San Mateo 4 DHHS94
1. Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba.
2. Estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin comer, y después sintió hambre.
3. El diablo se acercó entonces a Jesús para ponerlo a prueba, y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en panes.
4. Pero Jesús le contestó: —La Escritura dice: “No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios.”
5. Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo
6. y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque la Escritura dice: “Dios mandará que sus ángeles te cuiden. Te levantarán con sus manos, para que no tropieces con piedra alguna.”
7. Jesús le contestó: —También dice la Escritura: “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”
8. Finalmente el diablo lo llevó a un cerro muy alto, y mostrándole todos los países del mundo y la grandeza de ellos,
9. le dijo: —Yo te daré todo esto, si te arrodillas y me adoras.
10. Jesús le contestó: —Vete, Satanás, porque la Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él.”
11. Entonces el diablo se apartó de Jesús, y unos ángeles acudieron a servirle.
12. Cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea.
13. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí.
14. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías:
15. «Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos.
16. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.»
17. Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: «Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.»
18. Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua.
19. Jesús les dijo: —Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.
20. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
21. Un poco más adelante, Jesús vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó,
22. y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
23. Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias.
24. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.
25. Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús.