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San Juan 19 DHH94I

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1. Pilato tomó entonces a Jesús y mandó azotarlo.

2. Los soldados trenzaron una corona de espinas, la pusieron en la cabeza de Jesús y lo vistieron con una capa de color rojo oscuro.#19.2 La corona y la capa simulaban las insignias reales (cf. Mc 15.17).

3. Luego se acercaron a él, diciendo: —¡Viva el Rey de los judíos! Y le pegaban en la cara.

4. Pilato volvió a salir, y les dijo: —Miren, aquí lo traigo, para que se den cuenta de que no encuentro en él ningún delito.

5. Salió, pues, Jesús, con la corona de espinas en la cabeza y vestido con aquella capa de color rojo oscuro. Pilato dijo: —¡Ahí tienen a este hombre!

6. Cuando lo vieron los jefes de los sacerdotes y los guardianes del templo, comenzaron a gritar: —¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Pilato les dijo: —Pues llévenselo y crucifíquenlo ustedes, porque yo no encuentro ningún delito en él.

7. Las autoridades judías le contestaron: —Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se ha hecho pasar por Hijo de Dios.#19.7 Las autoridades judías expresan el verdadero motivo de su decisión contra Jesús (cf. Mt 26.63-66; Mc 14.61-64). Ellos apelan a Lv 24.15-16 (cf. también Jn 5.18; 8.53-54; 10.30-33).

8. Al oír esto, Pilato tuvo más miedo todavía.

9. Entró de nuevo en el palacio y le preguntó a Jesús: —¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le contestó nada.#19.9 Mt 26.63; 27.12,14; Lc 23.9; cf. Is 53.7.

10. Pilato le dijo: —¿Es que no me vas a contestar? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, lo mismo que para ponerte en libertad?

11. Entonces Jesús le contestó: —No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si Dios no te lo hubiera permitido;#19.11 Cf. Jn 3.27; 18.11. por eso, el que me entregó#19.11 El que me entregó alude a las autoridades judías (Jn 18.35) y a Judas (13.2-4). a ti es más culpable de pecado que tú.

12. Desde aquel momento, Pilato buscaba la manera de dejar libre a Jesús; pero los judíos le gritaron: —¡Si lo dejas libre, no eres amigo del emperador! ¡Cualquiera que se hace rey, es enemigo del emperador!

13. Pilato, al oír esto, sacó a Jesús, y luego se sentó#19.13 Y luego se sentó: Algunos traducen Y luego lo sentó (es decir, a Jesús). en el tribunal, en el lugar que en hebreo se llamaba Gabatá, que quiere decir El Empedrado.

14. Era el día antes de la Pascua, como al mediodía.#19.14 Al mediodía: Lit. la hora sexta. Era la hora en que los israelitas, en el templo y en presencia de los sacerdotes, sacrificaban los corderos para la cena de Pascua (cf. Jn 18.28). Pilato dijo a los judíos: —¡Ahí tienen a su rey!

15. Pero ellos gritaron: —¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo! Pilato les preguntó: —¿Acaso voy a crucificar a su rey? Y los jefes de los sacerdotes le contestaron: —¡Nosotros no tenemos más rey que el emperador!

16. Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron.#19.16 Véanse Mt 10.38 n. y Crucifixión, cruz en el Índice temático.

17. Jesús salió llevando su cruz, para ir al llamado «Lugar de la Calavera» (que en hebreo se llama Gólgota).

18. Allí lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, quedando Jesús en el medio.

19. Pilato escribió un letrero que decía: «Jesús de Nazaret, Rey de los judíos», y lo mandó poner sobre la cruz.

20. Muchos judíos leyeron aquel letrero, porque el lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad, y el letrero estaba escrito en hebreo, latín y griego.

21. Por eso, los jefes de los sacerdotes judíos dijeron a Pilato: —No escribas: “Rey de los judíos”, sino escribe: “El que dice ser Rey de los judíos”.

22. Pero Pilato les contestó: —Lo que he escrito, escrito lo dejo.

23. Después que los soldados crucificaron a Jesús, recogieron su ropa y la repartieron en cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también la túnica, pero como era sin costura, tejida de arriba abajo de una sola pieza,

24. los soldados se dijeron unos a otros: —No la rompamos, sino echémosla a suertes, a ver a quién le toca. Así se cumplió la Escritura que dice: «Se repartieron entre sí mi ropa, y echaron a suertes mi túnica.»#19.24 Sal 22.18 (19); cf. Mc 15.24. Esto fue lo que hicieron los soldados.

25. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena.#19.25 Mt 27.55-56; Mc 15.40; Lc 23.49.

26. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho,#19.26 Sobre este discípulo, véase Jn 13.23 nota. dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.

27. Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.#19.27 Con estas palabras, el discípulo a quien él quería mucho es adoptado como el que representará en adelante a Jesús. Lo representará sobre todo como testigo (cf. Jn 19.35). Su testimonio permanece para siempre en la iglesia a través del evangelio (cf. Jn 21.22-24), y así Jesús mismo sigue presente. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa.#19.27 En su casa: otra posible traducción: como madre propia.

28. Después de esto, como Jesús sabía que ya todo se había cumplido, y para que se cumpliera la Escritura,#19.28 Sal 69.21 (22); cf. Sal 22.15 (16). dijo: —Tengo sed.

29. Había allí un jarro lleno de vino agrio.#19.29 Vino agrio: Véase Mt 27.48 n. Empaparon una esponja en el vino, la ataron a una rama de hisopo#19.29 Hisopo: arbusto pequeño, mencionado en el AT para efectuar aspersiones rituales (Lv 14.4-7; Sal 51.7 [9]) y concretamente en la Pascua (Ex 12.22). y se la acercaron a la boca.

La lanzada en el costado de Jesús

30. Jesús bebió el vino agrio, y dijo: —Todo está cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.

31. Era el día antes de la Pascua, y los judíos no querían que los cuerpos quedaran en las cruces durante el sábado, pues precisamente aquel sábado era muy solemne.#19.31 Según la cronología de Jn, la Pascua de aquel año coincidía con el sábado. Por eso le pidieron a Pilato que ordenara quebrar las piernas#19.31 Con esto se aceleraba la muerte de los crucificados. a los crucificados y que quitaran de allí los cuerpos.

32. Los soldados fueron entonces y le quebraron las piernas al primero, y también al otro que estaba crucificado junto a Jesús.

33. Pero al acercarse a Jesús, vieron que ya estaba muerto. Por eso no le quebraron las piernas.

34. Sin embargo, uno de los soldados le atravesó#19.34 Atravesó:: Algunos mss. dicen abrió. el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.#19.34 Este hecho probablemente tiene un sentido simbólico para el evangelista: la sangre indica la muerte, y el agua simboliza la vida que Jesús comunica por el Espíritu (cf. Jn 4.14; 7.37; Heb 13.12; 1 Jn 1.7; 5.6-8).

35. El que cuenta esto es uno que lo vio,#19.35 Uno que lo vio: probablemente el mismo discípulo mencionado en el v. 26 (véase Jn 19.27 nota; cf. Jn 21.24; 1 Jn 1.2). y dice la verdad; él sabe que dice la verdad, para que ustedes también crean.

36. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura que dice: «No le quebrarán ningún hueso.»#19.36 Sal 34.20 (21); cf. Ex 12.46; Nm 9.12. Con esta referencia se presenta a Jesús como el cordero de la Pascua (véase Jn 1.29 n., y cf. 1 Co 5.7).

37. Y en otra parte, la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron.»#19.37 Zac 12.10; cf. Ap 1.7.

38. Después de esto, José, el de Arimatea,#19.38 Arimatea: Cf. Mt 27.57. pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a las autoridades judías. Pilato le dio permiso, y José fue y se llevó el cuerpo.

39. También Nicodemo, el que una noche fue a hablar con Jesús, llegó con unos treinta kilos#19.39 Treinta kilos: Lit. cien libras. Véase Jn 12.3 nota. de un perfume, mezcla de mirra y áloe.#19.39 Mirra y áloe: sustancias aromáticas extraídas de plantas; se colocaban entre las vendas que envolvían el cadáver.

40. Así pues, José y Nicodemo tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas empapadas en aquel perfume, según la costumbre que siguen los judíos para enterrar a los muertos.

41. En el lugar donde crucificaron a Jesús había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo donde todavía no habían puesto a nadie.

42. Allí pusieron el cuerpo de Jesús, porque el sepulcro estaba cerca y porque ya iba a empezar el sábado de los judíos.#19.42 Enterrar era un trabajo que estaba prohibido hacer en sábado.

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