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Proverbios 29 DHH94I

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1. El que se pone terco cuando lo reprenden, pronto será destruido sin remedio.#29.1 El fin del terco y del malvado es el mismo (cf. Pr 6.12-15).

2. Cuando predominan los justos, la gente se alegra; cuando los malvados gobiernan, la gente sufre.#29.2 Pr 11.10; 28.12; 29.16.

3. El hijo sabio hace feliz a su padre; el que anda con prostitutas derrocha el dinero.#29.3 Cf. Pr 5.10; 6.26; 10.1; Eclo 9.6; Lc 15.13-17. En la primera colección de proverbios (caps. 1—9), se contraponen con frecuencia la sabiduría y la prostituta. Cf. 9.13-18, donde se presenta a la locura o falta de sabiduría como una ramera.

4. El rey que hace justicia, afirma a su país; el que solo exige impuestos, lo arruina.

5. El que siempre alaba a su amigo, en realidad le está tendiendo una trampa.

6. La trampa del malvado son sus propios pecados;#29.6 La trampa del malvado son sus propios pecados: Cf. Job 18.7-10; Pr 12.13. pero el hombre honrado vive alegre y feliz.

7. El justo toma en cuenta los derechos del pobre, pero al malvado nada le importa.#29.7 Sal 41.1(2); Is 1.23.

8. Los alborotadores agitan a una ciudad; los sabios saben calmar los ánimos.

9. El sabio que entabla pleito contra un necio, se enoja, recibe burlas y no arregla nada.

10. Los asesinos y desalmados#29.10 Desalmados: traducción probable. Heb. rectos. odian a muerte al hombre honrado.

11. El necio da rienda suelta a sus impulsos, pero el sabio acaba por refrenarlos.

12. El gobernante que hace caso de mentiras corrompe a todos sus servidores.#29.12 Corrompe a todos sus servidores: otra posible traducción: todos sus servidores serán personas corruptas. Servidores: se refiere a los ministros que ayudan al rey a gobernar.

13. El oprimido y el opresor tienen algo en común: el Señor les ha dado la vista a ambos.

14. El rey que gobierna a los pobres con lealtad, afirma su trono para siempre.#29.14 Este consejo se complementa con los de Pr 16.12; 20.28. Cf. Sal 72.4,12.

15. A golpes y reprensiones se aprende, pero el hijo consentido avergüenza a su madre.#29.15 Pr 10.1; 22.15; 29.17; Eclo 22.3,6; 30.1-13.

16. Si los malvados abundan, abunda el pecado; pero los hombres honrados los verán fracasar.

17. Corrige a tu hijo y te hará vivir tranquilo, y te dará muchas satisfacciones.#29.17 Cf. Pr 13.24; 19.18 y véanse las referencias en Pr 29.15 n.

18. Donde no hay dirección divina, no hay orden; ¡feliz el pueblo que cumple la ley de Dios!#29.18 Dirección divina: Lit. visión, profecía. Ley: heb. torá, que también puede traducirse por enseñanza, instrucción.

19. Con palabras no se corrige al esclavo, porque entiende pero no hace caso.

20. Más se puede esperar de un necio que de quien habla sin pensar.#29.20 Más se puede esperar de un necio: expresión idéntica a Pr 26.12a. Sobre el necio, véase Pr 1.7 nota  h. De quien habla sin pensar: otras posibles traducciones: de quien se precipita en sus asuntos o de quien actúa sin pensar.

21. El que consiente a su esclavo desde pequeño, al final tendrá que lamentarlo.#29.21 Tendrá que lamentarlo: traducción probable. Hebreo oscuro.

22. El que es violento e impulsivo, provoca peleas y comete muchos errores.#29.22 Cf. Pr 15.18; 26.21; Eclo 1.22. En Pr 28.25 se dice lo mismo del ambicioso.

23. Al que es orgulloso se le humilla, pero al que es humilde se le honra.#29.23 Al que es orgulloso... se le honra: Véanse las referencias en Mt 23.12 n. Sobre el orgulloso, cf. Pr 11.2; 16.18; Eclo 10.6-8.

24. El cómplice del ladrón es enemigo de sí mismo, pues aunque oye maldiciones no confiesa.#29.24 El cómplice del ladrón es enemigo de sí mismo: Cf. Lv 5.1. Aunque oye maldiciones: Cuando alguien hacía una declaración bajo juramento, quedaba expuesto, en caso de mentir, a maldiciones que unas veces se formulaban expresamente y otras se daban por sobreentendidas. Cf. Jue 17.2.

25. El miedo a los hombres es una trampa, pero el que confía en el Señor estará protegido.#29.25 El que confía en el Señor estará protegido: Cf. Sal 91; Pr 16.20; 18.10.

26. Muchos buscan el favor del gobernante, pero solo el Señor hace justicia.

27. Los hombres honrados no soportan a los malvados, y los malvados no soportan a los honrados.#29.27 Acerca de esta incompatibilidad radical entre justos y malvados, cf. Sal 139.21-22; 2 Co 6.14-16.

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