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San Mateo 4 DHH94I

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1. Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba.#4.1 La permanencia de Jesús en el desierto durante cuarenta días, sin comer, y las pruebas a que es sometido, recuerdan las experiencias del pueblo de Israel en el desierto, cuando salió de Egipto. Las citas bíblicas de los vv. 4-10 hacen referencia a aquella situación. Israel fracasó en la prueba. Jesús se mantuvo fiel a su misión. Cf. Heb 2.18; 4.15.

2. Estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin comer, y después sintió hambre.#4.2 Cf. Dt 8.2-4. El número cuarenta puede aludir aquí a la historia de Moisés y del pueblo de Israel (Ex 24.18; 34.28; Nm 14.33-34; 32.13; 1 R 19.8, etc.).

3. El diablo se acercó entonces a Jesús para ponerlo a prueba, y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios,#4.3 Cf. Mt 27.40. En el momento de su bautismo, Jesús había sido declarado Hijo de Dios (Mt 3.17), título aplicado al Mesías. La tradición judía insistía en que con la venida del Mesías se repetirían, y en mayor grado, los milagros de los tiempos de Moisés; el diablo sugiere a Jesús que haga un milagro semejante al del maná (Ex 16; cf. Jn 6.30-31), pero sólo para provecho propio. ordena que estas piedras se conviertan en panes.

4. Pero Jesús le contestó: —La Escritura dice: “No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios.”#4.4 Dt 8.3 (gr). Tres veces (aquí y en los vv. 7 y 10) Jesús responde con citas tomadas de Dt, libro que relata la experiencia del pueblo de Dios en el desierto.

5. Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo#4.5 Jerusalén: la ciudad más sagrada para los judíos, donde estaba el templo (véase Índice temático).

6. y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque la Escritura dice: “Dios mandará que sus ángeles te cuiden. Te levantarán con sus manos, para que no tropieces con piedra alguna.”#4.6 Sal 91.11-12, promesa hecha a los que confían en el Señor, no a quienes lo pongan a prueba (v. 7).

7. Jesús le contestó: —También dice la Escritura: “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”#4.7 Dt 6.16. Hacer lo que el diablo indicaba sería poner a Dios a prueba.

8. Finalmente el diablo lo llevó a un cerro muy alto, y mostrándole todos los países del mundo y la grandeza de ellos,

9. le dijo: —Yo te daré todo esto, si te arrodillas y me adoras.

10. Jesús le contestó: —Vete, Satanás,#4.10 Satanás: nombre que significa el acusador o el adversario, y que es aplicado al diablo. porque la Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él.”

11. Entonces el diablo se apartó de Jesús, y unos ángeles acudieron a servirle.

12. Cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel,#4.12 Lc 3.19-20. Herodes Antipas, gobernador de Galilea y Perea, hizo encarcelar a Juan el Bautista. Véase Mt 14.3 n.; cf. también Mc 6.17-18. se dirigió a Galilea.

13. Pero no se quedó en Nazaret,#4.13 Nazaret, «donde se había criado» Jesús (Lc 4.16); véase Mt 2.23 nota. sino que se fue a vivir a Cafarnaúm,#4.13 Jn 2.12. Cafarnaúm: importante centro de comercio, con una población mixta de judíos y paganos. a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí.#4.13 Zabulón y Neftalí: dos de las antiguas tribus de Israel, que colonizaron el norte de Palestina.

14. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías:#4.14 Tema sobresaliente en Mt; véase 1.22 n.

15. «Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos.

16. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.»#4.15-16 Cf. Is 9.1-2 (8.23—9.1); los territorios de Zabulón y Neftalí, que habían sufrido en las guerras con Asiria, recibirían nuevamente las bendiciones de Dios. Véase Mt 1.22 n.

17. Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: «Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.»

18. Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea,#4.18 Lago de Galilea: Véase Índice temático. cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro,#4.18 Pedro: Véase Mt 16.18 nota. y el otro Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red#4.18 Red: Se usaban principalmente dos clases: la atarraya o red cónica, que se arrojaba al agua a fuerza de brazos, y la red barredera, que era arrastrada entre dos barcos. al agua.

19. Jesús les dijo: —Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.

20. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.#4.18-20 Cf. Jn 1.35-42.

21. Un poco más adelante, Jesús vio a otros dos hermanos: Santiago#4.21 Santiago: (gr. Iakobos) traducido en algunas versiones como Jacobo; ambas formas del nombre en castellano se derivan del hebreo Yaakob, que en el AT se traduce por Jacob. Este nombre tomó en castellano antiguo la forma Iago, y al anteponérsele el título de santo se convirtió en Santiago. y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó,

22. y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.

23. Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar.#4.23 Mt 9.35; Mc 1.39. Cada comunidad judía tenía su sinagoga o casa de reunión e instrucción (véase Índice temático). Durante las reuniones, el dirigente podía invitar a alguno de los presentes para comentar o explicar las Escrituras (cf. Lc 4.16-21; Hch 13.14-15). Anunciaba la buena noticia del reino#4.23 Reino: es decir, el reino de Dios. y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias.

24. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria,#4.24 Siria: puede referirse en general a toda la provincia romana que incluía a Palestina y otras regiones vecinas (cf. v. 25), o en especial a la región situada al norte de Galilea. y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.

25. Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis,#4.25 Mc 3.7-8. Decápolis: nombre que significa Diez ciudades; era una confederación compuesta originalmente de diez poblaciones grecorromanas, nueve de las cuales estaban al este del río Jordán. de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús.

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