Logo
🔍

Salmos 51 DHH94I

«

1. 1 (3) Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas.

2. 2 (4) ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado!

3. 3 (5) Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente.

4. 4 (6) Contra ti he pecado, y solo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas. Por eso tu sentencia es justa; irreprochable tu juicio.#51.4(6) Ro 3.4.

5. 5 (7) En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre.#51.5(7) Acerca de este tema, cf. Gn 8.21; Job 15.14-16; Pr 20.9; Jer 17.9; Ro 7.14-23.

6. 6 (8) En verdad, tú amas al corazón sincero, y en lo íntimo me has dado sabiduría.

7. 7 (9) Purifícame con hisopo,#51.7(9) Hisopo: arbusto de hojas pequeñas y tupidas, cuyas ramas se utilizaban en algunos ritos de purificación para rociar a las personas y ciertos objetos (Lv 14.4-7,49-53). Véase Jn 19.29 nota, y cf. Ex 12.22; Heb 9.13-14,19. y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.#51.7(9) Is 1.18.

8. 8 (10) Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado.

9. 9 (11) Aleja de tu vista mis pecados y borra todas mis maldades.

10. 10 (12) Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel!#51.10(12) Ez 11.19; 36.26; 2 Co 5.17.

11. 11 (13) No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu.

12. 12 (14) Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sosténme con tu espíritu generoso,

13. 13 (15) para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti.

14. 14 (16) Líbrame de cometer homicidios,#51.14(16) Líbrame de cometer homicidios: Lit. líbrame de la sangre. También podría tratarse de la muerte prematura como castigo por las faltas cometidas. Cf. Sal 30.9(10). oh Dios, Dios de mi salvación, y anunciaré con cantos que tú eres justo.

15. 15 (17) Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas.

16. 16 (18) Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada.

17. 17 (19) Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos!

18. 18 (20) Haz bien a Sión, por tu buena voluntad; vuelve a levantar los muros de Jerusalén.

19. 19 (21) Entonces aceptarás los sacrificios requeridos, las ofrendas y los holocaustos; entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.#51.18-19(20-21) Estos vv. provienen de la época anterior a los años 445-443 a.C., cuando los muros de Jerusalén, destruidos en el año 587 a.C. por el ejército de Nabucodonosor, rey de Babilonia, aún no habían sido restaurados.

»