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Proverbios 20 DHH94I

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1. El vino hace insolente al hombre; las bebidas fuertes lo alborotan; bajo sus efectos nadie actúa sabiamente.

2. Un rey furioso es como un león rugiente; quien lo provoca, pone su vida en peligro.#20.2 Véanse Pr 16.14 n.; 19.12 n.

3. Es honra del hombre evitar discusiones, mas cualquier necio puede iniciarlas.

4. Cuando es tiempo de arar, el perezoso no ara; pero al llegar la cosecha, buscará y no encontrará.#20.4 10.4; 19.15,24; 21.25; 24.30-34.

5. Las intenciones secretas son como aguas profundas, pero el que es inteligente sabe descubrirlas.

6. Hay muchos que presumen de leales, pero no se halla a nadie en quien se pueda confiar.

7. ¡Felices los hijos que deja quien ha vivido con rectitud y honradez!

8. Cuando el rey toma asiento en el tribunal, le basta una sola mirada para barrer el mal.#20.8 Cf. v. 26. Barrer: Lit. aventar, como lo hace un agricultor con el trigo (véase Mt 3.12 n.); otra posible traducción: discernir.

9. Nadie puede decir: «Tengo puro el corazón, estoy limpio de pecado.»#20.9 Sal 51.3-5(5-7); Ro 3.23; 1 Jn 1.8.

10. Pesas falsas y medidas con trampa son dos cosas que el Señor aborrece.#20.10 Véase Pr 11.1 n.; cf. Lv 19.35-36; Dt 25.13-16; Pr 20.23; Am 8.5.

11. Por sus acciones se conoce si un joven se conduce con rectitud.

12. El oído para oír y el ojo para ver fueron creados por el Señor.

13. No te entregues al sueño, o te quedarás pobre; manténte despierto y tendrás pan de sobra.#20.13 Cf. 26.14. Véase Sal 127.2 n.

14. «¡Que mala mercancía!», dice el comprador, pero una vez comprada se felicita a sí mismo.

15. Vale más quien habla con sabiduría, que todo el oro y las joyas del mundo.

16. Al que salga fiador por un extraño, quítale la ropa y tómasela en prenda.#20.16 Cf. Pr 6.1-5; 27.13. Fiar de esta forma es necedad (véase Pr 6.1-2 n.).

17. Al hombre le gusta alimentarse de mentiras, aunque a la larga le resulte como bocado de tierra.

18. Los planes se afirman con un buen consejo; la guerra se hace con una buena estrategia.

19. El chismoso no sabe guardar un secreto, así que no te juntes con gente chismosa.

20. El que maldice a su padre o a su madre, morirá en la más espantosa oscuridad.#20.20 Véanse las referencias en Pr 19.26 n.

21. Lo que al principio se adquiere fácilmente, al final no es motivo de alegría.

22. Nunca hables de tomar venganza; confía en el Señor, y él te hará triunfar.#20.22 Lv 19.18; Dt 32.35; Pr 25.21-22; Ro 12.17-21; 1 Ts 5.15.

23. El Señor aborrece el uso de pesas falsas; las balanzas falsas son reprobables.#20.23 Véase Pr 20.10 n.

24. El Señor dirige los pasos del hombre; nadie conoce su propio destino.#20.24 El Señor dirige los pasos del hombre: Cf. Sal 37.23; Pr 16.9; 19.21. Nadie conoce su propio destino: Cf. Jer 10.23.

25. Es peligroso que el hombre le prometa algo a Dios y que después reconsidere su promesa.#20.25 Sobre prometerle algo a Dios, cf. Dt 23.21-23; Ec 5.4-5; Mt 5.33-37.

26. El rey sabio aleja de sí a los malvados y los aplasta bajo una rueda.#20.26 Véase Pr 20.8 n.

27. El espíritu que Dios ha dado al hombre es luz que alumbra lo más profundo de su ser.#20.27 Cf. Mt 6.22; 1 Co 2.11. También hay otras lámparas que iluminan el camino de la vida humana (Sal 119.105; Pr 6.23).

28. El rey se mantiene seguro en su trono cuando practica el amor y la verdad.#20.28 Aquí concluye la enseñanza contenida en este cap. sobre las cualidades de un buen monarca: autoridad (vv. 2,8), sabiduría (v. 26), amor y veracidad (v. 28).

29. El orgullo de los jóvenes está en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas.#20.29 La honra... en sus canas: Véase Pr 16.31 n.

30. La maldad se cura con golpes y heridas; los golpes hacen sanar la conciencia.

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