la ley#12.34 Ley: referencia a las Escrituras del AT en general. Véanse Jn 10.34 n. y 1 Co 14.21 nota. sabemos que el Mesías vivirá para siempre.#12.34 Sal 89.4 (5),36-37 (37-38); 110.4; Is 9.7 (6); Ez 37.25; Dn 7.14. ¿Cómo, pues, dices tú que el Hijo del hombre tiene que ser levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?

35. Jesús les dijo: —Todavía estará entre ustedes la luz, pero solamente por un poco de tiempo. Anden, pues, mientras tienen esta luz, para que no les sorprenda la oscuridad; porque el que anda en oscuridad, no sabe por dónde va.

Por qué los judíos no creían en Jesús

36. Crean en la luz#12.36 Luz: Véase Jn 1.9 n., y cf. Jn 8.12; 9.4-5. mientras todavía la tienen, para que pertenezcan a la luz.#12.36 Pertenezcan a la luz: Lit. sean hijos de la luz: Véase Jn 8.44 nota  w (cf. Lc 16.8; Ef 5.8; 1 Ts 5.5). Después de decir estas cosas, Jesús se fue y se escondió de ellos.

37. A pesar de que Jesús había hecho tan grandes señales milagrosas delante de ellos, no creían en él;

38. pues tenía que cumplirse lo que escribió el profeta Isaías: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su poder?»

39. Así que no podían creer, pues también escribió Isaías:

40. «Dios les ha cerrado los ojos y ha entorpecido su mente, para que no puedan ver ni puedan entender; para que no se vuelvan a mí, y yo no los sane.»#12.40 Is 6.10 (citado también en Mt 13.14-15 y paralelos; Hch 28.26-27).

41. Isaías dijo esto porque había visto la gloria de Jesús, y hablaba de él.

42. Sin embargo, muchos de los judíos creyeron en Jesús, incluso algunos de los más importantes. Pero no lo decían en público por miedo a los fariseos, para que no los expulsaran de las sinagogas.#12.42 Expulsaran de las sinagogas: Véase 9.22 n.

Las palabras de Jesús juzgarán a la gente

43. Preferían la gloria que dan los hombres a la gloria que da Dios.

44. Jesús dijo con voz fuerte: «El que cree en mí, no cree solamente en mí, sino también en el Padre, que me ha enviado.

45. Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado.#12.44-45 Cf. Mt 10.40; Mc 9.37; Jn 13.10; 14.9.

46. Yo, que soy la luz,#12.46 Luz: Véase Jn 1.9 n. he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.

47. Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien lo condena; porque yo no vine para condenar al mundo, sino para salvarlo.

48. El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien lo condene: las palabras que yo he dicho lo condenarán en el día último.#12.46-48 Jn 3.17-18; 8.12.

49. Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar.

50. Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que yo digo, lo digo como el Padre me ha ordenado.»

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