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San Mateo 10 DHH94I

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1. Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros#10.1 Espíritus impuros: Véase Mc 1.23 n. y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.

2. Estos son los nombres de los doce apóstoles:#10.1-2 Aquí los doce discípulos (Lit. seguidores o aprendices) reciben, en virtud del encargo que Jesús les dio, el título de apóstoles (enviados o comisionados). primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo;

3. Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo,#10.3 Mateo: Cf. Mt 9.9, y véase Mc 2.14 n. el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo;#10.3 Tadeo: Algunos mss. dicen Lebeo, o Lebeo, por sobrenombre Tadeo; se supone que es el mismo que en Lc 6.16 y Hch 1.13 es llamado «Judas, hijo de Santiago», ya que ocupa el lugar correspondiente en esta lista y en la de Mc 3.18.

4. Simón el cananeo,#10.4 Cananeo: nombre derivado de una palabra aramea que significa celoso o ferviente, y que no debe confundirse con el nombre dado a los habitantes de Canaán. Véase también Lc 6.15 nota. y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús.

5. Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones:#10.5-14 Cf. Lc 10.4-11. «No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria;#10.5 Los samaritanos o habitantes de Samaria (véanse Índice temático y Jn 4.9 n.), se habían mezclado con otros pueblos; los judíos los consideraban como extranjeros y no tenían trato con ellos.

6. vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.#10.6 Cf. Jer 50.6; Mt 15.24.

7. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado.

8. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.

9. »No lleven oro ni plata ni cobre

10. ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento.#10.10 Lc 10.7; 1 Co 9.14; 1 Ti 5.18.

11. »Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí.

12. Al entrar en la casa, saluden a los que viven en ella.

13. Si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz#10.13 Paz: saludo tradicional judío. se cumplirá; pero si no lo merece, ustedes nada perderán.#10.13 Ustedes nada perderán: Lit. que su deseo de paz vuelva a ustedes.

14. Y si no los reciben ni los quieren oír, salgan de la casa o del pueblo y sacúdanse el polvo de los pies.#10.14 Sacúdanse el polvo de los pies: gesto de rechazo. Cf. Hch 13.51.

Persecuciones

15. Les aseguro que en el día del juicio el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de la región de Sodoma y Gomorra.#10.15 Sodoma y Gomorra: proverbiales por su pecado y consecuente castigo; cf. Gn 19.24-28; Mt 11.24; Lc 10.12.

16. »¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas.

17. Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades,#10.17 Autoridades: es decir, los tribunales judíos de cada localidad. los golpearán en las sinagogas

18. y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos.

19. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras.

20. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.#10.17-20 Mc 13.9-11; Lc 12.11-12; 21.12-15; cf. Hch 4.1-8.

21. »Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán.

22. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará.

23. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; pues les aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel.

24. »Ningún discípulo es más que su maestro, y ningún criado es más que su amo.#10.24 Lc 6.40; Jn 13.16; 15.20.

25. El discípulo debe conformarse con llegar a ser como su maestro, y el criado como su amo. Si al jefe de la casa lo llaman Beelzebú,#10.25 Mt 9.34; 12.24; Mc 3.22; Lc 11.15. Beelzebú: jefe de los demonios; véase Mt 12.24 n. ¿qué dirán de los de su familia?

26. »No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.#10.26 Nada secreto... llegue a saberse: Véase Mc 4.22 n.

27. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas.

28. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.#10.28 Al que puede hacer perecer: Según la interpretación más común, el texto aquí se refiere a Dios; cf. Heb 10.31; Stg 4.12. Teman: o reverencien; véase Lc 12.5 n.

29. »¿No se venden dos pajarillos#10.29 Pajarillos: El gorrión común se vendía en los mercados como ave comestible de muy bajo precio. por una monedita?#10.29 Monedita: Se refiere al as, moneda romana que valía 1/16 de denario (véanse Tabla de pesas, monedas y medidas y Lc 12.6 n.) Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita.

30. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno.

31. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.

32. »Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo;

33. pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.

34. »No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra.#10.34 Guerra: Lit. espada, imagen literaria que indica división y conflicto.

35. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra;

36. de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes.

37. »El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no merece ser mío;

38. y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío.#10.38 La cruz era un instrumento de tortura, al parecer de origen persa, que los romanos usaban para infligir la pena de muerte; el condenado mismo tenía que llevar a cuestas su cruz o, más bien, la viga transversal de ella, hasta el lugar de la ejecución. Por medio de esta imagen Jesús prepara a sus discípulos para enfrentarse a la muerte y hasta para considerarse ya muertos respecto de sí mismos y del mundo. Cf. las expresiones de Pablo en Ro 6.2-11; Gl 2.19; 6.14; Col 3.3-5.

39. El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará.#10.39 Vida: Véase Mt 16.25-26 n.,#10.38-39 Mt 16.24-25; Mc 8.34-35; Lc 9.23-24; 17.33; Jn 12.24-25.

40. »El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.#10.40 Mc 9.37; Lc 9.48; 10.16; Jn 13.20; cf. Jn 14.9.

41. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá igual premio que el profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, recibirá el mismo premio que el justo.

42. Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños#10.42 Estos pequeños: los apóstoles, o posiblemente los creyentes humildes en general. por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio.»

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