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Salmos 6 DHH94I

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1. 1 (2) Señor, no me reprendas en tu enojo, no me castigues en tu furor.#6.1(2) Sal 38.1(2); cf. Jer 10.24.

2. 2 (3) Señor, ten compasión de mí, pues me siento sin fuerzas. Señor, devuélveme la salud, pues todo el cuerpo me tiembla.

3. 3 (4) ¡Estoy temblando de miedo! Y tú, Señor, ¿cuándo vendrás?

4. 4 (5) Ven, Señor, ¡salva mi vida!, ¡sálvame, por tu amor!

5. 5 (6) Nadie que esté muerto puede acordarse de ti; ¿quién podrá alabarte en el sepulcro?#6.5(6) Sepulcro: heb. sheol o «morada de los muertos». Los antiguos israelitas se representaban esa morada como un lugar oscuro, situado en lo más profundo de la tierra (Job 10.21-22; Sal 63.9 [10]). En aquel «mundo del silencio» (Sal 115.17) los muertos no podían ejercer ninguna actividad ni mucho menos alabar a Dios (Sal 30.9 [10]; 88.4-6 [5-7], 10-12 [11-13]; Is 38.18-19; Bar 2.17). Más tarde, estas antiguas creencias fueron sustituidas por la fe y la esperanza en la resurrección de los muertos al fin de los tiempos. Cf. Dn 12.1-3. Cf. también Sab 3.1-10; y para la concepción del NT, véase 2 Co 5.8 n.

6. 6 (7) Estoy cansado de llorar. Noche tras noche lloro tanto que inundo de lágrimas mi almohada.

7. 7 (8) El dolor me nubla la vista; ¡se me nubla por culpa de mis enemigos!

8. 8 (9) ¡Apártense de mí, malhechores,#6.8(9) Mt 7.23; Lc 13.27. que el Señor ha escuchado mis sollozos!

9. 9 (10) El Señor ha escuchado mis ruegos, ¡el Señor ha aceptado mi oración!

10. 10 (11) Mis enemigos, muertos de miedo, quedarán en ridículo; ¡en un abrir y cerrar de ojos huirán avergonzados!

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