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San Juan 9 DHH94I

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1. Al salir, Jesús vio a su paso a un hombre que había nacido ciego.

2. Sus discípulos le preguntaron: —Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres, o por su propio pecado?#9.2 En la Biblia aparece expresada, por una parte, la idea de la responsabilidad colectiva en el bien y en el mal (Ex 20.5-6; 34.6-7; Nm 14.18; Dt 5.9-10; Jer 32.18; Ro 5.12-21) y, por otra, la de la responsabilidad personal (Dt 24.16; Ez 18.2-20). Jesús afirma que en este caso se va a mostrar el poder de Dios que salva.

3. Jesús les contestó: —Ni por su propio pecado ni por el de sus padres; fue más bien para que en él se demuestre lo que Dios puede hacer.

4. Mientras es de día, tenemos que hacer el trabajo del que me envió; pues viene la noche, cuando nadie puede trabajar.

5. Mientras estoy en este mundo, soy la luz del mundo.#9.5 Jn 1.5-9 (véase 1.9 n.); 8.12; cf. Is 49.6. El devolver la vista al ciego tiene valor simbólico: quiere mostrar que Jesús es la verdadera luz del mundo.

6. Después de haber dicho esto, Jesús escupió en el suelo, hizo con la saliva un poco de lodo y se lo untó al ciego en los ojos.#9.6 Cf. Mc 7.33.

7. Luego le dijo: —Ve a lavarte al estanque de Siloé#9.7 Siloé: estanque situado en el extremo sur de Jerusalén (véase Jn 7.37-38 nota). (que significa: «Enviado»). El ciego fue y se lavó, y cuando regresó ya podía ver.

8. Los vecinos y los que antes lo habían visto pedir limosna se preguntaban: —¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?

9. Unos decían: —Sí, es él. Otros decían: —No, no es él, aunque se le parece. Pero él mismo decía: —Sí, yo soy.

10. Entonces le preguntaron: —¿Y cómo es que ahora puedes ver?

11. Él les contestó: —Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo untó en los ojos, y me dijo: “Ve al estanque de Siloé, y lávate.” Yo fui, y en cuanto me lavé, pude ver.

12. Entonces le preguntaron: —¿Dónde está ese hombre? Y él les dijo: —No lo sé.

13 . El día en que Jesús hizo el lodo y devolvió la vista al ciego era sábado.#9.13-14 Curar y amasar el lodo eran considerados trabajos prohibidos en sábado (véase Mt 12.10 n.). Por eso llevaron ante los fariseos al que había sido ciego,

15. y ellos le preguntaron cómo era que ya podía ver. Y él les contestó: —Me puso lodo en los ojos, me lavé, y ahora veo.

16. Algunos fariseos dijeron: —El que hizo esto no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado. Pero otros decían: —¿Cómo puede hacer estas señales milagrosas, si es pecador? De manera que hubo división entre ellos,

17. y volvieron a preguntarle al que antes era ciego: —Puesto que te ha dado la vista, ¿qué dices de él? Él contestó: —Yo digo que es un profeta.

18. Pero los judíos no quisieron creer que había sido ciego y que ahora podía ver, hasta que llamaron a sus padres

19. y les preguntaron: —¿Es este su hijo? ¿Declaran ustedes que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?

20. Sus padres contestaron: —Sabemos que este es nuestro hijo, y que nació ciego;

21. pero no sabemos cómo es que ahora puede ver, ni tampoco sabemos quién le dio la vista. Pregúntenselo a él; ya es mayor de edad, y él mismo puede darles razón.

22. Sus padres dijeron esto por miedo, pues los judíos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga#9.22 La expulsión de la sinagoga traía consecuencias religiosas y sociales. a cualquiera que reconociera que Jesús era el Mesías.

23. Por eso dijeron sus padres: «Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad.»

24. Los judíos volvieron a llamar al que había sido ciego, y le dijeron: —Dinos la verdad delante de Dios.#9.24 Cf. Jos 7.19. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador.

25. Él les contestó: —Si es pecador, no lo sé. Lo que sí sé es que yo era ciego y ahora veo.

26. Volvieron a preguntarle: —¿Qué te hizo? ¿Qué hizo para darte la vista?

27. Les contestó: —Ya se lo he dicho, pero no me hacen caso. ¿Por qué quieren que se lo repita? ¿Es que también ustedes quieren seguirlo?

28. Entonces lo insultaron, y le dijeron: —Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés.

29. Y sabemos que Dios le habló a Moisés, pero de ese no sabemos ni siquiera de dónde ha salido.

30. El hombre les contestó: —¡Qué cosa tan rara! Ustedes no saben de dónde ha salido, y en cambio a mí me ha dado la vista.

31. Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores; solamente escucha a los que lo adoran y hacen su voluntad.

32. Nunca se ha oído decir de nadie que diera la vista a una persona que nació ciega.

33. Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada.

Ciegos espirituales

34. Le dijeron entonces: —Tú, que naciste lleno de pecado,#9.34 Acerca de relacionar la enfermedad con el pecado, véase 9.2 n. ¿quieres darnos lecciones a nosotros? Y lo expulsaron de la sinagoga.

35. Jesús oyó decir que habían expulsado al ciego; y cuando se encontró con él, le preguntó: —¿Crees tú en el Hijo del hombre?#9.35 Hijo del hombre: Véase Índice temático.

36. Él le dijo: —Señor, dime quién es, para que yo crea en él.

37. Jesús le contestó: —Ya lo has visto: soy yo, con quien estás hablando.

38. Entonces el hombre se puso de rodillas delante de Jesús, y le dijo: —Creo, Señor.

39. Luego dijo Jesús: —Yo he venido a este mundo para hacer juicio, para que los ciegos vean y para que los que ven se vuelvan ciegos.

40. Algunos fariseos que estaban con él, al oír esto, le preguntaron: —¿Acaso nosotros también somos ciegos?#9.39-40 Acerca de esta pregunta, véase Jn 3.3-4 n.

41. Jesús les contestó: —Si ustedes fueran ciegos, no tendrían culpa de sus pecados. Pero como dicen que ven, son culpables.

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