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Proverbios 13 DHHS94

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1. El hijo sabio acepta la corrección del padre; el insolente no hace caso de reprensiones.

2. Cada uno recoge el fruto de lo que dice, pero los traidores tienen hambre de violencia.

3. Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho se arruina solo.

4. El perezoso desea y no consigue; el que trabaja, prospera.

5. El hombre justo odia la mentira; el malvado es motivo de vergüenza y deshonra.

6. La rectitud protege al hombre intachable; la maldad destruye al pecador.

7. Hay quienes no tienen nada y presumen de ricos, y hay quienes todo lo tienen y aparentan ser pobres.

8. La riqueza del rico le salva la vida; el pobre jamás escucha amenazas.

9. Los justos son como una luz brillante; los malvados, como lámpara que se apaga.

10. El orgullo sólo provoca peleas; la sabiduría está con los humildes.

11. La riqueza ilusoria, disminuye; el que la junta poco a poco, la aumenta.

12. Esperanza frustrada, corazón afligido, pero el deseo cumplido es como un árbol de vida.

13. El que desatiende una orden, lo lamentará; el que respeta el mandato será recompensado.

14. La enseñanza del sabio es fuente de vida y libra de los lazos de la muerte.

15. El buen juicio se gana el aprecio, pero los traidores marchan a su ruina.

16. El que es prudente actúa con inteligencia, pero el necio hace gala de su necedad.

17. El mensajero malvado acarrea problemas, pero el mensajero fiel los alivia.

18. Pobreza y deshonra tendrá quien desprecia el consejo; grandes honores, quien atiende la corrección.

19. El deseo cumplido es causa de alegría. Los necios no soportan alejarse del mal.

20. Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder.

21. Los pecadores son perseguidos por el mal; los justos, recompensados con el bien.

22. El hombre bueno deja herencia a sus nietos; el pecador amasa fortunas que serán del justo.

23. En el campo del pobre hay comida abundante, pero mucho se pierde donde no hay justicia.

24. Quien no corrige a su hijo, no lo quiere; el que lo ama, lo corrige.

25. El justo come hasta estar satisfecho, pero el malvado se queda con hambre.

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