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Salmos 118 DHH94I

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1. Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno.#118.1 Porque su amor es eterno: Véase Sal 136.1 n.

2. Que digan los israelitas: «El amor del Señor es eterno.»

3. Que digan los sacerdotes:#118.3 Los sacerdotes: Lit. la familia de Aarón. Véase Sal 115.10 n. «El amor del Señor es eterno.»

4. Que digan los que honran al Señor: «El amor del Señor es eterno.»

5. En mi angustia llamé al Señor; él me escuchó y me dio libertad.#118.5 Sal 4.1(2); 18.19(20).

6. El Señor está conmigo; no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre?#118.6 Sal 27.1; 56.4(5),11(12); Heb 13.6.

7. El Señor está conmigo; él me ayuda. ¡He de ver derrotados a los que me odian!

8. Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre.

9. Es mejor confiar en el Señor que confiar en grandes hombres.

10. Todas las naciones me rodearon, pero en el nombre del Señor las derroté.

11. Me rodearon por todos lados, pero en el nombre del Señor las derroté.

12. Me rodearon como avispas,#118.12 Como avispas: Cf. Dt 1.44. pero su furia se apagó como fuego de espinos; ¡en el nombre del Señor las derroté!

13. Me empujaron con violencia, para que cayera, pero el Señor vino en mi ayuda.

14. Yo canto al Señor, que me da fuerzas. ¡Él es mi Salvador!,#118.10-14 La triple repetición de la misma frase parece indicar que en el canto de esta estrofa se iban alternando dos coros, o bien un solista y el coro formado por toda la asamblea. Véase Sal 136 nota.

15. En las casas de los hombres fieles#118.15 En las casas de los hombres fieles: Lit. en las tiendas de los justos. Algunos ven aquí una alusión a las cabañas hechas de ramas en las que vivían los israelitas durante la fiesta de las Enramadas. Cf. Neh 8.13-17. hay alegres cantos victoriosos: «¡El poder del Señor alcanzó la victoria!

16. ¡El poder del Señor es extraordinario! ¡El poder del Señor alcanzó la victoria!»

17. ¡No moriré, sino que he de vivir para contar lo que el Señor ha hecho!

18. El Señor me ha castigado con dureza, pero no me ha dejado morir.

19. ¡Abran las puertas del templo,#118.19-20 Antes de entrar en el templo, la multitud pide a los sacerdotes y levitas que le abran las puertas. Las puertas del templo: Lit. las puertas de la justicia, porque, de acuerdo con lo establecido en Sal 15 y 24.3-6, sólo los que practican lo que es bueno y recto están en condiciones de entrar en la casa del Señor (v. 20). que quiero entrar a dar gracias al Señor!

20. Esta es la puerta del Señor, y por ella entrarán los que le son fieles.

21. Te doy gracias, Señor, porque me has respondido y porque eres mi salvador.

22. La piedra que los constructores despreciaron se ha convertido en la piedra principal.#118.22 La piedra principal: Lit. la cabeza del ángulo. Se refiere a la piedra puesta para sostener una esquina del edificio. El sentido de la imagen es claro: lo que había sido rechazado como despreciable ha pasado a ocupar el lugar de honor. El NT refiere este texto a la muerte y la resurrección de Cristo (Lc 20.17; Hch 4.11; 1 P 2.7). Cf. Is 28.16.

23. Esto lo ha hecho el Señor, y estamos maravillados.#118.22-23 Mt 21.42; véase Mc 12.10-11 n.

24. Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices!

25. Por favor, Señor, ¡sálvanos! Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien!

26. ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!#118.26 Mt 21.9; 23.39; Mc 11.9; Lc 13.35; 19.38; Jn 12.13. Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor.

27. El Señor es Dios; ¡él nos alumbra! Comiencen la fiesta y lleven ramas hasta los cuernos del altar.

28. Te doy gracias y alabo tu grandeza, porque tú eres mi Dios.

29. Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno.

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