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San Juan 21 DHH94I

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1. Después de esto, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago de Tiberias.#21.1 Lago de Tiberias: Véase Jn 6.1 n. Sucedió de esta manera:

2. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo#21.2 Los hijos de Zebedeo: es decir, Santiago y Juan (véase Mt 4.21 n.). y otros dos discípulos de Jesús.

3. Simón Pedro les dijo: —Voy a pescar.#21.3 Cf. Mt 4.18-22. Ellos contestaron: —Nosotros también vamos contigo. Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada.

4. Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.

5. Jesús les preguntó: —Muchachos, ¿no tienen pescado? Ellos le contestaron: —No.

6. Jesús les dijo: —Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán. Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía.#21.3-6 Cf. el relato de Lc 5.5-6.

7. Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho,#21.7 Sobre este discípulo, véase Jn 13.23 nota. le dijo a Pedro: —¡Es el Señor! Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa,#21.7 Se vistió, porque estaba sin ropa: otra posible traducción: se ciñó la túnica, porque era lo único que llevaba puesto. y se tiró al agua.

8. Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos#21.8 Cien metros escasos: Lit. como doscientos codos. El codo equivalía a unos 45 cm. de la orilla.

9. Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan.

10. Jesús les dijo: —Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar.

11. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió.#21.1-11 Nótese la semejanza de este relato con Lc 5.1-11.

12. Jesús les dijo: —Vengan a desayunarse. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor.

13. Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado.

Palabras de Jesús a Simón Pedro

14. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.

15. Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis corderos.#21.15 La imagen del pastor y las ovejas para referirse al ministerio en la iglesia se encuentra también en Hch 20.28; Ef 4.11; 1 P 5.2.

16. Volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas.

17. Por tercera vez le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó: —Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas.#21.15-17 La triple afirmación de Pedro repara públicamente su triple negación (cf. Jn 18.17,25,27).

18. Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.

El discípulo a quien Jesús quería mucho

19. Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios.#21.18-19 Este anuncio de la muerte de Pedro recuerda el que Jesús hizo de su propia muerte (Jn 12.33; 18.32; cf. también 13.36). Después le dijo: —¡Sígueme!#21.19 Cf. Jn 13.36-38.

20. Al volverse, Pedro vio que detrás venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado a su lado y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?»#21.20 Cf. Jn 13.25.

21. Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: —Señor, y a este, ¿qué le va a pasar?

22. Jesús le contestó: —Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva,#21.22 Hasta que yo vuelva: alusión a la venida gloriosa de Cristo (cf. Mt 16.28; 1 Ts 4.15). ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.

23. Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría. Lo que dijo fue: «Si quiero que él permanezca#21.23 Permanezca: Se usa en un doble sentido: el discípulo no permanece físicamente vivo hasta la venida gloriosa de Cristo, pero permanece a través de su testimonio, es decir, del evangelio (cf. v. 24). Véase Jn 19.27 nota. hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti?»

24. Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas, y que las ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.

25. Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.