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San Marcos 6 DHH94I

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1. Jesús se fue de allí a su propia tierra,#6.1 Su propia tierra: Nazaret, en Galilea. y sus discípulos fueron con él.

2. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga.#6.2 Sinagoga: Véase Mc 1.21 nota. Y muchos oyeron a Jesús, y se preguntaron admirados: —¿Dónde aprendió este tantas cosas? ¿De dónde ha sacado esa sabiduría y los milagros que hace?

3. ¿No es este el carpintero,#6.3 Jn 6.42. Según Mt 13.55, José, el esposo de María, era carpintero; el vocablo griego también significa albañil. el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanas también aquí, entre nosotros?#6.3 Hermano, hermanas: Véase Mt 12.46 n. Y no tenían fe en él.

4. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra,#6.4 Jesús cita aquí un dicho proverbial (Mt 13.57; Lc 4.24; Jn 4.44). entre sus parientes y en su propia casa.

5. No pudo hacer allí ningún milagro, aparte de poner las manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos.

6. Y estaba asombrado porque aquella gente no creía en él. Jesús recorría las aldeas cercanas, enseñando.

7. Llamó a los doce discípulos, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus impuros.

8. Les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino solamente un bastón. No debían llevar pan ni provisiones ni dinero.

9. Podían ponerse sandalias, pero no llevar ropa de repuesto.#6.9 No llevar ropa de repuesto: Lit. no llevar dos túnicas.

10. Les dijo: —Cuando entren ustedes en una casa, quédense allí hasta que se vayan del lugar.

11. Y si en algún lugar no los reciben ni los quieren oír, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies,#6.11 Sacúdanse el polvo de los pies: gesto de rechazo (Mt 10.14); cf. Hch 13.51. para que les sirva a ellos de advertencia.

12. Entonces salieron los discípulos a decirle a la gente que se volviera a Dios.

13. También expulsaron muchos demonios, y curaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.#6.13 El aceite de oliva era un remedio casero muy conocido (Is 1.6; Lc 10.34), pero aquí ungir con aceite tiene además un carácter simbólico relacionado con la curación milagrosa. Véase también Stg 5.14 nota.

14. El rey Herodes#6.14 Herodes: Herodes Antipas, quien gobernó en Galilea; véase Mt 14.1 n. oyó hablar de Jesús, cuya fama había corrido por todas partes. Pues unos decían: «Juan el Bautista ha resucitado, y por eso tiene este poder milagroso.»

15. Otros decían: «Es el profeta Elías.» Y otros: «Es un profeta, como los antiguos profetas.»#6.14-15 Mt 16.14; Mc 8.28; Lc 9.19. Los judíos creían que el profeta Elías había de regresar antes del día del Señor (Mal 4.5-6 [3.23-24]; Eclo 48.4,10).

16. Al oír estas cosas, Herodes decía: —Ese es Juan. Yo mandé cortarle la cabeza y ahora ha resucitado.

17. Es que, por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella.#6.17 Herodes se había casado con la esposa de su medio hermano Filipo; véase Mt 14.3 n. Encarceló a Juan el Bautista el año 27 ó 28 d.C.

18. Y Juan había dicho a Herodes: «No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.»#6.17-18 Lc 3.19-20; cf. Lv 18.16; 20.21.

19. Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía,

20. porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer,#6.20 Se quedaba sin saber qué hacer: Algunos mss. dicen hacía muchas cosas. Herodes escuchaba a Juan de buena gana.

21. Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea.

22. La hija de Herodías#6.22 La hija de Herodías: Algunos mss. dicen Herodías, la hija de Herodes. entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: —Pídeme lo que quieras, y te lo daré.

23. Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba.

24. Ella salió, y le preguntó a su madre: —¿Qué pediré? Le contestó: —Pídele la cabeza de Juan el Bautista.

25. La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo: —Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

26. El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía.

27. Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan

28. y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.

29. Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar.

30. Después de esto, los apóstoles se reunieron con Jesús#6.30 Los apóstoles (Mt 10.1-2 n.) se reunieron con Jesús al regresar de la misión narrada en 6.7-13. y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

31. Jesús les dijo: —Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo. Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer.

32. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado.#6.32 Algún lugar en la orilla nordeste del Lago de Galilea (véase 6.45 n.).

33. Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos.

34. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor;#6.34 Cf. Nm 27.16-17; 1 R 22.17; Jer 50.6-7; Ez 34.5; Zac 10.2; Mt 9.36. y comenzó a enseñarles muchas cosas.

35. Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario.

36. Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.

37. Pero Jesús les contestó: —Denles ustedes de comer. Ellos respondieron: —¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días,#6.37 Salario de doscientos días: Lit. doscientos denarios (véase Tabla de pesas, monedas y medidas). para darles de comer?

38. Jesús les dijo: —¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo. Cuando lo averiguaron, le dijeron: —Cinco panes y dos pescados.

39. Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde;

40. y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta.

41. Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición,#6.41 Pronunció la bendición: Véase Mt 14.19 n. partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos.

42. Todos comieron hasta quedar satisfechos;

43. recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas.#6.42-43 Cf. 2 R 4.43-44.

44. Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres.

45. Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que cruzaran el lago antes que él, en dirección a Betsaida,#6.45 El texto es poco claro en cuanto a la situación geográfica. Betsaida, en la orilla nordeste del lago, quedaba a corta distancia. mientras él despedía a la gente.

46. Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar.

47. Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra,

48. vio que remaban con dificultad, porque tenían el viento en contra. A la madrugada,#6.48 A la madrugada: Lit. cerca de la cuarta vigilia, o sea entre 3 y 6 a.m. Según el sistema romano, la noche se dividía en cuatro periodos o vigilias. fue Jesús hacia ellos caminando sobre el agua, y ya iba a pasar junto a ellos.

49. Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron;

50. porque todos lo vieron y se asustaron. Pero en seguida él les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!

51. Subió a la barca, y se calmó el viento; y ellos se quedaron muy asombrados,

52. porque no habían entendido el milagro de los panes, pues tenían el entendimiento oscurecido.

53. Cruzaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret,#6.53 Genesaret: llanura fértil en la orilla noroeste del Lago de Galilea. donde amarraron la barca a la orilla.

54. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús.

55. Corrieron por toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde oían decir que estaba Jesús.

56. Y dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.

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