San Marcos 6 BDO1573
1. Y Salió de alli, y vino à ſu tierra, y siguieronlo ſus Diſcipulos.
2. Y llegado el Sabbado, començó à enseñar en la Synoga: y muchos oyen dolo eſtauan atonitos [de ſu doctrina] diziendo, Dedonde tiene eſte estas coſas? y que ſabiduria es eſta que le es dada? y tales marauillas que porsus manos ſon hechas?
3. No es eſte el carpintero, hijo de Maria, hermano de Iacobo, y de Ioses, y de Iudas, y de Simon? No eſtan tambien aqui con noſotros ſus hermanas? Y escandalizauanse en el.
4. Mas Iesus les dezia, No ay propheta deshonrrado ſino en ſu tierra, y entresus parientes, y en ſu caſa.
5. Y no pudo alli hazer alguna marauilla: solamente sanó vnos pocos enfermos poniendo ſobre ellos las manos.
6. Y eſtaua marauillado de la incredulidad de ellos: y rodeaua las aldeas de alderedor enseñando.
7. Y llamó à los Doze, y començolos à embiar de dos endos: y dioles potestad contra los espiritus immundos.
8. Y mandoles que no lleuaſſen nada para el camino: ſino solamente vn bordon, ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa.
9. Mas que calçaſſen çapatos: y no vistieſſen dos ropas.
10. Y deziales, En qualquier caſa que entrardes, posad alli haſta que salgays de alli.
11. Y todos aquellos que no os recibieren, ni os oyeren, ſaliendo de alli, sacudid el poluo que eſtá debaxo de vuestros pies en testimonio à ellos. De cierto os digo, que mas tolerable ſerá el castigo de los de Sodoma, o de los de Gomorrha el dia del juyzio, que el de aquella ciudad.
12. Y ſaliendo, predicauan, que hiziesen penitencia.
13. Y echauan fuera muchos demonios, y vngian con olio à muchos enfermos, y sanauan.
14. Y oyó el rey Herodes la fama de Iesus, porque ſu nombre era hecho notorio, y dixo, Ioan el que baptizaua, ha resuscitado de los muertos: y portanto virtudes hazen en el.
15. Otros dezian, Elias es. y otros deziã, Propheta es, o alguno de los Prophetas.
16. Y oyendolo Herodes, dixo, Este es Ioan elque yo degollé: el ha resuscitado de los muertos.
17. Porque el mismo Herodes auia embiado y prendido à Ioan, y lo auia aprisionado en la carcel à cauſa de Herodias muger de Philippo ſu hermano: porque la auia tomado por muger.
18. Porque Ioan dezia à Herodes, No te es licito tener la muger de tu hermano.
19. Mas Herodias lo assechaua, y desseaua matarlo: y no podia.
20. Porque Herodes temia à Ioan, conociendolo varon juſto y sancto: y teniale respecto, y obedeciendolo hazia muchas coſas: y oyalo de buena gana.
21. Y viniendo vn dia oportuno enque Herodes, en la fiesta de ſu nacimiento, hazia cena à ſus principes, y tribunos, y à los principales de Galilea:
22. Y entrãdo la hija de Herodias, y baylãdo, y agradãdo à Herodes, y à los que eſta uã con el à la mesa: el Rey dixo à la moça: Pideme loque quisieres, que yo telo daré.
23. Y jurôle, Todo loque me pidieres te daré, haſta la mitad de mi reyno.
24. Y ſaliendo ella dixo à ſu madre, Que pediré? Y ella dixo, La cabeça de Ioan el Baptista.
25. Entõces ella entró prestamẽte àl Rey, y pidió, diziendo, Quiero que aora luego me dés en vn plato la cabeça de Ioã el Baptista.
26. Y el Rey ſe entristeció mucho; mas à cauſa del juramento, y de los que estauán con el à la mesa, no quiſo entristecerla.
27. Y luego el Rey, embiãdo vno de la guarda, mandó que fueſe tray da ſu cabeça.
28. El qual fue; y lo degolló en la carcel, y truxo ſu cabeça en vn plato, y diola à la moça, y la moça la dio à ſu madre.
29. Y oyendolo ſus discipulos, vinieron, y tomaron ſu cuerpo y puſieronlo envn sepulchro.
30. Y los apoſtoles ſe juntaron à Iesus, y contaronle todo, loque auiã hecho, y loque auian enseñado.
31. Y el les dixo, Venid vosotros à parte àl lugar desierto, y reposad vn poco. porque auia muchos yentes y vinientes, que aun no tenian lugar de comer.
32. Y fueronſe en vn nauio àl lugar desierto à parte.
33. Y vierõlos yr muchosiy conocierõlo, y concurrierõ alla muchos à pie delas ciudades, y vinierõ ãtesque ellos, y jũtarõse à el.
34. Y ſaliendo Iesus vido vna grande cõpaña, y vuo misericordia deellos, porque erã como ouejas ſin pastor: y començóles à enseñar muchas coſas.
35. Y como ya fue el dia muy entrado, ſus Diſcipulos llegaron à el, diziendo, El lugar es desierto, y el dia es ya muy entrado.
36. Embialos paraque vayan à los cortijos y aldeas de alderredor, y compren para ſi pan, porque no tienen que comer.
37. Yrespondiendo el, dixoles, Daldes de comer vosotros. Y dixeronle, Que vamos y compremos pan por dozientos dineros, y les demos de comer?
38. Y elles dize, Quantos panes teneys? Id, y veldo. Y ellos sabidolo, dixeron, Cinco, y dos peces.
39. Y mandoles que hizieſſen recostar à todos por mesas ſobre la yerua verde.
40. Y recostarõse por partes, por mesas, de ciento en ciẽto, y de cincuẽta en cincuẽta.
41. Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirãdo àl cielo, bẽdixo, y partió los panes, y dió à ſus Diſcipulos que les pusieſſen delante: Y los dos peces repartió à todos.
42. Y comieron todos, y hartaronſe.
43. Y alçaron de los pedaços Doze esportones llenos; y de los peces.
44. Y eran los que comieron, cinco mil varones.
45. Y luego dió prieſſa à ſus discipulos à subir en el nauio, y yr delante deel à Bethsaida de la otra parte, entre tanto que el despedia la compaña.
46. Y deſque los vuo despedido, fueſe àl monte à orar.
47. Y como fue la tarde, el nauio eſtaua en medio de la mar, y el solo en tierra.
48. Y vidolos que ſe trabajauan nauegãdo, porque el viento les era cõtrario: y cerca de la quarta vela de la noche vino à ellos andãdo ſobre lamar, y queria paſſarlos.
49. Y viendo lo ellos, que andaua ſobre la mar, pensaron que era phantasma, y dieron bozes.
50. Porque todos lo vian: y turbaronſe: mas luego habló con ellos, y les dixo, Asseguraos, yo ſoy, no ayays miedo.
51. Y subió à ellos en el nauio, y el viento reposó: y grandemente ſobre manera eſtauan fuera desi, y ſe marauillauan.
52. Que aun no auian cobrado entendimiento en los panes: porque ſus coraçones eſtauan ciegos.
53. Y quando fueron de la otra parte, vinieron en tierra de Genezareth, y tomaron puerto.
54. Y ſaliendo ellos del nauio, luego lo conocieron.
55. Y corriendo toda la tierra de al derredor, començarõ à traer de todas partes enfermos en lechos, como oyeron que eſtaua alli.
56. Y donde quiera que entraua, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponian en las calles los que eſtauan enfermos, y rogauan le que tocaſſen siquiera el borde de ſu veſtido: y todos los que le tocauan, eran saluos.