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Salmos 19 DHH94I

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1. 1 (2) El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste.#19.1(2) Sal 50.6; cf. Ro 1.20.

2. 2 (3) Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz.

3. 3 (4) Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna,

4. 4 (5) su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo.#19.4(5) Ro 10.18. Allí Dios puso un lugar para el sol,

5. 5 (6) y este sale como un novio de la habitación nupcial, y se alegra como un atleta al emprender su camino.#19.5(6) Como un novio... como un atleta: El sol es presentado poéticamente como un héroe que recorre cada día la inmensidad del cielo. En los pueblos del Antiguo Oriente, se consideraba que el sol era un dios; aquí se lo presenta, en cambio, como parte de la creación de Dios.

6. 6 (7) Sale el sol por un lado del cielo y da la vuelta hasta llegar al otro, sin que nada pueda huir de su calor.

7. 7 (8) La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo.

8. 8 (9) Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz.#19.8(9) La imagen de la luz, aplicada a la ley, pone a esta en paralelismo con el sol, del que se habla en la primera parte del salmo. Según algunos intérpretes, esta semejanza entre la luz en sentido físico y la luz en sentido moral podría explicar la reunión en un mismo salmo de dos poemas tan diversos. Véase Índice temático.

9. 9 (10) El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos,#19.7-9(8-10) Los términos mandato, preceptos, mandamientos y decretos, más que indicar diferentes prescripciones de Dios, son sinónimos de su ley o enseñanza (heb. torá). Véanse Sal 1.2 nota; 119.2 n.

10. 10 (11) ¡son de más valor que el oro fino!,#19.10(11) Sal 119.127 ¡son más dulces que la miel del panal!#19.10(11) Sal 119.103; Eclo 24.20.

11. 11 (12) Son también advertencias a este siervo tuyo, y le es provechoso obedecerlas.

12. 12 (13) ¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!

13. 13 (14) Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado.#19.13(14) Libre de gran pecado: probable alusión al «gran pecado» de la idolatría, mencionado con esas palabras en Ex 32.31-33 y 2 R 17.21, en el texto hebreo.

14. 14 (15) Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío.

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