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San Mateo 7 DHH94I

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1. »No juzguen a otros,#7.1 No juzguen: Se prohíbe, no el ejercicio del debido juicio en casos necesarios (v. 6; Mt 18.15-17; Jn 7.24; 1 Co 6.1-5), sino la crítica indebida que no toma en cuenta las debilidades de uno mismo (vv. 3-5). para que Dios no los juzgue a ustedes.#7.1 Para que Dios no los juzgue a ustedes: Lit. para que ustedes no sean juzgados; voz pasiva usada para referirse a la acción de Dios, aquí y en los vv. 2, 7 y otros. Véase Mt 5.4 nota.

2. Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes.

3. ¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo?#7.3 Exageración intencional; véase Mt 5.29-30 n.

4. Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo”?

5. ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo.

6. »No den las cosas sagradas a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los hagan pedazos. Y no echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.#7.6 Tanto los perros como los cerdos eran considerados por los judíos como animales impuros y, por tanto, despreciables.

7. »Pidan, y Dios les dará;#7.7 Dios les dará: Véase 7.1 nota. El verbo griego es pasivo; el sujeto activo (Dios) se aclara en el v. 11 (su Padre). busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá.

8. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra;#7.7-8 Cf. Dt 4.29; 2 Cr 15.1-15; Jer 29.13. y al que llama a la puerta, se le abre.

9. »¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan?

10. ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado?

11. Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!#7.7-11 Cf. Jn 14.13-14; 15.7,16; 16.23-24; 1 Jn 3.21-22; 5.14-15.

12. »Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes;#7.12 Lc 6.31; cf. Tb 4.15. Esta clásica «regla de oro» ya se conocía entre los judíos y otros pueblos de la antigüedad, incluso como resumen de la ley; era citada de manera proverbial sobre todo en su forma negativa, es decir, «no hagan con otros lo que no quieran que ellos hagan con ustedes». Jesús la proclama en forma positiva, como principio de acción. porque en eso se resumen la ley y los profetas.

13. »Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos;

14. pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.#7.13-14 Sal 1.6; Pr 4.18-19; Jer 21.8; Jn 10.1-2,7; 14.6.

15. »Cuídense de esos mentirosos que pretenden hablar de parte de Dios. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.

16. Ustedes los pueden reconocer por sus acciones, pues no se cosechan uvas de los espinos ni higos de los cardos.#7.16 Cf. Stg 3.12.

17. Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo.

18. El árbol bueno no puede dar fruto malo, ni el árbol malo dar fruto bueno.

19. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego.#7.19 Mt 3.10; Lc 3.9; 13.6-9; Jn 15.6.

20. De modo que ustedes los reconocerán por sus acciones.#7.20 Mt 12.33,35; cf. Eclo 27.6.

21. »No todos los que me dicen: “Señor, Señor”, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.

22. Aquel día#7.22 Aquel día: el día del juicio. muchos me dirán: “Señor, Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.”

23. Pero entonces les contestaré: “Nunca los conocí;#7.23 Nunca los conocí: Esta expresión equivale a ustedes no son míos (cf. 1 Co 8.3; 2 Ti 2.19). ¡aléjense de mí, malhechores!”

24. »Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.

25. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca.

26. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena.

27. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!»

28. Cuando Jesús terminó de hablar,#7.28 Cuando Jesús terminó de hablar: Esta frase, u otra similar, marca el fin de cada uno de los cinco discursos principales de Jesús registrados en Mt; véase Introducción. toda la gente estaba admirada de cómo les enseñaba,

29. porque lo hacía con plena autoridad, y no como sus maestros de la ley.#7.28-29 Lc 4.32. La autoridad de Jesús viene directamente de Dios; cf. Mt 28.18, y véase Mc 1.22 n.

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