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Nahúm 2 DHH94I

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1. 1 (2) Nínive, el destructor marcha contra ti.#2.1(2) El destructor marcha contra ti: Los vv. siguientes preanuncian, en un vibrante tono poético, la destrucción de Nínive, capital del imperio asirio (Nah 1.1), que tuvo lugar en el año 612 a.C. ¡Monta tu guardia en la fortaleza! ¡Vigila el camino! ¡Cíñete la espada! ¡Reúne tus fuerzas!

2. 2 (3) Porque el Señor va a restaurar el orgullo de Jacob, el orgullo de Israel,#2.2(3) El nombre de Jacob designa aquí el antiguo reino de Judá (cf. Is 43.1; 44.1; Abd 18). La mención conjunta de Jacob e Israel significa que todo el pueblo de Dios va a ser liberado y restaurado. Véase Jer 31.5 nota. como era antes de que lo saquearan y lo dejaran como vid sin ramas.

3. 3 (4) Rojo es el escudo de sus guerreros y rojo el uniforme de su ejército. ¡Están listos para el ataque! Sus carros parecen de fuego; sus caballos#2.3(4) Caballos: según la versión griega (LXX). Heb. pinos. se impacientan.

4. 4 (5) Los carros corren con furia por las calles, van de un lado a otro de las plazas, son como antorchas encendidas, pasan como relámpagos.#2.4(5) En todo este poema, el sonido de las palabras hebreas trata de evocar el estruendo producido por los carros de guerra y por el avance incontenible de los ejércitos enemigos.

5. 5 (6) Llama el rey a sus oficiales, y ellos se atropellan al correr a la muralla, al parapeto#2.5(6) El parapeto era probablemente una especie de techo portátil, con el que se escudaban los soldados que combatían al pie de las murallas de la ciudad asediada, tratando de escalarlas o de abrir una brecha. ya preparado.

6. 6 (7) Se abren las compuertas del río,#2.6(7) Las compuertas (lit. las puertas) del río: Esta expresión podría referirse a la apertura de los diques a fin de producir una inundación, o bien a las puertas de las murallas de Nínive que daban al Tigris y a uno de sus afluentes. En este último caso, el texto trataría de sugerir que la invasión se produce por la parte de la ciudad mejor protegida naturalmente. Otros intérpretes piensan que se trata de una expresión metafórica: ya sea el tropel de los invasores que irrumpen como una inundación, ya sean las olas y correntadas del océano primordial (cf. Sal 93.3), que al desbordarse desencadenan un cataclismo comparable al caos primitivo o al diluvio (véanse Gn 1.2 nota; 1.21 n.; 7.11 n.). y el palacio se viene abajo.

7. 7 (8) Al destierro llevan a la reina;#2.7(8) La reina: El término hebreo es de significado dudoso. Podría referirse a la esposa del rey o, más probablemente, a la estatua de la diosa Ishtar, protectora de Nínive. la acompañan sus criadas,#2.7(8) Sus criadas: es decir, las servidoras de la reina o las prostitutas sagradas y sacerdotisas consagradas al culto de la diosa Ishtar. que gimen como palomas#2.7(8) Gimen como palomas: Se refiere al arrullo de la paloma, tan persistente y monótono como los gemidos y lamentos de las mujeres llevadas al exilio. Cf. Is 38.14; 59.11. y lloran golpeándose el pecho.#2.7(8) Los golpes de pecho son signos de dolor, arrepentimiento y humillación (Lc 18.13; 23.48).

8. 8 (9) Como el agua a través de un dique roto, así huyen los habitantes de Nínive.#2.8(9) Como el agua... Nínive: traducción probable. Heb. oscuro. «¡Deténganse! ¡Vuelvan!» les gritan, pero nadie vuelve.

9. 9 (10) ¡Roben la plata! ¡Roben el oro! ¡Las riquezas de Nínive no tienen fin!

10. 10 (11) Destruida, desierta, desolada, así está Nínive. Los corazones se deshacen de miedo, tiemblan las rodillas, a todos les faltan las fuerzas y los rostros pierden el color.

11. 11 (12) ¿Qué queda de la cueva de los leones, de la guarida de los cachorros de león? Allí los leones y sus cachorros se sentían seguros; no había nadie que los espantara.

Destrucción total de Nínive

12. 12 (13) Mataba el león a su presa, la repartía entre la leona y sus cachorros, y llenaba de rapiña sus cuevas.#2.11-12(2.12-13) La figura del león aparecía con frecuencia en la decoración de los tronos y palacios asirios. Aquí el león representa al rey de Asiria, caracterizado como depredador de toda la tierra. Su guarida es Nínive, la capital del imperio, despojada de la supremacía que había ejercido durante más de cien años. Cf. Jer 4.7; 50.17, donde también se compara a los enemigos de Israel con leones.

13. 13 (14) El Señor todopoderoso afirma: «Aquí estoy contra ti: voy a quemar tus carros de guerra y a convertirlos en humo; voy a matar tus cachorros; acabaré con el robo que hay en tu tierra, y no se oirá más la voz de tus mensajeros.»

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