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Proverbios 27 BDO1573

« CAPIT. XXVII.

1. No te alabes del dia de mañana: porque no sabes que parirá el dia.

2. Alabete el estraño, y no tu boca: el ageno, y no tus labios.

3. Pesada es la piedra, y el arena pesa: mas la yra del loco es mas pesada que ambas coſas.

4. Cruel es la yra: y impetuoso el furor: mas quien parará delante dela embidia?

5. Mejor es la reprehension manifiesta, que clamor oculto.

6. Fieles ſon las heridas delque ama: y importunos los besos delque aborrece.

7. El anima harta huella el panal de miel: mas àl alma hambrienta todo lo amargo es dulce.

8. Como el aue ſe vá de ſu nido, anſi el hõbre ſe vá de ſu lugar.

9. El vnguento y el sahumerio alegran el coraçon: y el amigo àl hombre conel cõsejo dado de animo.

10. No dexes à tu amigo, ni àl amigo de tu padre: ni entres en caſa de tu hermano el dia de tu affliccion: mejor es el vezino cercano, que el hermano lexano.

11. Sé sabio, ô hijo mio, y alegra mi coraçon: y tendré que responder àlque me deshonrráre.

12. El auisado vee el mal, y escondeſe: mas los simples paſſan, y lleuan el daño.

13. Quitale ſu ropa, porque fió àl estraño: y por la estraña, prendalo.

14. Elque bendize à ſu amigo à altaboz madrugando de mañana, por maldicion ſe le contará.

15. Gotera continua en tiempo de lluuia, y la muger renzillosa ſon semejantes.

16. Elque la escondió, escondio el viento: porque el azeyte en ſu mano derecha clama.

17. Hierro con hierro ſe aguza: y el hombre aguza el rostro de ſu amigo.

18. Elque guarda la higuera, comesu fruto: y elque guarda à ſu Señor, ſerá honrrado.

19. Como vna agua ſe parece à otra, an ſi el coraçon del hombre àl otro.

20. El sepulchro y lá perdicion nunca ſe hartan: anſi los ojos de los hombres nunca ſe hartan.

21. El crisol prueua la plata, y la fragua el oro: y àl hombre la boca del que lo alaba.El cor açon del iniquo inquiere malas coſas, mas el coraçon recto inquiere la sciencia.

22. Aunque majes àl loco en vn mortero entre granos de trigo, majados à pison, no ſe quitará deel ſu locura.

23. Considera attentamente el rostro de tus ouejas: pon tu coraçon àl ganado.

24. Porque las riquezas no ſon para siempre: y la corona ſerá para perpetuas generaciones?

25. Saldrá la gramma, apparecerá la yerua, y segarsehán las yeruas de los montes.

26. Los corderos para tus veſtidos, y los cabritos para el precio del campo.

27. Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, y para mantenimiento de tu caſa, y para sustento de tus criadas.

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